El desarrollo económico en las ciudades y/o provincias fronterizas: caso Provincia de Osorno (Chile) y Rio Negro (Argentina)

Por Guido Asencio Gallardo, Académico Universidad de Los Lagos Doctorando en Administración

El objetivo de esta columna es analizar los beneficios que se pueden producir al potenciar las ciudades y/o provincias fronterizas, pasando revista por diferentes instrumentos que generan elementos de reciprocidad entre los países, tales como leyes, tratados y acuerdos, que dependiendo de su formalidad, cada uno obedece a distintas particularidades. En este caso, se analizarán las Provincia de Osorno (Chile) y de Río Negro (Argentina), resaltando aspectos políticos, sociales y económicos, que permiten valorar y activar los variados mecanismos de integración que pone de manifiesto el interés mutuo entre ambos países, para consolidar su diferentes tipos de relaciones.

Es importante destacar que existe una larga data de acuerdos bilaterales entre Chile y Argentina, cuarenta para ser preciso, cuya génesis se encuentra en el Tratado de Paz y Amistad firmado en el año 1984. Dichas formalidades abarcan aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y científicos, donde destacan, en nuestra época contemporánea, la firma de los llamados Acuerdos de Complementación Económica N°16 (Año 1991) y 35 (Año 1996), cuyos énfasis contemplan especificaciones técnicas, principalmente en materia económica, que avalan una relación explícita contemporánea reciente, demostrando el grado de compromiso sostenido entre las dos naciones en los últimos años.

Más recientemente existe la “Declaración VIII Reunión Binacional de Ministros de Argentina y de Chile” efectuada en Buenos Aires el 16 de diciembre de 2016, la cual destaca el fortalecimiento de lazos de amistad que manifiestan ambas naciones, teniendo como referente la importante cantidad de pasos fronterizos que se presentan a lo largo del territorio que involucra las dos países, lo cual hace imprescindible establecer mecanismos que faciliten el flujo de naciones separadas por una frontera natural como es la Cordillera de Los Andes, lo anterior implica establecer las condiciones para realizar una integración clara y precisa, siguiendo un trabajo armonioso para favorecer el desarrollo y crecimiento ambos países vecinos.

Con los antecedentes presentados, se entregan las bases necesarias para cristalizar las ventajas que llevan a realizar un análisis que permita favorecer lazos de cooperación entre ciudades y/o provincias fronterizas. En particular, es factible profundizar sobre la oportunidad de confluir entre las divergentes idiosincrasias que, por naturaleza política y social son distintas, sin embargo los métodos de urbanización llaman a intensificar y homogenizar procesos demográficos que conllevan una coherencia territorial, considerando las similitudes entre las naciones.

Las dinámicas sociales y las políticas territoriales, deben tener claros los enclaves adaptados a las geopolíticas nacionales, buscando rescatar los imaginarios que se producen en escenarios inesperados que determinan las configuraciones a favor de la integración entre personas y ciudades-provincias que, en el actual escenario económico, favorece el tipo de cambio, y por lo tanto, impulsa un mayor dinamismo en esa disciplina, resulta relevante generar estrategias en los sectores productivos, que promuevan el intercambio, tanto de productos (principalmente retail), como de servicios que busquen un mayor valor agregado, que permite presentar una oferta variada, entregando mejor calidad de bienes, así como también, mayor confort, especialmente en los servicios turísticos, que actualmente favorecen el comercio local.

Para avanzar hacia una capitalización real y más equitativa, es imprescindible revisar y corregir los sistemas distributivos fiscales chilenos, es decir pensar seriamente en una descentralización tributaria eficiente, puesto que en términos agregados (macroeconómicos) se ven reflejados los ingresos por concepto de compras, principalmente del mercado del retail y servicios turísticos de grandes empresas, solamente en términos financieros. Sin embargo, la recaudación por concepto de impuestos no quedan reflejados a nivel local, generando una distorsión que obliga a reformar las normativas en materia tributaria, para que de este modo, se favorezca el crecimiento y desarrollo económico local.

En esto, lo importante que se ha generado un marco de relaciones que dan la posibilidad de proyectar más allá de una relación de cercanía, pues las condiciones están dadas para avanzar hacia una integración que contemple también aspectos culturales, sociales y económico, fortaleciendo instancias bilaterales de carácter permanente, tal como se vienen realizando las seis reuniones binacionales entre Ministros de Chile y Argentina, lo cual pone de manifiesto, que no solamente son intenciones, sino acciones concretas que proponen los temas en común y que están dispuestos a discutir en todas sus esferas.

En el caso específico de las Provincias vecinas objeto de esta columna, existen temas relevantes a abordar, como son el caso de las coordinaciones de ambos Pasos Fronterizos Cardenal Samoré, donde es fundamental la comunicación que debe existir entre los servicios públicos, así como también las proyecciones y mejoras en materia de conectividad, para facilitar el flujo de turistas y lo que se encuentra en plena discusión sobre el tránsito de camiones que afecta hoy en día a la ciudad de Villa La Angostura. En fin, son temas que requieren de un análisis permanente en aras de establecer constructos mirando el presente y futuro de ambos países.

Los desafíos que quedan pendientes respecto a los pasos fronterizos, se relacionan con la necesidad de agilizar los flujos de personas y vehículos, siguiendo el ejemplo de países que pertenecen a la Unión Europea (UE), los cuales poseen un control único de migración, el cual facilita el tránsito de pasajeros de manera vertiginosa, para lo cual ya existen algunos indicios al respecto, lo que demuestra que el camino trazado, mirando los ejemplos de la UE, han dejado huella, lo importante es dar pasos concretos hacia una política de integración de pasos fronterizos con un sesgo local.

Otro aspecto a considerar, está presente en dejar espacio para que las ciudades fronterizas, puedan contemplar el fortalecimiento de lazos a través de las asociaciones del mundo público-privado (APP), que además de permitir encontrar puntos de convergencia, propician el establecimiento de beneficios mutuos, considerando que existe un crecimiento natural de las ciudades, donde los territorios urbanos necesitan adaptarse a estas nuevas expectativas de desarrollo, dentro de lo cual es preciso aunar fuerzas para impulsar una planificación del ordenamiento territorial con carácter integrador.

Un ejemplo que justifica la existencia de APP, lo representan las Cámaras de Comercio y Turismo, las cuales solen manejar información valiosa para generar investigación y proyecciones que impulsan una gestión más amena a la hora de decidir una actividad comercial en particular, planteando ideas como la puesta en marcha de centros de gestión comercial, facilitar la logística de compra de bienes o servicios, analizar temas migratorios, contemplar las formas de hacer contratos, entre otras. Lo importante en esto, es que debe necesariamente haber un diálogo permanente, que permita dar a conocer las necesidades de ambos países, así como también dejar las bases para el establecimiento de confianzas, que buscan constantemente encontrar un camino más ágil para un diálogo sincero.

La cooperación entre países fronterizos, debe fortalecer aspectos educativos, que permitan tener el conocimiento necesario para enfrentar problemas que aquejan a los involucrados, como el propio desarrollo económico, medioambiental, social y territorial, de tal modo que se puedan explicitar y tratar de forma oportuna intereses comunes que buscan consolidar los lazos fraternales que aportan a establecer vínculos perecederos entre las naciones, lo que indudablemente ayuda a mejorar las formas de democracia y modernizaciones institucionales de quienes están dispuestos a trabajar por un objetivo en común.

Con todas las acciones emprendidas, es posible detectar que existe un Know-how, que no sería posible sin las voluntades entre países que busquen las alternativas hacia una verdadera integración que permita beneficiar esta virtuosa relación, lo que invita a “pensar global y actuar local”, con un trabajo colaborativo que tome el camino decisivo de gestionar de mejor forma el manejo de fronteras y no pensar nunca en la construcción muros ni físicos ni ideológicos como lo plantea el país del norte.



Fuente: 
guido.asencio@gmail.com
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