La democracia es como un paquete de galletas

Por
Pablo Benavides
Analista Político

Desde incluso antes de 1973 hasta los días de hoy, se nos ha enseñado a votar, de forma periódica para distintos cargos, a veces se nos han consultado constituciones, claro está, que a punta de fusil.

Como si el voto fuese el único acto y definición de lo que conocemos como democracia. Me gustaría decir que esto no es así.

La soberanía en el voto no se ejerce, se delega y es individualizado, elegimos representantes que a la vez son representados de los partidos políticos, sin mandato y sin derecho a ser removidos de sus cargos si no cumplen sus promesas de campaña. O simplemente de aspiraciones personales.

Aunque esta reflexión da para muchos libros y la historia es pieza fundamental. He ejercido mi derecho a pensar, y explicar este planteamiento en forma de una metáfora. La cual ya se ha expuesto en otras instancias.

Para mí, la democracia actual, es como un paquete de galletas.

Tienes hambre o simplemente gula, y se te ocurre comer un paquete de galletas, estás te pueden gustar por tradición (la compraba tu mama, papá o abuelos, tíos, etc.) a lo mejor algún amigo te convido y te gustó, o por su textura, sabor, hasta la forma y los colores que ha sido empacada o más aún por el slogan que contiene en su interior.

Pero tienes que hacer una acción que es la de comprar si no la tienes, para comprar generalmente puedes asistir a un supermercado, por tener mejores precios que la competencia, aparte de eso hay todo un pasillo de galletas y en una de esas cambias de opinión sobre la que ya tenías pensada.

Vas al pasillo, eliges la galleta, segundo acto, pasar por la caja, así como cada voto vale alrededor de $700 pesos, tu paquete de galleta puede que ronde ese valor, compras la galleta, en la forma de pago que prefieras, no olvidar que la cajera te va a proponer algún adicional a tu compra o quizás eres el afortunado y tienes disponible un avance en efectivo.

Comprar la galleta (acto de votar) la abres y te das cuenta que tiene ese olor y sabor que siempre te ha gustado o por lo contrario se cambió la receta se achicaron las galletas, no tiene el mismo sabor de antes y no te gustó, pensaste “ya bajaron los costos de producción”. Próximo desafío comprar a lo mejor otra galleta o dar una segunda oportunidad a la misma. Te retiras conforme. A lo máximo puedes elevar una solicitud a la empresa para que vuelva la galleta a ser como antes. Veamos cómo te va…

En todo este proceso, nunca te preguntaste quien puso la galleta en el pasillo de las galletas, así como el pasillo del cloro u otros dependiendo de lo que te interese en el momento.

No será que el que puso la galleta en ese pasillo no es más ni nada menos que el dueño del supermercado? ¿Que a cambio de una suma de dinero puede exhibir de mejor o peor forma la galleta que quieres comprar?

¿No crees que es tiempo de hacer nuestras propias galletas? A lo mejor te costará en un principio porque la receta se olvidó o por falta de práctica en la cocina. Pero es un proceso de autoaprendizaje y soberano. Porque es tu mandato y es tu galleta.

Es tiempo de aprender a organizarnos y auto gestionar soberanía ciudadana. En tiempos donde el dueño del supermercado hace lo que quiere con tus galletas, tus aspiraciones y tu calidad de vida.

Por lo tanto, hago un llamado a la Sociedad Civil de Osorno, qué el día 16 de octubre para la 3ra marcha nacional por #NoMasAFP, ejerzamos nuestra soberanía y auto convoquemos el 1er Cabildo Abierto Deliberante de Osorno

Fuente: pablobenavidesjorquera@gmail.com
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