Tomarnos los espacios y generar comunidad: Los barrios tienen el poder de cambiar la historia
Las áreas verdes destinadas a parques no tienen sentido si las vecinas y vecinos no las utilizan ni crean comunidad entorno a ellas.
Este fin de semana mientras la vorágine de las fiestas patrias absorbía al país y la mayoría de las personas transitaba entre las alternativas que entregaba el recinto SAGO y el parque Chuyaca, un grupo de vecinas y vecinos de Francke, dirigidos por su presidente de la Junta de vecinos Don Erwin Velásquez, decidieron darle vida a su propio parque en la actividad denominada “Fiesta Familiar Francke” llenando el verde prado bien mantenido con risas de niñas, niños y adultos al son de cuecas, bailes típicos, juegos y volantines.
Volver a verse de frente con los vecinos, intercambiar una sonrisa y ver cómo es que hoy son nuestros hijos e hijas quienes corren llenos de vitalidad, tal como solíamos hacerlo nosotros años antes. Nos hacen pensar en el poco provecho que sacamos de nuestros espacios y como nos hemos convertido en sujetos aislados que entran y salen de sus casas sin saber muchas veces siquiera el nombre de los vecinos del frente.
Son pocas las oportunidades para compartir una buena conversación o escuchar qué opinamos de los cambios del barrio, nos faltan actividades comunes y culturales. Esto porque el municipio solo fomenta actividades lejos del entorno, fiestas festivales y actos culturales son realizadas en el centro, obligándonos a salir de nuestro entorno y seguir siendo seres disfrutando individualmente de un buen show.
Por otro lado el trabajo asistencialista que han cultivado los partidos políticos y los gobiernos municipales al interior de las junta de vecinos han terminado quitándole identidad a los barrios, creando dirigentes dependientes del favor político y obligándolos muchas veces a participar de sus campañas política para poder tener esperanzas de conseguir un beneficio si su candidato logra el cargo anhelado. Así por años han ido apagando la iniciativa y el sentido de comunidad. Es más fácil gobernar cuando las personas actúan individualmente y eso les acomodado a los “representantes de la ciudadanía”.
Recuperar el uso de los espacios públicos y la vida comunitaria es responsabilidad de los buenos líderes y lideresas (de esos trajes elegantes que se sientan en cómodas sillas y dicen serlo) También es responsabilidad de los y las dirigentes vecinales que han sido mandatados o mandatadas por los vecinos para representarlos y no para sacar provecho particular. Pero sobre todo es responsabilidad nuestra, de las vecinas y vecinos de cada sector, nuestras juntas de vecinos son espacios para hacer comunidad y no motines políticos.
Querer nuestros barrios y tomar parte de ellos depende de nuestras ganas y nuestras manos, los que se quieran sumar a este trabajo bienvenidos, un buen barrio se construye con la fuerza de todas y todos. Convertir nuestro barrio en “Un Buen Barrio” es cambiar la historia. Maybelin Vargas Friedericksen
Maybelin Vargas Friedericksen
Este fin de semana mientras la vorágine de las fiestas patrias absorbía al país y la mayoría de las personas transitaba entre las alternativas que entregaba el recinto SAGO y el parque Chuyaca, un grupo de vecinas y vecinos de Francke, dirigidos por su presidente de la Junta de vecinos Don Erwin Velásquez, decidieron darle vida a su propio parque en la actividad denominada “Fiesta Familiar Francke” llenando el verde prado bien mantenido con risas de niñas, niños y adultos al son de cuecas, bailes típicos, juegos y volantines.
Volver a verse de frente con los vecinos, intercambiar una sonrisa y ver cómo es que hoy son nuestros hijos e hijas quienes corren llenos de vitalidad, tal como solíamos hacerlo nosotros años antes. Nos hacen pensar en el poco provecho que sacamos de nuestros espacios y como nos hemos convertido en sujetos aislados que entran y salen de sus casas sin saber muchas veces siquiera el nombre de los vecinos del frente.
Son pocas las oportunidades para compartir una buena conversación o escuchar qué opinamos de los cambios del barrio, nos faltan actividades comunes y culturales. Esto porque el municipio solo fomenta actividades lejos del entorno, fiestas festivales y actos culturales son realizadas en el centro, obligándonos a salir de nuestro entorno y seguir siendo seres disfrutando individualmente de un buen show.
Por otro lado el trabajo asistencialista que han cultivado los partidos políticos y los gobiernos municipales al interior de las junta de vecinos han terminado quitándole identidad a los barrios, creando dirigentes dependientes del favor político y obligándolos muchas veces a participar de sus campañas política para poder tener esperanzas de conseguir un beneficio si su candidato logra el cargo anhelado. Así por años han ido apagando la iniciativa y el sentido de comunidad. Es más fácil gobernar cuando las personas actúan individualmente y eso les acomodado a los “representantes de la ciudadanía”.
Recuperar el uso de los espacios públicos y la vida comunitaria es responsabilidad de los buenos líderes y lideresas (de esos trajes elegantes que se sientan en cómodas sillas y dicen serlo) También es responsabilidad de los y las dirigentes vecinales que han sido mandatados o mandatadas por los vecinos para representarlos y no para sacar provecho particular. Pero sobre todo es responsabilidad nuestra, de las vecinas y vecinos de cada sector, nuestras juntas de vecinos son espacios para hacer comunidad y no motines políticos.
Querer nuestros barrios y tomar parte de ellos depende de nuestras ganas y nuestras manos, los que se quieran sumar a este trabajo bienvenidos, un buen barrio se construye con la fuerza de todas y todos. Convertir nuestro barrio en “Un Buen Barrio” es cambiar la historia. Maybelin Vargas Friedericksen
Maybelin Vargas Friedericksen