Día mundial de los Océanos / ¿Día mundial contra el plástico?

Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl - Académico, Escritor e Investigador (PUC-UACh)


“El ser humano, ha demostrado claramente el desprecio que siente por el medio ambiente: es el autor directo de una isla de basura plástica de un millón seiscientos mil kilómetros cuadrados que flota libremente en el océano pacífico”.

De acuerdo con la información que entrega la página de la Universidad de Chile en la presentación territorial de nuestro país, el océano Pacífico baña las costas de Chile en una extensión de más de 8.000 kilómetros. Este es un dato muy importante a tener en cuenta, si pensamos que cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, fecha instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con dos grandes objetivos en la mira: proteger el medio ambiente de la contaminación y recordarle al mundo entero el importante rol que juegan los océanos en nuestras vidas y en el futuro de la Humanidad.

Junto con la Selva Amazónica, los océanos son los “pulmones” del planeta, ya que generan la mayor parte del oxígeno que respiramos. Y si hay algo que puede hacer reventar –literalmente– a estos pulmones, ese “algo” es el alto nivel de polución y contaminación generado por los infames desechos plásticos que se vierten cada día por toneladas en las aguas de nuestros mares, causando enormes daños a los recursos marinos y a la biodiversidad.

Algunos datos entregados por la organización Oceana Perú y las Naciones Unidas que demuestran lo anterior, son los siguientes: 1. El 80% de la contaminación de los océanos se produce por mano del ser humano. 2. Alrededor de 8 millones de toneladas de plástico terminan cada año en los océanos (lo que causa verdaderos estragos en la vida silvestre, la pesca, el turismo y la salud de las personas). 3. La contaminación por plástico le cuesta a la humanidad –no sólo a los océanos– la vida de más de un millón de aves y alrededor de 100.000 mamíferos marinos cada año. 4. La mitad de los arrecifes de coral ha desaparecido. 5. Los océanos son un 30% más ácidos en comparación con la era pre industrial. 6. Los océanos alimentan a diario a más de 500 millones de personas en el mundo, regulan el clima y protegen las costas.

Y un último dato a tener en consideración: los peces se comen el plástico de los océanos, a continuación de lo cual, nosotros nos comemos esos peces, con las nefastas consecuencias en salud que son de esperar.

Ahora bien, por si esta información aún no fuera suficiente –para efectos de despertar en todos nosotros un mayor grado de conciencia para el cuidado de nuestros océanos–, consignemos que el mes de mayo recién pasado, fue el mes de mayor concentración de CO2 en la atmósfera en la historia de este planeta. Por lo tanto, si queremos que los océanos dejen de ser el basurero mundial y el campo de prueba de armas nucleares, se requiere –con sentido de urgencia– consensuar un solo y gran objetivo conjunto: prevenir la contaminación, limpiar nuestros océanos y orientar todos los esfuerzos hacia océanos con desarrollo sostenible y sustentable, de otra forma, el futuro de la vida en este planeta así como la conocemos hoy, cesará de existir en un plazo de no más de 20 o 30 años.

Dado que el mar nos pertenece a TODOS NOSOTROS, habría que hacer caso a aquello que señala Antonio de Oliveira Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, quién señala que “Mejorar la salud de nuestros océanos es una prueba de multilateralismo, y no nos podemos permitir fallar. Debemos atajar juntos los problemas de gobernanza que nos han impedido avanzar”. Las razones del Secretario General de la Naciones Unidas, Sr. Guterres, para destacar esta necesidad de trabajo mancomunado, son muy simples, claras y muy peligrosas para el futuro de la humanidad: Los océanos de nuestro planeta se enfrentan a un cambio climático, a la sobrepesca, a la pesca ilegal y a un alto nivel de contaminación ambiental que está afectando gravemente la riqueza, pureza y la salud de los océanos.

El nivel del mar ha aumentado en más de 8 centímetros desde el año 1992, variable que pone en riesgo la vida de millones de personas que viven en las costas, así como de ciudades costeras enteras que pueden desaparecer bajo el mar.

Es tanta la cantidad de millones de toneladas de plástico que se arrojan a los océanos, que se calcula que para el año 2050 habrá más plásticos que peces en los mares.

La “isla de plástico” descubierta en el océano Pacífico en el año 1985 duplica fácilmente toda la superficie de Chile continental. Sólo a modo de comparación: Chile tiene una superficie de 756.102 kilómetros cuadrados, en tanto que la isla de plástico flotante tiene, hoy en día, la asombrosa cifra de 1,6 millones de kilómetros cuadrados.

A la gigantesca isla de plástico anterior, se suman otras cinco islas de basura plástica dispersas de menor tamaño, pero que crecen a medida que pasa el tiempo.

De acuerdo con una investigación de la revista Nature, el problema más grave, son los llamados “microplásticos”, es decir, pequeñas piezas de 0,05 a 0,5 centímetros que se van generando a medida que los trozos de mayor tamaño se separan, se deshacen y se extienden, aumentando la superficie de las islas.

Finalmente, no se puede dejar de mencionar, que los microtrozos de plásticos son ingeridos por los peces, los cuales, posteriormente, pasan, tal como se indicó más arriba, directamente a nuestros estómagos. Ahora bien, la peor noticia de todas, es que a los residuos plásticos que han sido comidos por los peces, hay que sumarle el arsénico, el mercurio, el cadmio y otros varios contaminantes tóxicos que han sido vertidos en los océanos, y que generan en los seres humanos una serie de graves enfermedades y trastornos de salud: cáncer, infertilidad, abortos espontáneos, Parkinson, autismo, pubertad precoz en las niñas, etc.

Por lo tanto, como sociedad, tenemos una gran responsabilidad y un tremendo desafío por delante: LIMPIAR Y SALVAR NUESTROS OCÉANOS, en función de lo cual, diversas son las cosas que podemos hacer nosotros mismos como individuos, entre ellas: proteger nuestro ecosistema y su biodiversidad, evitar la contaminación y la polución ambiental, eliminar los vertederos y cloacas que van a dar al mar, reducir el consumo de plástico y, paralelamente, cuidar de reciclar el plástico utilizado, entre varias otras formas de colaborar en la protección y cuidado de nuestros océanos.
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