Leche que no es leche: Los “ordeñadores” de cocos, soja y otros vegetales

Si ya tuvo bastante con saber que buena parte de los quesos laminados que se venden en Chile no se fabrican en nuestro país –el 22% de la oferta de lácteos traducidos a litros proviene del exterior- y que la mayor parte de la leche se seca para luego echarle agua antes de elaborar productos “reconstituidos”, hay otra verdad a medias que los consumidores poco atentos no logran captar: las “leches” que no tienen nada más que vegetales y proteínas añadidas, sin una gota de leche real.

“Creí que la leche de almendra o de soya era como leche mezclada con vegetales, así como leche con chocolate. Con la de almendras me pasó lo mismo”. Puede que este caso le parezca extremo, pero es muchísimo más común de lo que usted cree: sino, las autodenominadas “leches” que no tienen leche sino son sólo vegetales elaborados, no estarían tan interesadas en no perder el privilegio de usar la denominación.

Lo más extraño del caso, sin embargo, es que muchas de las procesadoras de lácteos, incluida Colun, están dispuestas a hacer vista gorda al engaño, según señaló en el foro de País Lobo Arturo Caro: “el otro gran invitado de piedra en productos lácteos es la licitina de soja, que es un 100% transgénica y que trae trazas de herbicidas (…) y eso incluye a Colun”.

En septiembre de 2017, la Asociación de Productores de Valdivia, Aproval, inició una campaña para abrir los ojos de los consumidores: “la soja, las almendras, el coco y otros productos vegetales son “mágicamente ordeñados” por la industria. La irónica ficción va más allá: “la leche es lo que producen los mamíferos para alimentar a sus crías, nada más. Hoy, a varias cosas le llaman leche porque tienen un color blanquecino, pero no son leche. Lo que venden como leche de soja para consumo del público es una bebida que le dicen leche para ganar público”, explica Aproval. En estricto rigor, la única leche que existe es aquella que tiene un mínimo de 30 gramos por litro de sus proteínas (de las cuales al menos 70% son caseína). Así de simple.

La receta para la obtención de las llamadas “leches vegetales” es simple: se procesa la materia prima y se la hierve en agua durante varios minutos. El resultado es un líquido con las propiedades nutricionales propias del producto en cuestión, al que se le suelen agregar nutrientes, pero, según los especialistas, nunca se llega a los niveles de calorías y hierro que aportan las leches de origen animal, es decir, la leche. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) firma que “vulgarmente suele utilizarse el término ‘leche’ para mencionar líquidos obtenidos por prensado de algunos frutos o vegetales, frutas secas, etc., que nada tienen que ver con el producto genuino y que en algún caso pueden confundir al consumidor, que le puede atribuir propiedades que no contienen por el simple hecho de la mala utilización del término leche”.

En Europa, por ejemplo, las denominaciones de “leche” o “queso” no pueden utilizarse en productos de origen vegetal, ya que están reservadas a los alimentos de origen animal, según un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Sin embargo, en Chile todo es más difuso, como la poco clara rotulación sobre leche reconstituida y leche no reconstituida sobre la cual la mayor parte de los consumidores no pone atención, porque si llegara a enterarse que la “reconstitución” significa que la leche que salió de la vaca fue previamente secada para luego echarle agua, seguramente, no contarían con el mismo favor del público. Lo mismo si se visibilizara que hoy, un altísimo porcentaje de los quesos que se ofrecen en la góndola llegaron al país vía barco en grandes bloques que luego son laminados para ofrecerlas dentro de envases con nombres chilenos, pero que no tienen más que eso.

Esta arista, fue abordada por el diputado Fidel Espinoza por medio de una moción en la Cámara que busca rotular ambas cosas de mejor manera: que quesos son del exterior y qué productos se hacen con leche en polvo, tanto importada como nacional.

Aproval, en tanto, presentó en agosto de 2017, ante la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Los Ríos una denuncia en contra de dos supermercados ubicados en Valdivia -Jumbo de Cencosud y Unimarc de SMU- por comercializar una serie de productos líquidos de origen vegetal bajo la denominación de "leche", luego de que identificara que productos de origen vegetal son promocionados en los espacios reservados a los lácteos, lo que induce a los consumidores a confundirlos con la "leche", lo que, según aseguran, contraviene lo establecido en el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA).

"Estos productos, que por años se han venido promocionando y comercializando como 'leche', (...) no lo son ni en su definición legal ni en sus propiedades nutricionales", acusa el director ejecutivo de Aproval, José Luis Delgado.

Si bien inicialmente esta denuncia se presentó en la Región de Los Ríos, Aproval solicitó al Ministerio de Salud que la fiscalización a estos establecimientos comerciales se extienda a todo el país, sin que hasta ahora hayan existido novedades.

La lógica indica que tanto la cruzada de Aproval como la del diputado Fidel Espinoza están destinadas a convertirse en una sola.


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