Rampa de lamilla complica a boteros de Angelmó
Denuncia Sindicato de Fleteros Marítimos Angelmó que este hecho provoca dificultades para desarrollar su trabajo.
Miembros del Sindicato de Fleteros Marítimos Angelmó, la organización más longeva de la ciudad puerto, vive hoy dificultades para realizar su trabajo. Las visitas que llegan a la ciudad no pueden subir a las embarcaciones por el muelle o rampla, ya que esta se encuentra cubierta de lamilla (alga) que hace resbaladizo su tránsito, con riesgo de caídas e impide subir a los botes, según lo expresa René Vidal miembro del sindicato desde el año '70.
Por su parte, Arnoldo Hoffman, vecino de Tenglo, que se traslada diariamente desde la isla a la ciudad de Puerto Montt, menciona la irregularidad en la Obra Rampla Fleteros Angelmó.
El problema se origina hace dos años cuando la Dirección de Obras Portuarias contrató la obra de mejoramiento de la rambla, señalan los afectados. A su juicio no se usaron los materiales adecuados para un muelle de estas características; ellos presenciaron los trabajos y estos no se realizaron con la rigurosidad esperada, y la empresa ejecutante, que era de Temuco, no tenía la experiencia en estos trabajos, incluso instalaron neumáticos nuevos para contención del atraque, expresa Vidal.
Ahora los trabajadores viven los efectos de estos malos trabajos. No sólo no pueden trabajar para ganarse el sustento, con la pesca mala y con la plaga de lobos. Este verano esperaban recuperarse, sin embargo eso no ocurrirá, comentan. Un muelle sin pasajeros mata al turismo de Angelmó que visita y recorre el canal de Tenglo en bote. El muelle se observa lleno de lamilla lo que es un peligro para bajar. Los visitantes se van por culpa de lamilla.
La denuncia apunta su malestar a la Dirección de Obras Portuarias contratante de estos trabajos, a la Dirección de Arquitectura que da el visto bueno al diseño de las obras publicas, a la Dirección del Territorio Marítimo, encargada del borde costero, al municipio local, que debe velar por los intereses de la ciudad, señala René Vidal, con molestia e impotencia.
Lo correcto sería volver a realizar estos trabajos, sino se corre el riesgo que su actividad de más de 50 años, vaya a morir, y con ello la pérdida de su fuente laboral, enfatiza René Vidal.
Directorio Provincial Central Unitaria
Noticia en desarrollo.
Fuente de la información: José J. Pacheco Sánchez
Miembros del Sindicato de Fleteros Marítimos Angelmó, la organización más longeva de la ciudad puerto, vive hoy dificultades para realizar su trabajo. Las visitas que llegan a la ciudad no pueden subir a las embarcaciones por el muelle o rampla, ya que esta se encuentra cubierta de lamilla (alga) que hace resbaladizo su tránsito, con riesgo de caídas e impide subir a los botes, según lo expresa René Vidal miembro del sindicato desde el año '70.
Por su parte, Arnoldo Hoffman, vecino de Tenglo, que se traslada diariamente desde la isla a la ciudad de Puerto Montt, menciona la irregularidad en la Obra Rampla Fleteros Angelmó.
El problema se origina hace dos años cuando la Dirección de Obras Portuarias contrató la obra de mejoramiento de la rambla, señalan los afectados. A su juicio no se usaron los materiales adecuados para un muelle de estas características; ellos presenciaron los trabajos y estos no se realizaron con la rigurosidad esperada, y la empresa ejecutante, que era de Temuco, no tenía la experiencia en estos trabajos, incluso instalaron neumáticos nuevos para contención del atraque, expresa Vidal.
Ahora los trabajadores viven los efectos de estos malos trabajos. No sólo no pueden trabajar para ganarse el sustento, con la pesca mala y con la plaga de lobos. Este verano esperaban recuperarse, sin embargo eso no ocurrirá, comentan. Un muelle sin pasajeros mata al turismo de Angelmó que visita y recorre el canal de Tenglo en bote. El muelle se observa lleno de lamilla lo que es un peligro para bajar. Los visitantes se van por culpa de lamilla.
La denuncia apunta su malestar a la Dirección de Obras Portuarias contratante de estos trabajos, a la Dirección de Arquitectura que da el visto bueno al diseño de las obras publicas, a la Dirección del Territorio Marítimo, encargada del borde costero, al municipio local, que debe velar por los intereses de la ciudad, señala René Vidal, con molestia e impotencia.
Lo correcto sería volver a realizar estos trabajos, sino se corre el riesgo que su actividad de más de 50 años, vaya a morir, y con ello la pérdida de su fuente laboral, enfatiza René Vidal.
Directorio Provincial Central Unitaria
Noticia en desarrollo.
Fuente de la información: José J. Pacheco Sánchez
