Qué hermoso país es el que tenemos
Por: Hugo Pérez White.
Viajar al sur es una propuesta maravillosa y empezar en Puerto Montt es una experiencia de incalculables proyecciones donde cada canal, isla, árbol o cerro, parece que hablasen al viajero y susurrasen al oído hermosas melodías causando una agradable sensación de alivio espiritual.
Frente a Puerto Montt está la Isla Tenglo con su figura imponente y famosa por sus curantos en hoyo y siguiendo el borde costero está el balneario de Pelluco con sus vastas playas arenosas y el mar profundo hacia el Océano delimitando este inmenso mar las islas de Maillén y Huar y de pasada nos encontramos con la entrada al estuario de Reloncaví, desde donde se pueden apreciar muchas de sus bellezas naturales.
El sol sale de la mano con un fuerte viento sur conocido en la zona como “surazo”, fenómeno climático que es habitual en la zona y sin darnos cuenta nos encontramos frente a un cuadro de fantasía por su maravillosa policromía natural.
Luego se emprende viaje a Pargua, y ahí está el transbordador esperando con su proa abierta para recibir a los pasajeros, autos y camiones que esperan turno para ser embarcados y después de 30 minutos de navegación se cruza el Canal de Chacao lo que nos permitirá recorrer hermosos lugares y degustar de una excelente gastronomía.
Nuevamente estamos frente al mar que nos ha acompañado en nuestro recorrido y ahora nos predisponemos a navegar por los canales del sur y una barcaza tomará rumbo hasta Chacabuco principal puerto de la región de Aysén.
La navegación no siempre es benigna, pues, el temible Golfo Corcovado se porta a veces un poco agitado y en la madrugada después del mareo colectivo se empiezan a divisar las islas tapizadas de verde cubiertas de frondosos follajes de los árboles nativos que lo cubren todo y los canales muestran el movimiento permanente de lanchas y embarcaciones furtivas que buscan sus valiosos productos marinos por diversos lugares de los extensos canales todo lo cual incide a optar por unas excelentes vacaciones al sur de nuestra patria, dispuestos a descubrir sensaciones gratas.
Después de un largo período de navegación por los canales del sur se llega a la mítica patagonia desembarcando en el puerto de Chacabuco para iniciar desde este puerto otra aventura maravillosa, llena de paisajes y emociones nuevas.
Qué alegría se siente el poder grabar en las retinas del recuerdo estas lindas experiencias que ayudan a complementar nuestro acervo cultural.
Así es Chile, lleno de cosas nuevas, lugares maravillosos y climas diferentes difíciles de olvidar.
Ya se terminaron las vacaciones y los afortunados que lograron llegar hasta estos lugares maravillosos del sur, nunca olvidarán las lindas experiencias obtenidas en sus cabalgatas vadeando los ríos que atraviesan los senderos, ni las ascensiones a los volcanes que nos llama desde lejos con la magia de la blancura que cubre sus cráteres abiertos desde hace muchos años como tampoco olvidarán los sabores de las comidas y platos típicos que la han hecho famosa en todo el mundo como degustar el maravilloso curanto en hoyo característico de la provincia de Chiloé, los mariscos y pescados de la zona de Puerto Montt y alrededores y el paisaje que todos los días nos muestra un cuadro distinto para contemplar.
Así de hermoso y acogedor es nuestro sur y así es nuestro país al cual sólo aprenderemos a quererlo en la medida que tomemos la decisión de programar nuestras futuras vacaciones a sus distintas regiones ya que cada una de ellas tienen sus propias ofertas turísticas y en la medida que lo vayamos conociendo, Chile se irá proyectando en las futuras generaciones.
Viajar al sur es una propuesta maravillosa y empezar en Puerto Montt es una experiencia de incalculables proyecciones donde cada canal, isla, árbol o cerro, parece que hablasen al viajero y susurrasen al oído hermosas melodías causando una agradable sensación de alivio espiritual.
Frente a Puerto Montt está la Isla Tenglo con su figura imponente y famosa por sus curantos en hoyo y siguiendo el borde costero está el balneario de Pelluco con sus vastas playas arenosas y el mar profundo hacia el Océano delimitando este inmenso mar las islas de Maillén y Huar y de pasada nos encontramos con la entrada al estuario de Reloncaví, desde donde se pueden apreciar muchas de sus bellezas naturales.
El sol sale de la mano con un fuerte viento sur conocido en la zona como “surazo”, fenómeno climático que es habitual en la zona y sin darnos cuenta nos encontramos frente a un cuadro de fantasía por su maravillosa policromía natural.
Luego se emprende viaje a Pargua, y ahí está el transbordador esperando con su proa abierta para recibir a los pasajeros, autos y camiones que esperan turno para ser embarcados y después de 30 minutos de navegación se cruza el Canal de Chacao lo que nos permitirá recorrer hermosos lugares y degustar de una excelente gastronomía.
Nuevamente estamos frente al mar que nos ha acompañado en nuestro recorrido y ahora nos predisponemos a navegar por los canales del sur y una barcaza tomará rumbo hasta Chacabuco principal puerto de la región de Aysén.
La navegación no siempre es benigna, pues, el temible Golfo Corcovado se porta a veces un poco agitado y en la madrugada después del mareo colectivo se empiezan a divisar las islas tapizadas de verde cubiertas de frondosos follajes de los árboles nativos que lo cubren todo y los canales muestran el movimiento permanente de lanchas y embarcaciones furtivas que buscan sus valiosos productos marinos por diversos lugares de los extensos canales todo lo cual incide a optar por unas excelentes vacaciones al sur de nuestra patria, dispuestos a descubrir sensaciones gratas.
Después de un largo período de navegación por los canales del sur se llega a la mítica patagonia desembarcando en el puerto de Chacabuco para iniciar desde este puerto otra aventura maravillosa, llena de paisajes y emociones nuevas.
Qué alegría se siente el poder grabar en las retinas del recuerdo estas lindas experiencias que ayudan a complementar nuestro acervo cultural.
Así es Chile, lleno de cosas nuevas, lugares maravillosos y climas diferentes difíciles de olvidar.
Ya se terminaron las vacaciones y los afortunados que lograron llegar hasta estos lugares maravillosos del sur, nunca olvidarán las lindas experiencias obtenidas en sus cabalgatas vadeando los ríos que atraviesan los senderos, ni las ascensiones a los volcanes que nos llama desde lejos con la magia de la blancura que cubre sus cráteres abiertos desde hace muchos años como tampoco olvidarán los sabores de las comidas y platos típicos que la han hecho famosa en todo el mundo como degustar el maravilloso curanto en hoyo característico de la provincia de Chiloé, los mariscos y pescados de la zona de Puerto Montt y alrededores y el paisaje que todos los días nos muestra un cuadro distinto para contemplar.
Así de hermoso y acogedor es nuestro sur y así es nuestro país al cual sólo aprenderemos a quererlo en la medida que tomemos la decisión de programar nuestras futuras vacaciones a sus distintas regiones ya que cada una de ellas tienen sus propias ofertas turísticas y en la medida que lo vayamos conociendo, Chile se irá proyectando en las futuras generaciones.
Twittear
Seguir a @paislobo