El uso y abuso de psicofármacos en los hogares del Sename

El expediente judicial y el historial clínico de Lissette son la mayor prueba de que el sistema del Sename colapsó. Antes de morir, por seis años transitó entre su casa familiar y los hogares estatales sin tener jamás un tratamiento adecuado para los abusos que sufrió.

Sus crisis se hicieron frecuentes e intensas hasta llegar a ingerir tres dosis de psicofármacos al día. CIPER accedió al listado de compras de psicofármacos del servicio y al recorrer sus centros constató su uso sin control y cómo sirven para tranquilizar y castigar a los menores en medio del hacinamiento y la falta de educadores.



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