Desconfié y prevenga estafas

Fuimos educados en la buena fe, aprendimos a confiar en la palabra de las personas, por otra parte, reconocemos y respetamos el prestigio que proyectan las instituciones. Pues bien, el manejo de este comportamiento esperado, permite a los estafadores reactivar una modalidad delictual de engaño para defraudar, que tuvo su punto más alto entre los años 2009 y 2010, pero que este último tiempo ha vuelto a resurgir. La “estafa telefónica”, se nutre de estos dos componentes para elaborar su engaño, es decir, la buena fe y el prestigio de una institución como es Carabineros de Chile, en consecuencia, la puesta en escena empleada es conocida y publicitada, pero de igual modo, la conjunción de dichos elementos, logran en la potencial víctima, hacer que se represente la existencia de un hecho real, no logrando advertir el engaño.

Cuando recibimos un llamado telefónico donde el emisor de la comunicación se identifica como funcionario de carabineros, nuestra conducta ya está siendo condicionada por el estafador, tendemos a aceptar sin mayores cuestionamientos estar en contacto con un funcionario policial; seguidamente, se incorpora por el timador el condimento más importante del engaño, esto es, la información personal que se tiene de la víctima o de sus familiares, pues bien, el manejo de estos antecedentes activa nuestra credulidad sin cuestionamiento, ¿Cómo no creer en un llamado telefónico que hace un carabinero, más aún, si éste maneja datos personales y familiares de quien recibe la comunicación?.

La puesta en escena es conocida, por lo general un accidente de tránsito que involucra a un miembro de la familia, con datos tan correctos que hacen referencia a la identidad de un familiar cercano, de quien se dice se encuentra accidentado y la identificación de su vehículo, el cual por supuesto a participado en el siniestro. Consecutivamente se comunica la tragedia, imprimiendo dramatismo al engaño, indicándose que ha resultado lesionada una mujer embarazada, alguna persona mayor de edad o niños, por lo que su familiar a quedado detenido. Una vez, que el timador ha captado su atención y no surgen cuestionamientos, se presenta la petición, por lo general dinero que hay que depositar en la cuenta de un familiar del accidentado, como condición para dejar sin efecto la denuncia, para el pago de las atenciones médicas o para el pago de la fianza, a fin de que su familiar recupere su libertad. La carnada ha sido tirada y el anzuelo ha picado, la víctima de la estafa no sólo se siente comprometida en ayudar a su familiar a recuperar su libertad, sino también, se siente solidariamente responsable del supuesto accidente que éste causó, y está dispuesta a colaborar con dinero para auxiliar a su pariente y mitigar el daño causado.

No obstante, al llamado de las autoridades advirtiendo de este tipo de estafas, hay personas que igual caen en el engaño; ¿el por qué de ello?, es fácil de contestar. Fuimos educados para cree en aquella persona que nos conoce, hoy en día, quien maneja datos reservados y privados de nuestra vida y de nuestros familiares se transforma en una persona confiable. El problema, es que consciente o inconscientemente todos los días entregamos datos personales a personas desconocidas, a la salida de un supermercado o tienda comercial, cuando se nos solicita contestar una encuesta de satisfacción, cuando se nos ofrece una tarjeta de crédito, cuando aceptamos como amigos en la plataforma de facebook a desconocidos, dándoles acceso a nuestra información personal, cuando contestamos encuestas telefónicas o por Internet… entre otras…. Haga un ejercicio, escriba su nombre en el motor de búsqueda de su navegador de Internet, y se puede llevar una sorpresa…

Así, como la trampa es conocida, la solución para no caer en el timo o engaño también es fácil, desconfíe, pierda un minuto de su tiempo y no el dinero que se le exige, sólo basta chequear la información que recibe, es decir, pedirle al supuesto carabinero la identificación de la comisaría que adoptó el procedimiento, cuelgue el teléfono y llame a la unidad policial para verificar la situación, si tiene dudas, llame a los teléfonos de información de la policías para verificar la detención de su familiar; también puede comunicarse directamente con su pariente supuestamente accidentado, o tomar contacto con su lugar de trabajo, lo que le permitiría constatar el estado de su familiar. Recuerde, la policía está obligada a comunicar a familiares o a quien se designe sobre la detención de personas y el lugar de detención donde ésta se encuentra, pero nunca le solicitarán el pago de dinero por concepto de fianza u otros, ni serán interlocutores o enlace para el depósito de dinero a cuentas de terceras personas. Finalmente, evite entregar datos personales a desconocidos, o filtrar su vida personal en las redes sociales, ello solo ayuda al estafador a considerarla como potencial víctima de su engaño.

Claudio Villalobos Gatica.
Comisario
Jefe Brigada Investigadora de Delitos Económicos Puerto Montt
Policía de Investigaciones de Chile
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