Recuperar confianzas entre profesores, alumnos, apoderados y autoridades es fundamental para una educación de calidad

El problema de la calidad de la educación no se va a solucionar nunca, si cada persona opina y da recetas sin saber a cabalidad lo que sucede en una sala de clases donde respiran, piensan e interactúan 45 alumnos provenientes de hogares con costumbres diferentes, conductas disímiles, comportamientos distintos y capacidades de aprendizajes variados.

La autoridad del profesor que antes se producía por el simple acto de presencia en el aula frente a una sala repleta de niños inquietos por aprender, el respeto a su condición de maestro y la confianza de los padres al entregar a sus hijos a un docente, eran actos personales que formaban un ambiente acogedor de convivencia recíproca que permitía respirar aires de satisfacción que se traducían en mejores rendimientos y opciones de mejor calidad educativa.

Es fundamental recuperar la confianza perdida y nunca es tarde para hacerlo y en esa actitud debemos estar todos los que deseamos que la educación debe ser de mejor calidad y también quienes piensan que la educación es el pilar fundamental para el desarrollo humano y la reserva moral de un país.

Hay aspectos administrativos y técnicos pedagógicos fáciles de implementar como es la disminución inmediata del número de alumnos por cursos.

Este cambio estructural va a significar un alto costo para las municipalidades porque implicará un aumento en la dotación de profesores y para compensar este gasto el Estado debe aumentar considerablemente la subvención escolar, pero, ahora que la reforma educacional traerá algunos cambios estructurales en educación y se anuncia la desmunicipalización de las escuelas que administran los alcaldes, no creo que sea factible a corto plazo reducir la matrícula por curso y recibir la subvención escolar por alumno asistente a clases que se verá disminuida por este concepto, salvo que se subvencione de alguna forma esta situación o se eleve considerablemente dicho pago por parte del Estado.

Muchas personas piensan que la calidad de la educación es un tema que se ha hecho popular hace poco tiempo, sin embargo, en la práctica no es así ya que la educación siempre estuvo ligada a la necesidad del hombre de perpetuar sus conocimientos desde tiempos inmemoriales y ha sido preocupación siempre de padres a hijos y de abuelos a nietos y así ha sido hasta la actualidad y por eso la preocupación e inquietud de muchos padres y apoderados que sus hijos no resulten afectados negativamente con tantos cambios y no se tome la ruta correcta ya que los efectos de una reforma educacional se verán recién a mediano plazo y para eso suceda deberán pasar varias generaciones más.

El Diccionario de la Real Academia Española define como calidad “al conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie”.

Cuando se establece una definición de un concepto, este lleva implícito un conjunto de operaciones las cuales permiten conocer en profundidad el concepto y si no existe la suficiente claridad acerca de la "educación de calidad", poco puede hacerse para diseñar un adecuado sistema que permita determinar sus resultados y poder evaluarlo positivamente y hacer las correcciones que sean necesarias que las circunstancias ameriten realizar y así progresivamente ir mejorando el sistema con el correr del tiempo.

Difícil tarea queda por dilucidar para lo cual los señores parlamentarios van a tener que informarse acabadamente de todos los problemas que hay que solucionar antes de hablar de mejorar la calidad de la educación, visitar en terreno a cada una de las escuelas que existen en sus distritos, conversar con los profesores de aulas, escuchar a los padres y apoderados y con todos aquellos que forman parte del sistema y en esta forma votar, aceptar o proponer modificaciones que sean necesarias a su sector y que influyan en todo el proceso nacional.


Hugo Pérez White - hugoperezwhite@gmail.com
Siguiente Anterior
*****