Con Eucaristía se inicia 'Mes del Adulto Mayor' en Osorno
En el marco de las celebraciones del “Mes del Adulto Mayor” durante octubre, Mons. René Rebolledo Salinas presidirá el domingo 7, a las 10.00 horas, la Eucaristía en el templo catedral “San Mateo”, oportunidad en la cual participan los Clubes del Adulto Mayor asociados a la Fundación Caritas diocesana y a las agrupaciones municipales. Posteriormente los presentes participarán del tradicional desfile en las inmediaciones de la Plaza de Armas osornina.
En este marco, el hermano Eduardo van Unen, asesor de la Pastoral del Adulto Mayor, entregó un saludo a quienes integran la tercera edad en la diócesis: “para nosotros, como Caritas Osorno, octubre es un mes de grandes bendiciones. El adulto mayor, con sus penas, dificultades y alegrías, es un ser humano importante para la sociedad, pues su experiencia de vida es digna de ser respetada y acogida por todos los hermanos y hermanas, siendo ellos parte del fundamento para la vida de mañana”.
Cabe señalar que, desde 1973, Caritas viene apoyando la atención pastoral a las personas ancianas en las parroquias, con un especial cuidado a los más abandonados, enfermos y carentes de apoyo social. Actualmente existen 18 grupos de adultos mayores en la diócesis, con 650 integrantes, todos coordinados por una directiva parroquial que se relaciona con la coordinación diocesana, entidad encargada de planificar, desarrollar y evaluar las actividades.
De este modo, la diócesis acoge el mensaje del Papa Benedicto XVI respecto a la relevancia de los adultos mayores en las comunidades, por cuanto “no se puede proyectar el futuro sin hacer referencia a un pasado rico en experiencias significativas y en puntos de referencia espiritual y moral. Pensando en los abuelos, en su testimonio de amor y de fidelidad a la vida, vienen a la memoria las figuras bíblicas de Abraham y Sara, de Isabel y Zacarías, de Joaquín y Ana, así como de los ancianos Simeón y Ana, o también Nicodemo: todos ellos nos recuerdan que a cualquier edad el Señor pide a cada uno la aportación de sus talentos” (Discurso a la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, abril 11 de 2008).
