Jugar el partido

Por Francisco Reyes C. Consejero Regional por Osorno

La reciente decisión forzada de la autoridad regional y la industria responsable de los desechos dejados por el navío Seikongen de concretar en silencio un Plan B de descarga y depósito final fuera de nuestra región y Osorno, como estaba planificado, sirve de lección y pone en perspectiva tres aspectos elementos fundamentales de lo que hoy debe ser la participación incidente en decisiones que nos impactan como comunidad.

La unión, articulación y acción generada en septiembre para rechazar una determinación adoptada entre gallos y medianoche y defendida enérgicamente por el intendente regional, logró visibilizar el problema, la amenaza y también propuestas que incluso van más allá de una carga de lodos.

La comunidad y actores sociales, medioambientales y también políticos decidieron espontáneamente “jugar el partido”, incluso con un resultado en contra, y no quedarse en la tribuna, desde la opinología intencionada del café o las redes sociales, como tantas veces ocurre.

Un partido duro que comenzó a hablar de ambientes libres de contaminación “a todo evento” y que hoy junto con identificar saturación en ríos urbanos y calidad de aire, localiza en el sector de Curaco una verdadera “zona de sacrificio” con grandes tres focos contaminantes que aquejan a sus comunidades.

Y digo un partido con un gol en contra, porque nadie, ni el más erudito analista, de los que a veces abundan, dimensionó que esa arbitraria decisión de depósito final en Osorno podría ser reversible desde la acción comunitaria o con muchos recursos de protección que busquen frenar o al menos evitar tamaño error autoritario.

Hubo que aguantar la presión, la descalificación, el oportunismo, el activismo desde la oficina e incluso las diferencias internas de un movimiento inicial compuesto por vecinos y algunos desconfiados del accionar político, y con cierta razón. Porque el “Caso Lodos” sólo es una señal más de una larga lista de antecedentes y hechos de daño medioambiental en que autoridades locales y regionales han tomado decisiones a espaldas de la ciudadanía, en el presente y en el pasado cercano, por ejemplo, acumulando basura de toda la provincia sin tratamiento en el mismo vertedero Curaco; construyendo con irregularidades de todo tipo un relleno sanitario que no avanza, menos su plan vial; o autorizando y extendiendo el funcionamiento de la planta de desechos industriales Ecoprial hasta 2037, sin un estudio de impacto ambiental ni considerar el daño colateral en la comunidad. Todo en el mismo radio, a pocos kilómetros del sector de Rahue.

Decidir jugar el partido fue trabajar colectivamente en juntar firmas, respetar la acción y la diversidad de otros y otras, apoyar marchas, y desde el Consejo Regional formalizar la solicitud de antecedentes y enfrentar la decisión de la autoridad. También gestionar junto a otras 5 instituciones y personas la presentación de acciones judiciales ante la corte valdiviana, ampliando la disputa por toda la cancha.

Las lecciones de articulación, resistencia y decisión deben ir acompañadas de proyección: poner la pelota en el piso, dimensionar el esfuerzo, contener las “cargas” en contra y contragolpear con sentido de equipo.

Jugar el partido y no sólo observarlo desde la tribuna nos lleva a un primer respiro de torneos más grandes, más complejos, con nuevos rivales, pero ahora con lecciones aprendidas que seguro convocarán a más equipo y relevo.

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