Se realizó seminario con destacada escritora argentina, Liliana Cinetto
Osorno. Fuente: Loreto Bustos.
Si la historia nos señala que en tiempos pasados era la familia la que incentivaba la lectura en los niños y jóvenes, la realidad actual nos muestra que son los colegios y bibliotecas los que generan en los estudiantes el interés por leer y son ellos los que llevan los libros a las casas.
Así lo cree la destacada escritora argentina, autora de más de 50 libros publicados, reconocida narradora de textos infantiles, Liliana Cinetto quien visita por primera vez Chile para participar del seminario “Cuando llueve perros y gatos leen: encuentro en torno a la lectura y literatura infantil al sur del mundo que organiza el Centro Lector de Osorno y la Universidad San Sebastián.
“Históricamente el modelo lector se fomentaba a través del hogar donde se leía, ahora esto se ha revertido y son las escuelas y bibliotecas los que fomentan la lectura en los chicos y son ellos los que llevan los libros a la casa, es un proceso a la inversa, ahora son los niños los que hacen que sus padres lean”, señala Cinetto, para quien sigue siendo fundamental que al interior de la familia se fomente la manipulación y uso de los libros para generar el gusto y con ello ir desarrollando más adelante el hábito.
Su exposición en el seminario se centró en la ponencia titulada “el arrullo de las palabras” que basa su tesis en que todos esos juegos de palabras que parten con las canciones de cunas y los arrullos a cargo de las nanas o de las abuelas y de los padres, son la puerta de entrada a los textos más adelante, son etapas indispensables para un lector.
La primera jornada de este seminario contó con la participación además de la directora de la Biblioteca de Santiago, Marcela Valdés, la directora de Eduka y reconocida por su personaje “Bruja Maruja”, Silvia Martínez, la coordinadora de Fomento Lector y Escritor de la Biblioteca de Santiago, Paula Larraín, la coordinadora de la Región de Los Lagos de Bibliotecas Públicas, Dibam, Angharad Gutmann y la directora del Centro Lector de Osorno, María Victoria Pení.
Si la historia nos señala que en tiempos pasados era la familia la que incentivaba la lectura en los niños y jóvenes, la realidad actual nos muestra que son los colegios y bibliotecas los que generan en los estudiantes el interés por leer y son ellos los que llevan los libros a las casas.
Así lo cree la destacada escritora argentina, autora de más de 50 libros publicados, reconocida narradora de textos infantiles, Liliana Cinetto quien visita por primera vez Chile para participar del seminario “Cuando llueve perros y gatos leen: encuentro en torno a la lectura y literatura infantil al sur del mundo que organiza el Centro Lector de Osorno y la Universidad San Sebastián.
“Históricamente el modelo lector se fomentaba a través del hogar donde se leía, ahora esto se ha revertido y son las escuelas y bibliotecas los que fomentan la lectura en los chicos y son ellos los que llevan los libros a la casa, es un proceso a la inversa, ahora son los niños los que hacen que sus padres lean”, señala Cinetto, para quien sigue siendo fundamental que al interior de la familia se fomente la manipulación y uso de los libros para generar el gusto y con ello ir desarrollando más adelante el hábito.
Su exposición en el seminario se centró en la ponencia titulada “el arrullo de las palabras” que basa su tesis en que todos esos juegos de palabras que parten con las canciones de cunas y los arrullos a cargo de las nanas o de las abuelas y de los padres, son la puerta de entrada a los textos más adelante, son etapas indispensables para un lector.
La primera jornada de este seminario contó con la participación además de la directora de la Biblioteca de Santiago, Marcela Valdés, la directora de Eduka y reconocida por su personaje “Bruja Maruja”, Silvia Martínez, la coordinadora de Fomento Lector y Escritor de la Biblioteca de Santiago, Paula Larraín, la coordinadora de la Región de Los Lagos de Bibliotecas Públicas, Dibam, Angharad Gutmann y la directora del Centro Lector de Osorno, María Victoria Pení.