La mujer y su nuevo mundo

Soraya Said Teuberm, Abogada, Candidata a Diputada Distrito 25

Chile nos obliga a ser valientes, colocando altas cifras de mujeres al poder y para acortar la brecha - que aún existente como obstáculo para llegar a puestos de representación - es que nace la Ley de Cuotas. Por primera vez en nuestra historia, los partidos políticos están obligados a cumplir con una cuota determinada y debieron incluir, como mínimo, a un 40% de mujeres entre sus postulantes. Lamentablemente, hemos visto con desazón casos como la candidata a senadora de la DC en la región de Arica y Parinacota, que se enteró por la prensa de que su partido estaba apoyando a otro candidato; o el de una postulante de 87 años de edad, quien fue “subida” recién el penúltimo día del plazo, presumiblemente para cumplir con la cuota exigida.

Las mujeres que optamos por algún cargo de elección popular no podemos ser vistas como “arroz graneado” o como meras “acompañantes” de los demás candidatos. No postulamos a la Cámara Baja o al Senado para “ser arrastradas” por un compañero de lista más fuerte, ni nos disponemos a competir como un “relleno” en una lista parlamentaria. Queremos llegar al Congreso porque tenemos buenas ideas, porque tenemos trayectorias en el sector público y privado que nos respaldan y, fundamentalmente, porque creemos que hay que renovar la política chilena, con una nueva mirada. Queremos avanzar y ocupar los espacios que también nos pertenecen hace ya bastantes décadas. Ya pasó el tiempo en que debíamos demostrar que podemos.

Ahora, somos las propias mujeres, quienes debemos comprender que los mismos nombres de siempre difícilmente podrán hacer los cambios necesarios para mejorar nuestra salud, nuestras pensiones o nuestra calidad de vida. Somos nosotras quienes podemos aportar, con nuestros conocimientos y experiencias, a hacer de Chile un mejor país. Yo, al menos, estoy convencida de que si entramos en la arena política es porque creemos que así podremos contribuir a la construcción de una sociedad que brinde cada vez más oportunidades, y no solo para completar una determinada cuota. Cada día las mujeres somos más independientes, pero frente a ciertos lugares de poder, seguimos comportándonos como si fuéramos mujeres más tradicionales y la voz no nos termina por salir. De lo contrario: ¿Cómo justificamos que siendo las mujeres más del 50% de la población chilena, siendo además quienes más concurrimos a votar, no nos elegimos entre nosotras? Manteniendo así, la baja cifra de menos de un 17% de representación en el Congreso.

Yo quisiera ser tu voz en el parlamento, yo quisiera ser un puente, pero estoy consciente que es imposible lograrlo sola, para ello debemos unirnos todas. Fuera de toda pretensión, soy sólo una más entre nosotras, una mujer que hoy se atrevió a sacar la voz y a dar el paso, como muchas que un día tomaron la decisión en cualquier ámbito de sus vidas, que marcó el hito, entre la mujer de ayer y la que esta de cara a su nuevo mundo.

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