CAE y crecimiento en Educación Superior
Por Ramón Rubio, director ejecutivo AIEP Sede Osorno.
Han llamado mi atención diversos artículos o columnas de opinión que hacer referencia al CAE y su impacto en el crecimiento de las instituciones. Busqué y leí, por tanto, el documento de la Fundación Sol al cual hacen referencia, “Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso CAE”, muy interesante estudio, que como la mayoría de los documentos de análisis, requieren ser complementado para validar hipótesis distintas a las definidas originalmente. El documento hace referencia al CAE y su impacto en el endeudamiento de los beneficiarios, así como el “potencial” beneficio a la banca. Al respecto, sólo agregaría al estudio que el CAE no lo administran los Bancos, sino la comisión ingresa, que su tasa anual es inferior a la tasa mensual de cualquier casa comercial y que hace al sistema sustentable, por cuanto hay retorno de recursos al fondo, en proporción a los ingresos obtenidos una vez egresados los beneficiarios.
Es posible que el CAE pueda ser mejorado aún más y es probable que los mecanismos de financiamiento también, pero me parece un tanto errado relacionar el CAE con el crecimiento de algunas instituciones, por cuanto los estudiantes primero eligen el lugar donde quieren estudiar y luego se aplica el mecanismo de financiamiento, otorgando libertad al individuo de elegir racionalmente el lugar donde desea adquirir competencias para su desarrollo profesional y un mejor futuro.
Respecto de las conclusiones de crecimiento, basado meramente en el estudio de la fundación Sol, me parece carecen de peso técnico, por cuanto una conclusión así deberían analizar además variables fundamentales como: niveles de inversión de dichas instituciones, composición del crecimiento (Carreras, sede, campus, etc) y por sobre todo calidad certificada o acreditación institucional y de carreras.
Ciertamente compartimos el interés de que más estudiantes vulnerables accedan a la Educación Superior, aunque lo relevante no es sólo el acceso, sino que indivisiblemente debe estar asociado a mayor calidad, mayor número de años de acreditación, mayor cantidad de carreras acreditadas y mayor cantidad de certificaciones internacionales prestigiosas. ¿No será esa una “verdad” más profunda en la educación Superior?, más aún si sabemos que aún existen instituciones vinculadas a universidades estatales, que no están acreditadas.
Fuente: Ramon.Rubio@aiep.cl
Han llamado mi atención diversos artículos o columnas de opinión que hacer referencia al CAE y su impacto en el crecimiento de las instituciones. Busqué y leí, por tanto, el documento de la Fundación Sol al cual hacen referencia, “Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso CAE”, muy interesante estudio, que como la mayoría de los documentos de análisis, requieren ser complementado para validar hipótesis distintas a las definidas originalmente. El documento hace referencia al CAE y su impacto en el endeudamiento de los beneficiarios, así como el “potencial” beneficio a la banca. Al respecto, sólo agregaría al estudio que el CAE no lo administran los Bancos, sino la comisión ingresa, que su tasa anual es inferior a la tasa mensual de cualquier casa comercial y que hace al sistema sustentable, por cuanto hay retorno de recursos al fondo, en proporción a los ingresos obtenidos una vez egresados los beneficiarios.
Es posible que el CAE pueda ser mejorado aún más y es probable que los mecanismos de financiamiento también, pero me parece un tanto errado relacionar el CAE con el crecimiento de algunas instituciones, por cuanto los estudiantes primero eligen el lugar donde quieren estudiar y luego se aplica el mecanismo de financiamiento, otorgando libertad al individuo de elegir racionalmente el lugar donde desea adquirir competencias para su desarrollo profesional y un mejor futuro.
Respecto de las conclusiones de crecimiento, basado meramente en el estudio de la fundación Sol, me parece carecen de peso técnico, por cuanto una conclusión así deberían analizar además variables fundamentales como: niveles de inversión de dichas instituciones, composición del crecimiento (Carreras, sede, campus, etc) y por sobre todo calidad certificada o acreditación institucional y de carreras.
Ciertamente compartimos el interés de que más estudiantes vulnerables accedan a la Educación Superior, aunque lo relevante no es sólo el acceso, sino que indivisiblemente debe estar asociado a mayor calidad, mayor número de años de acreditación, mayor cantidad de carreras acreditadas y mayor cantidad de certificaciones internacionales prestigiosas. ¿No será esa una “verdad” más profunda en la educación Superior?, más aún si sabemos que aún existen instituciones vinculadas a universidades estatales, que no están acreditadas.
Fuente: Ramon.Rubio@aiep.cl