El problema es la confianza

Humberto Salas J., Vicedecano Facultad de Administración y Negocios, Sede Temuco Universidad Autónoma de Chile

Los últimos recortes de la tasa de interés por parte de la autoridad monetaria tienen como objetivo incentivar la inversión productiva y a su vez el consumo de las familias. Este es el espíritu de la política monetaria, toda vez que las tasas de inflación se encuentran controladas.

El menor costo del crédito en teoría incentiva el gasto, pero ¿por qué la demanda interna no reacciona con la fuerza proyectada? Los agentes económicos toman sus decisiones influenciados también por otras variables independientes del costo del crédito, como las expectativas y la confianza que depositan en el sistema económico, político y social.

Es aquí donde hoy se encuentra el problema, los indicadores de confianza de consumidores y empresas muestran una caída significativa durante más de dos años. Es poco probable que una empresa apruebe proyectos de inversión ante un escenario de débil demanda interna y proyecciones de baja rentabilidad, es así como hemos caído de forma sostenida en los indicadores internacionales de atractivo para invertir y nuestros índices de libertad económica se han deteriorado sistemáticamente.

Durante los últimos tres años la inversión privada se ha malogrado a niveles que no se veían desde inicios de la década de los setenta, la incertidumbre hace que el sector no reaccione y permanezca indiferente a los estímulos monetarios.

Panorama similar presentan las familias, están no aumentarán su gasto en consumo si proyectan un precario panorama relacionado con la estabilidad de sus empleos e ingresos futuros, la mirada de este escenario no es subjetiva, las solicitudes de seguros de cesantía se han incrementado considerablemente según cifras de la propia Superintendencia de Pensiones, esto se suma al deterioro de la calidad y estabilidad del empleo por cuenta propia, que se ha incrementado, y es el que hoy mantiene los indicadores de empleo en parámetros razonables.

Aumentará en el mercado del trabajo la incertidumbre derivada de la virtual entrada en vigencia de una reforma laboral muy discutida en el último tiempo. Si se busca incentivar el consumo, el acceso a endeudamiento probablemente no es la mejor opción, hoy Chile posee la más alta relación de carga financiera sobre ingreso disponible de los hogares de la OCDE, además de niveles abismantes de morosidad y sobrendeudamiento, todo hace que la propensión al endeudamiento tienda a la baja.

Estos antecedentes, generan un círculo perverso que hoy mantiene deprimidos dos de los principales componentes de la demanda agregada del país. Revertir esta situación de carácter estructural requiere de un tratamiento de largo plazo que involucra gestión política más que económica. Todo en virtud de reestablecer nuevamente la confianza que los agentes económicos depositan en el sistema.


Fuente:
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