Intolerancia política [cuando no se esta de acuerdo con la mayoría]
Dicen ser democráticos, representantes de las aspiraciones de las mayorías. Dicen ser los mas fieles exponentes del dialogo, pero cuando estas frente a ellos con un pensamiento distinto, te amenazan, te agraden y no aceptan tu posición.
Este gobierno impulsa en forma legítima, acciones tendientes al dialogo, y a mejorar una educación que por más e 20 años los anteriores gobiernos le fueron indiferentes, con soluciones de campaña, poco claras, de parche. Sin embargo esos mismos de ayer, que no quisieron hacer nada por la educación de nuestro Chile, desconocen su responsabilidad del pasado y descaradamente tratan de imponer ideas y propuestas que escondieron cuando tenían el poder.
Mientras otros imponen su intransigencia y soberbia en la calle y en establecimientos tomados, para hacerse escuchar solo ellos y no a las mayorías que anhelan la tranquilidad y volver a sus aulas.
Aquellos que dicen ser los promotores de la democracia cuando tratas de dialogar puedes darte cuenta que no tienen la capacidad de escuchar e insultan con palabras intolerantes perturbando la paz social y la sana convivencias que el país requiere.
Cuando veo lo que sucede en las calles puedo percibir los deseos de venganza, violencia, ofensas, agresiones y descalificaciones que dañan más a sus mismos autores, porque la intransigencia perjudica a todos.
Un pensamiento distinto no es promover la intolerancia como algunos piensan, aunque reconozco que el pasado condena, pues por circunstancias ya superadas, hubo grupos que quisieron imponer un sistema añejo, populista tratando de vender intangible para ganarse al pueblo, pero no lo consiguieron.
Amigos “luchadores de ideologías pasadas” la diversidad de pensamientos no debe mirarse como un peligro, porque da la impresión que ese agresivo proselitismo de algunos, es una fiel muestra de las verdaderas intensiones que hay en el aprovechamiento de un movimiento que en su origen fue legitimo.
Lo peligroso es que cuando prevalecen las intransigencias en quienes rechazan a la autoridad legítimamente constituida, puede llevar consigo un quiebre institucional, que en su momento ya fue provocado por este grupo minoritario.
Estimados amigos erradiquemos definitivamente la intolerancia, religiosa y política, y aprendamos a respetarnos, para que haya paz en nuestro país. No demos cabida a quien insulta y agrede, a los que arremeten contra todos.
Sepamos escucharnos y no neguemos sistemáticamente a otros el derecho a decir su palabra. Valoremos lo positivo de los demás, aunque no militen en nuestras filas.
