INIA entrega recomendaciones a ganaderos para que puedan enfrentar intensas lluvias

Una serie de recomendaciones para los productores ganaderos y medidas para enfrentar las abundantes e intensas lluvias en gran parte de la Región de Los Lagos, así como los efectos de éstas, dio a conocer el especialista en praderas y cultivos forrajeros del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Alfredo Torres, luego de que sólo entre el 1 y el 10 de junio, se alcanzaran cifras de precipitaciones por sobre los 238 milímetros promedio en la zona, superando así el total de un junio normal en años anteriores: 220 mm.

“Las fuertes lluvias sobre las praderas y cultivos en esta época del año son poco útiles, ya que gran parte de ellas escurren superficialmente, causando erosión y terminan en los cauces de agua con destino al mar. Asimismo, dada la intensidad, es poco lo que se infiltra en el suelo para recuperar las napas freáticas, pozos y vertientes”, indicó Torres.

En efecto, si observamos las cifras que dio a conocer el ingeniero agrónomo del INIA Remehue, Rodrigo Bravo, a cargo de las estaciones de la Red Agrometeorológica de INIA (http://agromet.inia.cl), los promedios de precipitaciones en tres de las cuatro provincias de la región, entre el 1 y el 10 de junio, superan ampliamente al de otros años en la misma fecha. Este año en los 10 primeros días del mes, se alcanzaron los 238 milímetros en la Provincia de Osorno; los 255 en la Provincia de Llanquihue y los 157 en la Provincia de Chiloé, totales en los que el 70% sólo cayeron sumando los días 1, 2 y 10 de junio.

Basándose en estas cifras, el INIA, a través de su experto en praderas y cultivos forrajeros, explicó que la precaución más importante es proteger las praderas de los efectos dañinos del pisoteo de los animales, en un suelo sobre saturado de agua, debido a que se rompe la estructura del suelo, provocando su posterior compactación, perdida de espacios porosos y por lo tanto, disminución en la oxigenación de las raíces y pérdida de la capacidad de infiltración de agua.

Tal como explicó Torres, “la recuperación de esta estructura es lenta, por lo que es aconsejable dejar los animales en pasillos, callejones, patios de alimentación o sacrificar un potrero”.

Agrega que además es importante tener protecciones contra condiciones climáticas para los animales, “por ejemplo: cortinas cortavientos, privilegiar potreros con matorrales o topografía que permita el resguardo del ganado, ya que el viento es uno de los factores climáticos que más afecta a los animales. En este sentido, INIA recomienda preocuparse primero de los animales más pequeños, los enfermos y los que estén en mal estado corporal, los cuales se deben resguardar en galpones o instalaciones abrigadas para evitar enfermedades, posibles muertes de ganado y/o excesivas pérdidas de peso”.

Siembra y praderas

Respecto a las siembras y regeneraciones realizadas en febrero-marzo, Torres explicó que es importante observar posibles problemas de plagas (por ejemplo babosas) y de malezas, para proceder a su control.

Asimismo, “las praderas nuevas que ya estén listas para su primera utilización, pastorearlas con animales livianos, con una alta carga y por un período de no más de 2 horas. Están listas para esta medida las praderas que al ser pastoreadas se le cortan las hojas y no son arrancadas con raíces”.

En cuanto al manejo de praderas, el experto enunció que en este período los rezagos entre una utilización y otra aumentan de 40 a 60 días por lo menos, para permitir que la pradera recupere el nivel de carbohidratos de reserva.

“Durante junio se debe terminar con el muestreo de las praderas para evaluar la presencia de cuncunilla negra, la larva de este insecto en este mes se ubica a no más de 5 cm de profundidad, por lo que su detección debe centrarse en ese estrato. Esto nos permite controlar, si es necesario con productos como los reguladores de crecimiento que sólo matan insectos en estado de larva. Si pasamos al mes de julio la búsqueda debe realizarse a 10 cm y probablemente debamos usar insecticidas menos selectivos”, comentó.

Praderas y cultivos forrajeros

Los cultivos forrajeros estratégicos de otoño se están terminando (raps forrajero) y los de invierno en sus inicios de utilización (coles y rutabagas). Por tanto, Torres dijo que “es posible que las avenas sembradas tempranamente estén listas para su primer uso”.

Por último, respecto a los ensilajes de maíz cosechados en abril, el ingeniero agrónomo del INIA indicó que pueden comenzar a ser utilizados, “ya que son un muy buen complemento energético a los ensilajes de pradera”.

César Pardo
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