Marea Roja: Chilotes afectador por toxina y Fedepes Biobío exigen respuesta del Gobierno

En la Isla de Chiloé, los pescadores y mariscadores artesanales coinciden en su apreciación: “la marea roja llegó para quedarse”. Y es que el fenómeno natural de florecimiento y expansión de microalgas tóxicas que inició en la zona de Aysen hace cerca de un mes, hoy afecta a la Isla Grande de manera preocupante.

La zona sur de la Isla actualmente es la más afectada por el avance de la toxina, que llegó hace pocos días hasta la costa de Cucao, localidad ubicada en la zona central isleña. Allí los controles de la autoridad sanitaria encontraron machas con presencia de la toxina sobe 300. Cabe mencionar que cuando alcanza la cifra de 80, las áreas quedan cerradas, se limita la extracción, y asimismo la venta y consumo.

Fue Carola Barrías Leviguen, presidenta de la federación de Pescadores Chiloe Unido, con sede en Dalcahue, quien levantó la voz en defensa de la zona afectada. “Considero que a nivel nacional no hay políticas que amparen, protejan o vayan en ayuda de un territorio que sufra fenómenos naturales de este tipo. Todos sabemos que es un fenómeno ambiental que llegó para quedarse, pero no veo ninguna acción real por parte del gobierno que implique medidas de contingencia en caso que se presente nuevamente la marea roja”.

Eso sin contar lo ocurrido en 2016, cuando el producto del fenómeno que afectaba a la X Región, el gobierno entregó bonos, pero los reclamos hasta hoy persisten ya que fueron asignados de manera equivocada, entregándolo a personas que no vivían de la pesca ni marisquería artesanal.

Así lo recordó Héctor Morales Ojeda, Presidente de la Federación de Pescadores de Quellón, principal localidad afectada por la Marea Roja, razón por la cual prefiere no poner esperanzas en las acciones gubernamentales, sobre todo en los bonos entregados hace dos años, en su visión muy mal manejados. “Va a volver a ocurrir lo mismo, siendo beneficiada gente que no lo merece, que no tiene la necesidad actualmente. Eso porque el control de los afectados no ha estado en manos de las organizaciones, que nunca se han querido validar, aunque sí se utilizan para darle gobernanza al sistema”, destacó el dirigente.

Por ahora su esperanza está puesta en las condiciones climáticas para la Isla, que durante los últimos días ha presentado lluvias y también viento norte. No obstante, aquello no garantiza que el fenómeno pueda llegar a su fin, sobre todo cuando se pronostican al menos diez días con temperaturas estables que alcanzarían hasta los 27 grados Celcius. Es preciso destacar que la toxina se mantiene y se multiplica mientras más temperatura presenta el agua.

La localidad de Queilén, ubicada en la zona central isleña, cerca de Chonchi por la costa del Mar Interior, es una de las caletas donde aún no llega la toxina, y donde la principal extracción ha sido la luga, además de otros moluscos como el machuelo. La localidad se mantiene en alerta debido al rápido avance de la marea roja, aunque la preocupación mayor se relaciona con el alcance a largo plazo del fenómeno. “El problema es que la marea roja nos afecta en verano, pero, ¿qué pasa el resto del tiempo? Las personas que suelen comprar nuestros productos en la zona central, en Santiago, dejan de adquirirlos y el consumo disminuye. Y eso significa un perjuicio para nosotros que vivimos del mar y nos enfrentamos, como todos, a meses complicados como marzo”, dijo el mariscador Fabián Parra Muñoz, presidente de la Federación Chonchi al Sur.

Esta situación fue destacada por Barrías, ya que los gobiernos locales no cuentan con recursos para enfrentar los meses de verano y el inicio del año laboral y escolar. Por otro lado, apuntó, el miedo en torno a la marea roja se generaliza sin una buena educación ni promoción de por medio, por lo que se expande la falsa idea de que toda la isla está contaminada, y que no se puede consumir ningún producto de origen marino, afectando a la economía general del territorio, y de paso al turismo. “Por eso cuando se vivió el fenómeno en 2016, se paró la isla completa, ya que afectó a los extractores y procesadores”, recordó.

“Tenemos que hablar de que no toda la zona está contaminada. Además, en territorios como Quellón, los restaurantes ya comenzaron a comprar mariscos desde Dalcahue, donde aún no ha llegado la toxina. Por tanto, entregar la tranquilidad de que los productos que están allí están certificados y se pueden consumir sin ningún problema”, explicó la dirigenta, aclarando de paso que en esta ocasión la toxina afecta sólo a mariscos bivalvos, sin peligro alguno a algas o peces.

El objetivo para los productores artesanales de la isla es trabajar en áreas de manejo de manera rápida, con trámite no mayor a seis meses, para enfrentar con claridad un futuro florecimiento del fenómeno natural. Al mismo tiempo, potenciar el cultivo de algas como la Chicoria de mar (chondracantus shammisoi), que sirve como filtro natural a la toxina y también como producto de consumo gourmet, al tiempo que generan oportunidades para retomar el cultivo de la tierra y generar invernaderos propios a modo de auto sustentación. Pero, la petición principal es exigir que la autoridad central tome medidas, con el fin de enfrentar nuevas detecciones de marea roja, y así proteger a los chilotes de un profundo daño en su calidad de vida.

De la misma forma lo planteó Sara Garrido, vocera de Fedepes Biobío y secretaria nacional de Conapach. Si bien en la Región del Biobío no se ha presentado este fenómeno, no es un territorio exento de este tipo de toxinas marinas, sobre todo cuando el último episodio registró contaminación hasta la Región de Los Ríos, y fenómenos como el cambio climático pueden cambiar las condiciones y propiciar su expansión.

“Pedimos al gobierno que deben existir políticas públicas reales para enfrentar desastres y fenómenos naturales, y creo que el Estado debe estar preparado. Nosotros vivimos el terremoto y tsunami de 2010, que afecto a la pesca artesanal, y hoy la Región de Los Lagos está expuesta a sufrir un desastre tan dañino como lo fue para nosotros. La pregunta es simple con estas dos experiencias: ¿está el Estado Chile preparado?, ¿el gobierno cuenta con los recursos para enfrentar la crisis social que está a las puertas de desatarse?"


Fuente:
Fedepes Biobio
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