Osorno: La dinámica natural del Parque IV Centenario en Peligro
Durante una hora de la tarde del sábado, los participantes de este primer encuentro, a pesar de la lluvia y del frío, logramos constatar que entre los principales elementos encontrados botados en este santuario de la naturaleza están las bolsas plásticas, las colillas de cigarrillos, papeles higiénicos, cajas de vino, botellas de distintos brebajes y muchas cajetillas de cigarrillos, entre otros. Aparentemente una parte de la gente que visita el Parque se va de picnic y olvidan la basura en el lugar.
Durante este recorrido, también nos percatamos de que muchos árboles están siendo amarrados con alambres en sus troncos principales. Aparentemente, es una práctica utilizada para secar el árbol y luego poder disponer de la leña de este. No sabemos quien o quienes son los responsables de dichas acciones que se constituyen en verdaderos atentados ecológicos.
Con mucha tristeza constatamos que también se esta haciendo un raleo de los renovales que dan hacia la carretera de Pilauco, seguramente, esto es el inicio de un trabajo mayor que lentamente comenzará a destrozar, encementar y urbanizar uno de los pocos lugares verdes, de contemplación de la naturaleza, de belleza escénica, de escape ante el agobio urbano, que va quedando a dos cuadras del mismo corazón de la ciudad. Nuestro Parque, lugar que ha acogido a muchas generaciones, esta viendo amenazada su integridad con tal.
Esta iniciativa, de crear con acciones concretas, la defensa del Parque IV Centenario de Osorno, obedece a los planes municipales emprender un mejoramiento que se pretende realizar en el Parque IV Centenario, lo cual implica una inversión de 2 mil 500 millones con cargo al fondo regional los que se utilizarán para potenciar esta área verde como una zona botánica donde niños y adultos puedan conocer la flora existente en la región. Así como además, se habilitarán los terrenos con juegos infantiles y paseos recreativos, se colocarán máquinas de ejercicios para adultos, asientos y pavimentos para la circulación peatonal y vehicular, y la construcción de una costanera, un cierre perimetral de todo el entorno al parque y el mejoramiento integral del puente peatonal de 27 metros de largo.
A simple vista, la idea resulta atractiva, sobre todo si consideramos que quizás se pretende hacer algo similar a lo que se hizo en el borde rio entre Rahue y Ovejería, donde exactamente existe toda una urbanización del lugar tipo plazoleta con juegos infantiles, maquinas de ejercicio y que por cierto fue bastante visitada por los vecinos de la ciudad y visitantes de otros lugares de Chile. Sin embargo, ejecutar obras de esa misma envergadura - donde un porcentaje importante de las transformaciones significan encementar -, en lo que es y ha significado siempre el Parque IV Centenario, es decir un lugar de armonía natural, de contemplación de la belleza escénica, sin duda constituye un delito ético y moral al ecosistema y la dinámica natural de ese espacio. Hay evidentes contradicciones al querer compatibilizar un espacio botánico y al mismo tiempo construir senderos de cemento donde además transitarán vehículos. Nuestra ciudad acaba de ser declarada zona saturada por la cantidad de material particulado fino en suspensión y justamente son las áreas verdes, los pulmones verdes, los que ayudan a contrarrestar este tipo de contaminación. Una razón más para no intervenir urbanamente, ni encementar, el Parque IV Centenario de Osorno.
Por último, queremos proponer que se reevalúe la intervención que se pretende realizar en el Parque, que se incluyan mesas de discusión con la comunidad y que estas incluyan a organizaciones preocupadas por la protección del medioambiente y en lo posible expertos en el manejo de áreas silvestres, es decir, personas preparadas y que decidan mediante criterios técnicos y no de cálculos económicos cortoplacistas, que se difundan las iniciativas. Y que por sobre todo se analice la posibilidad de hacer del Parque Cuarto Centenario de Osorno el primer Jardín Botánico de la Ciudad. Los Jardines botánicos son espacios de conservación, de educación, de investigación científica. Sin duda es la mejor apuesta a largo plazo, si sobre todo queremos mejorar la calidad de vida y la educación de nuestro país y de nuestra zona. ¿Por qué Osorno no puede tener el suyo?
Francisco Vargas Flores
Profesor de Historia y Geografía
