La ayuda que viene: efectismo, centralismo y reclamo popular

La ayuda que viene: efectismo,  centralismo y reclamo popular
Por Francisco Reyes C., consejero regional Los Lagos

El improvisado anuncio presidencial de la compra de 2,5 millones de cajas de alimentos sin claridad en formas de adquisición y entrega efectiva a quienes lo necesitan, abrió interrogantes, legítimos cuestionamientos y por la condición de cuarentena obligada, peligrosa desesperación.

Lo peor, al reclamo popular como el generado en El Bosque, en el Gran Santiago, o en Rahue Bajo en Osorno, que viene de padecer confinamiento, se le hace frente con acción policial y no con ayuda.

Fue un anuncio efectista, centralista y en medio de una burocracia indolente con las urgencias que tiene la comunidad nacional y regional. Y además fue engañoso, porque finalmente se supo, a “cuenta gotas”, que dicho apoyo social se financiará con los fondos regionales -vía Fndr- y que las cajas adicionales, también pagadas con recursos propios y no del nivel central, vendrían a “reforzar” a las que el Consejo Regional aprobó hace ya un mes, pero que sigue a la espera de visaciones.

La ayuda que viene sigue siendo insuficiente y la logística presupuestaria que hemos podido conocer hasta ahora, errada y hasta abusiva con el escaso poder de decisión de los territorios, incluso en emergencia.

Lo que se busca es que los fondos regionales cubran el anuncio presidencial. No vienen más recursos, serán los mismos de lo que dispone la región, incluso ya mermados por recortes presupuestarios decretados por el Ministerio de Hacienda.



En efecto, la merma al Fndr 2020 ya superaría los 3 mil 700 millones de pesos y podría aumentar. En tiempos de pandemia, el centralismo arbitrario fue extremado entre oficios, trabas burocráticas y anuncios sin plan de acción.

Ya lo advertíamos hace algunas semanas por la extrema lentitud en la tramitación para la compra de más de 50 mil cajas de alimentos para las 30 comunas de la región, aún pendiente: “Mucho ruido y pocas nueces”.

Hoy, y con recursos de nuestra región, La Moneda fijó la compra y hasta el valor monetario de cada caja de alimentos que irá a un porcentaje de las familias que lo necesitan. De hecho, bajó el estándar fijado por el propio Gobierno Regional.

La descentralización real y efectiva se hace urgente; pero también, la transparencia en la información que exige la comunidad. Lo lógico es que un anuncio de emergencia se transforme en ayuda concreta, de manera rápida, y no termine agudizando una crisis que desde hace varias semanas se veía venir.


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