Por amor a nuestra tierra de San Juan de la Costa

Prosperina Queupuan Cheuquian  y su hija
Por Prosperina Queupuan Cheuquian candidata a alcaldesa San Juan de la Costa

La relación de hombre con la naturaleza es una temática relevante a partir de la necesidad de coexistir y establecer un equilibrio que conserve la riqueza natural y perpetúe la existencia del ser humano. Ahora bien, este tema ha tomado gran relevancia producto de los continuos informes, estudios, reportajes, entrevistas, etc., que acusan el gran deterioro de nuestro entorno natural.

Un daño que en su gran mayoría ha sido provocado por la mano del hombre y su ímpetu de desarrollo económico e industrial, acción que sin lugar a dudas ha gestado una sociedad de consumo carente de apego y respeto por la madre tierra, punto fundamental para que no se logre establecer la construcción de una identidad y, por ende, territorios.


Lo que quiero explicar es la relación territorial que debe existir entre el individuo y el lugar donde habita, ese apego y necesidad de protección que nace del mutuo beneficio, de la coexistencia positiva. Es importante diferenciar de la postura conservacionista y ecologista, las cuales buscan establecer el cuidado de la naturaleza y su biodiversidad pero sin la intervención del hombre, evitando así, toda posible destrucción o explotación de su riqueza.

Ambas posturas son altamente positivas para nuestro planeta, ya que aseguran la existencia de millones de especies de animales y plantas. Esta relación territorio – individuo establece los pilares de la visión de mundo que posee un grupo humano determinado, por ejemplo, el valor del mar para quien vive de la pesca, o la importancia de lluvia para quien vive la agricultura. Los pueblos originarios comprendieron que la forma de subsistir de manera armoniosa y respetuosa era cuidar su entorno y con esta acción se aseguraba el sustento de futuras generaciones, las cuales continuarían esta relación sustentable.

Dentro de San Juan de Costa podemos evidenciar como un espacio natural, establece nuestra identidad como pueblo y gesta la riqueza cultural que nos identifica como individuos. El territorio Cunco nos hace únicos, y conforma en su totalidad al pueblo Mapuche Huilliche, su cosmovisión y sabiduría, su relación con tierra y el mar.

En cada uno de nosotros se puede evidenciar cómo la mujer y el hombre puede coexistir con su entorno de manera cuidadosa, porque se nos ha enseñado que debemos sembrar para cosechar, cuidar para nutrir, mantener para disfrutar. Este conocimiento heredado nos ha permitido saber quiénes somos y hacia dónde vamos, librándonos del ímpetu comercial que prima en sociedad actual, que solo consume, destruye y abandona. Quien ha puesto sus manos en la tierra y mojado sus pies en el mar sabe la fortuna de tiene frente él.

Para concluir, quisiera manifestar la importancia que tiene el cuidar la riqueza natural de nuestra comuna, mantener la belleza de sus paisajes y el tesoro de su gente humilde. Todos nosotros constituimos un solo ser con la tierra, en una relación mutuo cuidado. Invito a preservar nuestra cultura, que ha sobrevivido y permanecido en el tiempo. Sigamos siendo por siempre “la gente de la tierra”.

Comunicado de Prensa / Fuente: Oficina Comunicaciones de P. Queupuan
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