Las graves consecuencias del calentamiento global en Chile (y en el Mundo)

Dr. Franco Lotito C. – Académico e Investigador (UACh) / www.aurigaservicios.cl



Ante el calentamiento global tenemos sólo dos alternativas: o cambiamos de conducta o cambiamos de planeta.

Existe un tema, acerca del cual, la mayoría de los expertos e investigadores de todo el mundo –salvo los pertinaces negacionistas del cambio climático, entre los cuales se cuenta al actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump– están totalmente de acuerdo, a saber, que el calentamiento global a causa de los gases tipo invernadero generados por las acciones y malas prácticas del hombre, es una realidad difícil de cuestionar.

A Chile y a su población le ha tocado vivir en carne propia el grave y dramático impacto de las altas temperaturas con un mega incendio como jamás antes lo había experimentando nuestro país, siendo una de las primeras conclusiones de este fenómeno, el hecho que las temperaturas seguirán subiendo a lo largo de las próximas décadas, es decir, una condición que afectará gravemente a la humanidad, a la naturaleza y a la vida sobre este planeta. De partida, ya hay más de 1.500 especies afectadas, muchas de ellas, en peligro de extinción. Tanta es la capacidad destructiva del hombre, que en una de sus obras, Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, consignó hace más de siete décadas, la siguiente frase: “Homo homini lupus”, es decir, “El hombre es el lobo de los hombres” (y también de la naturaleza).

Revisemos algunas observaciones y datos científicos que han entregado investigadores y científicos del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (CEC) en los últimos años:

1. La época comprendida entre 1995 y 2016 han sido los años más cálidos detectados desde que comenzaron a llevarse registros en el año 1850. Tanto es así, que el incremento de la temperatura durante los últimos 50 años –entre 0,10ºC y 0,16ºC por década– es casi el doble del alza registrada en los últimos 100 años.

2. Por otra parte, los registros realizados desde 1960 muestran constantes aumentos de la temperatura de los océanos a profundidades de hasta 3.000 metros, un síntoma que arrastra tras de sí graves repercusiones, no sólo para la vida marina, sino que para todo el planeta en términos de regulación de la temperatura, por cuanto, se calcula que alrededor del 80% del calor adicional de la atmósfera que ha sido añadido al sistema climático de nuestro planeta Tierra está siendo absorbido por los océanos.

3. Paralelamente, se ha producido un claro y notable incremento de la actividad y violencia de los incendios forestales en diversas partes del mundo, presencia de tormentas y huracanes violentos en el océano Atlántico (cuyo número se ha casi triplicado en los últimos 30 años), ciclones tropicales en el Atlántico Norte y tornados categoría cuatro y cinco que asolan la superficie terrestre de países como México y, especialmente, de Estados Unidos con velocidades de más de 320 kilómetros por hora, con consecuencias devastadoras.

4. El calor de las últimas cinco décadas ha tenido un comportamiento “inusual”, por decirlo de algún modo, si se lo compara con lo sucedido en los últimos 1.300 años, por cuanto, la última vez que los polos fueron más cálidos que hoy en día –en la era interglacial–, la reducción de los hielos polares causó, justamente, que el nivel del mar subiera entre cuatro y seis metros.

5. Los registros de datos satelitales evidencian que desde el año 1978 el hielo del Ártico se ha estado reduciendo en un 2,7% por cada década, en tanto que la temperatura en la capa superior se ha elevado hasta un 3%. Se considera altamente factible que el derretimiento de vastas extensiones de hielo en la Antártica y Groenlandia esté contribuyendo al aumento del nivel de mar, fenómeno que se advirtió con mucha claridad ya entre los años 1993 y 2003.

6. Desde los años 70, los períodos de sequías se han vuelto más intensos, habituales y prolongados, especialmente en el trópico y en el subtrópico. Chile también se ha visto afectado severamente por: (a) una baja en el nivel de precipitaciones y permanente sequía en la zona central y zona sur, en los últimos 10 años (Valdivia presenta una disminución de las lluvias cercana al 30%), (b) claro aumento de la temperatura promedio, (c) deshielo de glaciares andinos (según el glaciólogo Gino Casassa, el 90% de los glaciares retrocede entre 10 y 30 metros por año), (d) lenta evaporación de lagos altiplánicos.

7. El calentamiento global está comenzado a afectar y destruir la Gran Barrera de Coral de Australia, que es el mayor arrecife de coral de su tipo en el mundo entero, entre cuya estructura de más de 18 millones de años se estima que existen 300 especies de coral, más de 4.000 tipos distintos de moluscos, alrededor de 1.500 clases de peces y una amplia variedad de especies de tortugas. Todas estas especies de seres vivos, incluyendo los corales, se encuentran en peligro de extinguirse y desaparecer.

Por lo tanto, si muy pronto no se detiene la producción indiscriminada de dióxido de carbono (CO2) hacia la atmósfera, lo que nuestra generación entregará a las próximas generaciones, será un planeta altamente contaminado, literalmente “trastornado” y en grave peligro de autodestruirse.

El dióxido de carbono es el gas tipo invernadero más importante y peligroso que afecta directamente el calentamiento global, y el uso de los combustibles fósiles representa la principal causa del incremento de los niveles de CO2 en la atmósfera. Es así, por ejemplo, que en marzo de 2016 se sobrepasó la barrera psicológica de más 400 partículas por millón (ppm), en comparación con una concentración de 280 ppm en la era pre industrial, Esto excede, por mucho, el promedio natural registrado durante los últimos 650.000 años: de 180 a 300 ppm.

No cabe duda entonces, que las consecuencias de estos hechos son fáciles de prever y proyectar hacia el futuro. La mayoría de los seres humanos sabe que el daño que está causando el hombre mismo es muy severo, y el calentamiento global así lo prueba. Sin embargo, los líderes mundiales y la clase política gobernante raras veces –si es que alguna vez– toman en cuenta este conocimiento, así como la enorme cantidad de datos disponibles que así lo demuestran.

“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que el dinero no se puede comer” (sabiduría Indoamericana).



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