Emprendiendo a orillas del Llanquihue

Un grupo de personas dedicadas a diferentes rubros, se unió y formó el primer Banco Comunal (BC) de Puerto Octay, X Región.

“Emprendedores de Pto. Octay” se llama el primer grupo que decidió embarcarse en la experiencia de salir adelante con el apoyo de Fondo Esperanza (FE) en esta zona. No importando la distancia, han logrado consolidarse, cada uno con su propia historia de esfuerzo y dedicación.

El Presidente de este BC, Rodrigo Hernández, una persona bastante conocida en el sector, principalmente porque ha participado en cooperativas vinculadas con la actividad agraria, nos comenta cómo es este grupo. “Todos son muy comprometidos y unidos. Somos ‘aperrados’. Si algún emprendedor está enfermo o con problemas, nosotros lo ayudamos”, argumenta.

Este emprendedor, dedicado al negocio de los quesos, ya ha formado dos establecimientos donde ofrece su mercadería. Por esto, y luego de haber recorrido un camino largo, nos cuenta cómo fue ingresar a la institución. “Cuando encontré a Fondo Esperanza, llevaba 3 años trabajando independiente, después de haberme dedicado a la venta de productos lácteos en una empresa. Me abrieron las puertas, porque el crédito que me dan lo puedo invertir, sacar mejores dividendos y me da para poder pagar la cuota”, cuenta.

En este lugar encontramos, por ejemplo, a Don René Navarro, especializado en limpieza de aparatos de combustión, más conocidas como chimeneas, y muy utilizados en el sur de Chile.

Paola, su hija y emprendedora integrante de este Banco Comunal, se dedica a la fabricación de empanadas y también quiso comentarnos sobre los ‘Emprendedores de Puerto Octay’: “Fondo Esperanza es una ayuda muy grande, tanto monetaria como por la orientación que entregan y que es muy buena. Después de ingresar, le comenté a mi papá y ahora estamos los dos acá. Con la ayuda que nos entregan ambos vimos que podíamos comprar maquinaria y hacer despegar nuestros trabajos”.

Un grupo muy diverso en rubros, como la pastelería, jugos naturales, muebles y costura, entre algunos, que se ha mantenido unido y se caracteriza por apoyarse, así podría describirse a este Banco Comunal. “Gracias a Dios este grupo es muy unido y hay harta comunicación, a pesar de vivir lejos uno del otro. Nos ayudamos mucho, se trata de ayudar a las personas que tienen problemas. Siempre tienen plata en la caja chica”, expresa Paola.

Sin duda, para todos los integrantes, el ingresar a la institución ha sido una manera de salir adelante en los emprendimientos que ya tenían. Además de obtener nuevos conocimientos, han podido alcanzar gran parte de sus metas y siguen soñando con un futuro mejor. “Fondo Esperanza Abre y crea sueños, me deja soñar. No miran nuestra apariencia sino que el trabajo y el corazón. Como nuestro objetivo es surgir, nos deja hacerlo e incluso abrir nuevas fuentes de trabajo”, finaliza Rodrigo.


Fuente: Angela Águila Ramírez

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