“Algo huele mal en Dinamarca”

Juan Carlos Velásquez Mancilla
Por Juan Carlos Velásquez Mancilla - Exconcejal de Osorno

Pronunciada por Marcelo, un guardia de palacio: “Algo huele mal en Dinamarca”, es la frase más recordada del drama de Williams Shakespeare, de 1601, ante el envenenamiento del Rey Hamlet a manos de su propio hermano Claudio, quien asume como soberano y se casa con reina Gertrudis, madre del homónimo príncipe, protagonista de la tragedia, joven empeñado en desvelar el origen de la putrefacción.

La misma pregunta está plenamente vigente en la municipalidad Osornina. ¿Qué pasa en la Municipalidad de Osorno, administrada hace ya 12 años (tercer período hasta el 2020) por el Alcalde, Sr. Jaime Bertín Valenzuela, contador, empresario exitoso según se dice, designado gobernador e intendente por los gobiernos concertacionistas y electo como jefe edilicio desde el 2008 a la fecha?

¿Podría cuestionar legítimamente un simple ciudadano osornino sorprendido ante hechos relevantes como son la nominación de nuestra ciudad como la segunda más contaminada de américa latina?

¿Por qué en vez de contar con un vertedero de punta en el acopio de la basura de siete comunas financiado por el Banco Alemán, el Municipio ha sido demandado por la empresa que se adjudicó la licitación?

Otras situaciones como la extracción ilegal de áridos del lechos de nuestros principales ríos que habría ocasionado el socavamiento de los pilares del puente Cancura que culminó con el fallecimiento de un joven de 20 años; o el descontento con el Mercado Municipal y el malestar de sus locatarios; o el descontento con los semáforos y la reciente licitación donde se solicitaban teléfonos celulares de alta gama, situación que no prospero producto de los cuestionamientos ciudadanos; y que se dice del millonario e irregular pago al Concejal Mario Troncoso de una indemnización que la propia Contraloría considero indebida. ¿No son parte de aquellos hechos dignos de cuestionamiento? ¿tenemos como ciudadanos derecho a cuestionar?



En el año 2006, mediante Decreto Supremo, la Presidenta Michelle Bachelet, inauguró el “Programa Quiero mi Barrio”, el cual, mediante un proceso participativo de la comunidad para mejorar la calidad de vida de los habitantes de barrios deteriorados, segregados y con vulnerabilidad social, tiene por objeto recuperar espacios públicos y entornos urbanos de las familias chilenas. El encargado de financiar este Programa es el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo o Serviu, con cargo al Presupuesto de la Nación respectivo, es decir con dinero de todos los chilenos, junto con otros aportes públicos y/o privados. Para la selección, el distrito interesado postula anualmente al Programa a través del “Consejo Vecinal”, órgano compuesto, entre otros miembros comprometidos con el desarrollo del barrio, por el Alcalde y las Juntas de Vecinos, quienes deben elaborar en conjunto un “Proyecto Integral”, que ha de concluir en un “Contrato de Barrio”. Luego de la suscripción vienen las fases de “Ejecución del Contrato”, “Informe final, Evaluación y Cierre”. Será, en fin, la Secretaría Regional del Minvu, a quien corresponde la implementación de la ejecución del programa, coordinar y supervisar a los consultores; sin perjuicio de que las ejecución de las obras físicas, según el deterioro, queden en manos del propio Serviu. No obstante, dicho programa, que contempla alrededor de 800 millones de pesos, se encuentra paralizado en nuestra ciudad desde hace dos años a la fecha (2017). ¿ Por qué?

Y así como la ciudad de Osorno es la única a quien el Papa Francisco le ha pedido disculpas por tratarnos de “tontos y zurdos” ante las manifestaciones contra Juan Barros por presunto encubrimiento de pedofilia, insinuando prejuiciosamente manipulación e inclinación política, así también Osorno es la única ciudad que desde el 2017 se encuentra en la imposibilidad de postular a dichos fondos. ¿ porque? Hoy el municipio de Osorno decide restituir fondos sustraídos al programa. ¿ quién sustrajo esos fondos? ¿o porque devolver algo que nadie había sustraído? ¿de dónde salen esos fondos reintegrados si cada peso municipal está asignado a una partida específica? ¿tiene el municipio osornino más excedentes disponibles y de libre uso para seguir reintegrando? ¿Quién autoriza la modificación presupuestaria para restituir fondos perdidos ?. La falta de información constituye un abuso. Un abuso que tiene olor extraño. Un Olor que nadie parece percibir y nadie quiere ventilar... entonces...¿ cómo va la cosa?.



Fuente de la información: Juan Carlos Velasquez Mancilla -
https://www.facebook.com/juancarlos.velasquezmancilla
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