Cuidados de la voz en temporada de invierno
El frío invernal llega hasta nuestras casas y lugares de trabajo, la lluvia además del omnipresente
viento parece que quisieran ocupar todos los lugares y espacios de nuestra ciudad. ¿Qué hacemos
nosotros frente a esto?, sacamos parcas, bufandas y guantes, ponemos más leña en la chimenea.
Vemos que el cierre de nuestras puertas y ventanas sea hermético. Pero en muy pocas ocasiones nos detenemos a pensar cómo proteger nuestra voz en esta estación. En mis años atendiendo pacientes vocales siempre me ha llamado la atención como se multiplican las disfonías en este tiempo. Nada de raro tienen que nuestra voz falle, vamos del mate o cafecito al frío más inclemente, nos reunimos en lugares lo más “calientitos” que se pueda, antes de salir a mojarnos en la lluvia. Todo este cambio brusco de temperatura genera tensiones musculares excesivas en nuestra laringe que repercuten directamente en nuestra voz. ¿Pero qué podemos hacer para cuidarnos de la forma debida?, existen una seria de simples medidas que podemos tomar para poder ganarle al invierno en lo que a nuestra voz se refiere. Primero debemos cubrir nuestro cuello con bufandas o pañuelos para que el cambio de temperatura no sea brusco, esto evitara que un área tan delicada este expuesta al frío.
Mantenerse hidratado es fundamental para cuidarnos de las bajas temperaturas. Así como en esta estación se reseca la piel o el pelo, lo mismo ocurre con las cuerdas vocales que deben forzarse un poco más para poder hablar. Al beber 2 litros de agua al día las mantenemos hidratadas y en buen estado.
Otra medida importante es disminuir la ingestas de bebidas con cafeína, que envés de hidratarnos generan el efecto contrario, resecando nuestras cuerdas vocales, las podemos sustituir por infusiones sin teína como el agua de manzanilla o boldo.
Si nos resfriamos es fundamental tomar los medicamentos pertinentes recetados por nuestro médico. La tos constante daña las cerdas vocales y afecta tu voz. Otra cosa que se debe tener en cuenta es tratar de no carraspear, esto lo podemos sustituir por la ingesta de líquido cuando sentimos sensación de picor en nuestra garganta.
No debemos forzar la voz en esta época, esto lleva a realizar una tensión excesiva a nuestra laringe haciendo que terminemos difónicos. No grites y habla de forma natural tratando de tensar el cuello lo menos posible.
Finalmente tenemos que tener cuidado con el aire excesivamente seco, producto del uso de nuestra querida estufa o chimenea. La poca humedad del aire dentro de nuestras casas y lugares de trabajo es nocivo para tu voz. Para humedecerlo solo un poco (mucho no es bueno para las vías respiratorias) podemos poner cascaras de naranja sobre la estufa, además de aromatizar el ambiente nos ayudara a que no se resequen nuestras cuerdas vocales.

Victor Calvo
Fonoaudiólogo Universidad Santo Tomás
Vemos que el cierre de nuestras puertas y ventanas sea hermético. Pero en muy pocas ocasiones nos detenemos a pensar cómo proteger nuestra voz en esta estación. En mis años atendiendo pacientes vocales siempre me ha llamado la atención como se multiplican las disfonías en este tiempo. Nada de raro tienen que nuestra voz falle, vamos del mate o cafecito al frío más inclemente, nos reunimos en lugares lo más “calientitos” que se pueda, antes de salir a mojarnos en la lluvia. Todo este cambio brusco de temperatura genera tensiones musculares excesivas en nuestra laringe que repercuten directamente en nuestra voz. ¿Pero qué podemos hacer para cuidarnos de la forma debida?, existen una seria de simples medidas que podemos tomar para poder ganarle al invierno en lo que a nuestra voz se refiere. Primero debemos cubrir nuestro cuello con bufandas o pañuelos para que el cambio de temperatura no sea brusco, esto evitara que un área tan delicada este expuesta al frío.
Mantenerse hidratado es fundamental para cuidarnos de las bajas temperaturas. Así como en esta estación se reseca la piel o el pelo, lo mismo ocurre con las cuerdas vocales que deben forzarse un poco más para poder hablar. Al beber 2 litros de agua al día las mantenemos hidratadas y en buen estado.
Otra medida importante es disminuir la ingestas de bebidas con cafeína, que envés de hidratarnos generan el efecto contrario, resecando nuestras cuerdas vocales, las podemos sustituir por infusiones sin teína como el agua de manzanilla o boldo.
Si nos resfriamos es fundamental tomar los medicamentos pertinentes recetados por nuestro médico. La tos constante daña las cerdas vocales y afecta tu voz. Otra cosa que se debe tener en cuenta es tratar de no carraspear, esto lo podemos sustituir por la ingesta de líquido cuando sentimos sensación de picor en nuestra garganta.
No debemos forzar la voz en esta época, esto lleva a realizar una tensión excesiva a nuestra laringe haciendo que terminemos difónicos. No grites y habla de forma natural tratando de tensar el cuello lo menos posible.
Finalmente tenemos que tener cuidado con el aire excesivamente seco, producto del uso de nuestra querida estufa o chimenea. La poca humedad del aire dentro de nuestras casas y lugares de trabajo es nocivo para tu voz. Para humedecerlo solo un poco (mucho no es bueno para las vías respiratorias) podemos poner cascaras de naranja sobre la estufa, además de aromatizar el ambiente nos ayudara a que no se resequen nuestras cuerdas vocales.

Victor Calvo
Fonoaudiólogo Universidad Santo Tomás







