El Oscuro laberinto de la Angustia y de la Depresión

Dr. Franco Lotito C. – Académico, Escritor e Investigador (UACh) www.aurigaservicios.cl


Toda angustia que vive una persona, lleva implícita una porción de aflicción y congoja, y representa un estado de inquietud que puede ser vivido intensamente por el sujeto, que puede ser causado por la soledad, la pérdida de un ser querido, por problemas económicos, o por un sentimiento de vacío existencial, una condición relacionada con la depresión, es decir, un trastorno severo del ánimo, caracterizado por una sensación de tristeza, decaimiento anímico, pérdida de interés por aquello que una vez motivó al sujeto, presencia de baja autoestima, etc.


La depresión encabeza la lista de enfermedades como la principal causa de problemas de salud. De acuerdo con estimaciones de la OMS, alrededor de 300 millones de personas sufren de depresión –sin contar otros 350 millones de personas que sufren de ansiedad y angustia– y el número de gente que se suma a este listado no decrece. Tanto es así, que entre los años 2005 y 2015 el número de personas con depresión se incrementó en un 18% y es la responsable de un 60% de los suicidios, siendo un mal que devora cada vez más víctimas, lo que lo convierte en un grave problema de salud pública, en función de que la persona no es capaz de manejar las emociones negativas, interfiriendo en sus actividades laborales, escolares y familiares.

Cada año se suicidan más de 800.000 personas y representa la segunda causa de muerte del grupo que va de 15 a los 29 años, siendo las mujeres las más afectadas. Para el caso de Osorno la tasa de suicidios no es menor, al comparar la tasa a nivel nacional con el grupo de gente joven.

Las investigaciones demuestran que una depresión no tratada a tiempo tiene graves repercusiones a nivel orgánico y psíquico. Lo primero que se debilita, es el sistema de defensas, bajando la inmunidad del organismo. En segundo lugar, aumenta la probabilidad de que el sujeto intente un suicidio y, en tercer lugar, se incrementa el riesgo de que el sujeto se genere un cáncer.

La depresión está asociada a un déficit del neurotransmisor serotonina, una sustancia producida en forma natural por el organismo y que es un estabilizador del ánimo.

Las depresiones se agudizan –en función de la soledad– en épocas como Navidad y Año nuevo, así como también en primavera, lo que puede agravar una depresión, provocando el suicidio de los sujetos afectados, y se habla de la presencia de un Trastorno Afectivo Estacional.

Hoy en día existen diversos tipos de tratamientos para superar una depresión. Lo recomendable, es combinar alguna forma de psicoterapia con el uso de antidepresivos, con el fin de contener la depresión y acompañar a la persona hacia la recuperación integral de su salud.

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