La terapia del Queso

Por José Santos Barrios Químico Farmacéutico

Una de las principales causas de depresión del migrante es la carencia de sus alimentos típicos.

Luego de ver en las redes sociales que la frase "queso venezolano" era algo más que común, como buen farmacéutico decidí emprender un experimento social, para obtener el medicamento perfecto, con un efecto terapeútico de acción inmediata, que frenara in so facto la tasa de depresión antes mencionada.

La rutina comienza con una invitación a la elaboración de un curso de queso, para saciar una de las principales ansiedades "comer queso con sabor a Venezuela" ; la mañana nos envuelve en  un recorrido por el principal mercado de Osorno, donde el estudiante conoce los proveedores de leche, pero esto va más allá, pues lo que busco es que socialicen con el humilde productor chileno y se logre la verdadera integración; posterior a esta fase inicial llegamos al area  de trabajo, nuestro laboratorio, la sala de mi casa, rodeada de instrumentos musicales, con olor a café, con música típica venezolana y justo en ese momento viene la explicación teórica del trabajo que haremos, el momento es cumbre, se produce la magía, se iluminan las caras hábidas de recibir el conocimiento;  filtramos la leche,  cuajamos y durante 45 minutos intercambiamos experiencias, comenzando por lo nostalgico, seguido de reflexión pero inyectando una  buena dosis de optimismo con matices de sentido de superación ante nuestras adversidades, el tiempo  justo nos lleva  a desayunar  unas ricas arepas rellenas de la exclusiva  receta que se traduce como un  sabroso revoltillo de huevos al que bauticé como perico-parrillero;  con barriga llena corazón contento sigue el proceso de manufactura hasta que nos llega la hora de repartir en partes iguales el fruto de nuestro esfuerzo, el sabroso queso Venezolano, un verdadero motivo para compartir y disfrutar de "La Terapia del Queso".



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