Carta Sr. General Director Fernando Cordero Rusque
Pto. Montt. Fuente: Carlos Lopez.
El miércoles 19 de octubre, el Presidente de la Cámara de Diputados ordenó el desalojo de las tribunas de esa rama del Congreso, debido a que en ellas se estaban realizando manifestaciones que hacían imposible el trabajo de los legisladores. Carabineros, en cumplimiento de las órdenes recibidas por la autoridad constitucional y legalmente facultada para ello, procedió a sacar a los manifestantes. Sin embargo, en un hecho sin precedentes desde el retorno de la democracia, los funcionarios policiales debieron enfrentar la agresión física y la colusión de tres Diputados con los manifestantes.
Los Diputados Gabriel Ascencio y Lautaro Carmona atacaron con golpes de puño al Sargento Segundo David Palma, al Carabinero Nicolás Lucero y, lo que es más grave, a la Cabo Segundo Viviana Franco. Por su parte, el Diputado Rodrigo González facilitó la huida de un manifestante que también agredió a los policías, sacándolo del edificio del Congreso Nacional en su automóvil.
Ha transcurrido un tiempo suficiente para que se diera algún tipo de explicación respecto de estas censurables formas de proceder. Como ello no ha ocurrido, el Cuerpo de Generales por mi intermedio desea expresar nuestro reproche moral y cívico a estos parlamentarios. Lo que hicieron sólo puede calificarse de cobarde y antisocial. En efecto, es un cobarde el que golpea al que está imposibilitado para defenderse; el que abusa de su poder; el que abusa de sus recursos económicos. Un parlamentario tiene el fuero y los privilegios jurídicos equivalentes a los de un Ministro de Estado, tiene todo el enorme poder que le da su cargo, tiene ingresos que le permiten contratar buenos abogados y asesores de prensa ¿Qué puede hacer frente a ellos un Carabinero? Pero estos mismos parlamentarios actúan muy distinto cuando están frente a grandes con poder o directores de medios de comunicación.
Es antisocial el que debilita el imperio de la ley. Agredir a Carabineros, cuando estos están cumpliendo las órdenes de la autoridad competente, es debilitar el imperio de la ley y por ende es traicionar el juramento que hicieron al asumir el cargo que ejercen. A nuestro juicio, estos tres parlamentarios no tienen las cualidades cívicas que se requieren para ejercer el cargo de Diputado.
Los Sres. Ascencio y Carmona probablemente se sintieron muy gratificados al golpear a dos carabineros y una carabinera, pero con cada golpe sólo hicieron crecer la dignidad con que esos tres servidores públicos visten su uniforme y destruyeron su propia dignidad de parlamentarios.
Hace poco un Señor Diputado dijo públicamente que el Congreso no era refugio de delincuentes. Compartimos completamente esa afirmación, el Congreso no puede ser refugio de delincuentes ni de cobardes. Sacar a los delincuentes es tarea de los jueces. Sacar a los cobardes es tarea de los electores.
FERNANDO CORDERO RUSQUE
General Director ®
PRESIDENTE CUERPO DE GENERALES DE CARABINEROS
El miércoles 19 de octubre, el Presidente de la Cámara de Diputados ordenó el desalojo de las tribunas de esa rama del Congreso, debido a que en ellas se estaban realizando manifestaciones que hacían imposible el trabajo de los legisladores. Carabineros, en cumplimiento de las órdenes recibidas por la autoridad constitucional y legalmente facultada para ello, procedió a sacar a los manifestantes. Sin embargo, en un hecho sin precedentes desde el retorno de la democracia, los funcionarios policiales debieron enfrentar la agresión física y la colusión de tres Diputados con los manifestantes.
Los Diputados Gabriel Ascencio y Lautaro Carmona atacaron con golpes de puño al Sargento Segundo David Palma, al Carabinero Nicolás Lucero y, lo que es más grave, a la Cabo Segundo Viviana Franco. Por su parte, el Diputado Rodrigo González facilitó la huida de un manifestante que también agredió a los policías, sacándolo del edificio del Congreso Nacional en su automóvil.
Ha transcurrido un tiempo suficiente para que se diera algún tipo de explicación respecto de estas censurables formas de proceder. Como ello no ha ocurrido, el Cuerpo de Generales por mi intermedio desea expresar nuestro reproche moral y cívico a estos parlamentarios. Lo que hicieron sólo puede calificarse de cobarde y antisocial. En efecto, es un cobarde el que golpea al que está imposibilitado para defenderse; el que abusa de su poder; el que abusa de sus recursos económicos. Un parlamentario tiene el fuero y los privilegios jurídicos equivalentes a los de un Ministro de Estado, tiene todo el enorme poder que le da su cargo, tiene ingresos que le permiten contratar buenos abogados y asesores de prensa ¿Qué puede hacer frente a ellos un Carabinero? Pero estos mismos parlamentarios actúan muy distinto cuando están frente a grandes con poder o directores de medios de comunicación.
Es antisocial el que debilita el imperio de la ley. Agredir a Carabineros, cuando estos están cumpliendo las órdenes de la autoridad competente, es debilitar el imperio de la ley y por ende es traicionar el juramento que hicieron al asumir el cargo que ejercen. A nuestro juicio, estos tres parlamentarios no tienen las cualidades cívicas que se requieren para ejercer el cargo de Diputado.
Los Sres. Ascencio y Carmona probablemente se sintieron muy gratificados al golpear a dos carabineros y una carabinera, pero con cada golpe sólo hicieron crecer la dignidad con que esos tres servidores públicos visten su uniforme y destruyeron su propia dignidad de parlamentarios.
Hace poco un Señor Diputado dijo públicamente que el Congreso no era refugio de delincuentes. Compartimos completamente esa afirmación, el Congreso no puede ser refugio de delincuentes ni de cobardes. Sacar a los delincuentes es tarea de los jueces. Sacar a los cobardes es tarea de los electores.
FERNANDO CORDERO RUSQUE
General Director ®
PRESIDENTE CUERPO DE GENERALES DE CARABINEROS