Testimonio de una madre que usa cannabis para su hija con Leucemia

“El cambio fue impresionante desde el comienzo”

Paulina Sánchez es la madre de Colomba Álvarez, una niña de cinco años y 10 meses, diagnosticada con Leucemia Linfoblástica aguda tipo B a sus cuatro años de edad. Fue hospitalizada durante 15 días y sometida a quimioterapias que le causaron mucho dolor, por lo que Paulina decidió utilizar cannabis como terapia paliativa: “En un momento tenía mucho dolor, iniciamos el tratamiento con macerado de cannabis, pasaron un par de minutos y ella andaba feliz de la vida”.

Todo comenzó en el año 2016, cuando Colomba presentó los primeros síntomas que alertaron a su madre: sangrado de nariz y moretones en su cuerpo, sin haberse golpeado. Tras ser llevada a la Clínica Bicentenario, fue sometida a un hemograma que dio como resultado una Leucemia. Posteriormente, la pequeña fue trasladada al Hospital de la Universidad Católica, en donde estuvo hospitalizada por tres semanas.

Las primeras quimioterapias a las que fue sometida Colomba durante su hospitalización, fueron muy dolorosas según describió su mamá: “Tenía mucho dolor de hueso, al extremo de llorar por no poder caminar a sus cuatro años. Ver a una niña de cuatro años llorando, sin poder jugar o hacer su vida normal es terrible, tremendo”.

Una amiga de Paulina- quien conocía el trabajo de Mamá Cultiva y Fundación Daya- decidió ponerla en contacto con las organizaciones para ayudar a Colomba. “Cuando mi hija llevaba alrededor de tres semanas con quimioterapia, me acerqué a Fundación Daya y hablé con Paulina Bobadilla, fundadora de Mamá Cultiva, quien fue muy amable, entregándome bastante información sobre el uso del cannabis medicinal”, indicó la mamá de Colomba.

La pequeña ingresó como paciente a Fundación Daya en julio de 2016, siendo atendida y posteriormente controlada por el médico de la organización, Diego Cruz, quien le indicó usar macerado de cannabis como método paliativo para los efectos de la quimioterapia. Paulina describió que desde el inicio de esta terapia, el cambio fue espectacular: “En un momento tenía mucho dolor, iniciamos el tratamiento con el macerado de cannabis, pasaron un par de minutos y ella andaba feliz de la vida, jugando, saltando con plena normalidad. El cambio fue impresionante desde el comienzo”.



“Colomba llegó a Fundación Daya cuando tenía tres años por una Leucemia Linfoblástica aguda, que es como un cáncer de la sangre, una insuficiencia de leucocitos. En su caso el uso del cannabis ha tenido sentido desde lo paliativo, ha jugado un rol tanto en el manejo del dolor de las quimioterapias, que han sido difíciles de llevar en lo sintomático, como en los efectos secundarios, dolores de cabeza, náuseas o vómitos” explicó el médico.

Entre septiembre y octubre de 2017, Colomba presentó fuertes dolores estomacales y falta de apetito, debido a las quimioterapias. La madre relató que la niña estuvo días sin comer y , bajo la supervisión médica del Dr. Cruz, cambian el macerado por resina de cannabis: “A los minutos Colomba empezó a comer. De verla llorando de dolor, a verla reírse y tranquila. De verdad es algo impagable” comentó Paulina.

El uso del cannabis no sólo mejoró la calidad de vida de Colomba, sino también la de su madre, ya que Paulina al ver a su hija con dolor, su nivel de estrés y carga emocional fue muy dura, detallando que “cuando vives una enfermedad así, te codeas con mucha gente, ves partir a muchos niños, te encariñas y sufres a la par con otros papás. Jamás pensé que lo iba a vivir, y verla bien, para mí todo está bien. No puedo tener plata, pero verla bien me da la tranquilidad a seguir luchando y llegar a la meta”.

Debido a que Paulina desde su juventud tuvo una relación positiva y cercana a la planta de cannabis, iniciar una terapia paliativa con cannabis para su hija no fue mayor problema:“Manejaba información del cannabis; lo hice con toda la fe del mundo y los cambios fueron impresionantes, algo maravilloso”.

En la actualidad Colomba recibe una quimioterapia inyectable al mes, 14 comprimidos de metotrexato cada viernes y macerado de cannabis como terapia coadyuvante. La familia, además, cambió los hábitos de alimentación y de aseo, pues la enfermedad de la niña así lo requirió. “Colomba ha tenido una evolución bastante favorable. El rol coadyuvante de la cannabis ha sido fantástico y ha utilizado distintos formatos como macerado en frío, con calor, resina y ungüentos con excelentes resultados” concluyó el Dr. Diego Cruz.



Fuente: Fundación Daya

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