Del dilatado arriendo para Registro Civil a las otras urgencias que abordar en Rahue

Dinelly Angulo
Por Dinelly Angulo, Presidenta Corporación Rahue, candidata a concejala por Osorno

Sólo el empuje de la organización vecinal y la insistencia de alguna autoridad con representación real en Rahue permitieron por fin el arriendo de las nuevas dependencias del Registro Civil en el sector.

Hubiésemos querido un edificio definitivo, pero al menos, que se nos asegure por seis años la atención pública en un espacio en dignidad, significa un avance reclamado por años y que con pandemia se hacía urgente. Las largas filas de personas provenientes de varios sectores rurales y adultos mayores rahuinos en las dependencias de calle Chillán, nos indignada y nos sigue indignando; y más aún, que el compromiso de arriendo que estuvo parado tras una licitación realizada y adjudicada, se hubiera seguido postergando bajo una justificación contradictoria de “austeridad” por parte del Gobierno. Era urgente cambiar el Registro Civil e Identificación y se ha logrado trabajando junto a la Unión comunal de Juntas de Vecinos de Osorno y Unión de comunal de Juntas de Vecinos rurales, empujando una decisión que sólo dependía del Ministerio de Justicia y la esquiva Dirección de Presupuesto. La tenacidad para plantearlo en lo público y oficiar a todo nivel derivó en el reciente anuncio de arrendamiento de un nuevo local en calle Antofagasta, al lado de la Sexta Compañía de Bomberos.


Pero el logro no es completo. Además de pedir que tras el arriendo la implementación y la habilitación del espacio se haga con sentido de urgencia, como corresponde, y porque el contexto de Pandemia lo amerita, insistiremos en visibilizar las carencias de servicios públicos en Rahue y la gestión criteriosa que autoridades locales no han hecho, mirando al cielo por años. Porque no era sólo un arriendo lo que exigimos desde nuestra gestión comunitaria como Corporación Rahue: se justifica la presencia del Banco Estado en un sector de 80 mil habitantes donde confluyen campesinos de tres comunas; una caja pagadora de pensiones para más de 4 mil adultos mayores residentes en el sector; y por supuesto, un edificio municipal con servicio cercanos, humanos y empáticos, conectados con la realidad rahuina. Soñamos con un hospital, con educación pública de calidad en nuestro sector, con seguridad ciudadana preventiva y no represiva, y con presencia de aspirantes a representar a Rahue no sólo en tiempos de elecciones.

Porque claro está, el municipio de Osorno tiene un deber moral de plantear las urgencias para Rahue y también de hacerse cargo de ellas y ningún concejal ni el jefe comunal abordaron con responsabilidad las demandas por atraer a servicios públicos a la que ellos llaman “periferia”, desde el otro lado del puente. La congestión vehicular y la segregación social concentró a los humildes en el sector Oeste, pero a sus mismos humildes se les obligó a ir al centro para cualquier trámite básico he imprescindible para enfrentar su vulnerabilidad en tiempos normales y su sobrevivencia en tiempos de urgencias. A ellos mismos, se les condena hoy a ser vecinos de un basural y de un proyecto de otro basural, sin mitigación y sin atención más que los votos que hoy nuevamente desean capturar.

Las lecciones que deja este dilatado arriendo de dependencias esenciales del Registro Civil refleja la desatención local a problemas básicos que pocas autoridades ven. El ejercicio ciudadano por ejercer control social y presión para generar los cambios en las formas de hacer política pública pueden fortalecerse con la próxima elección del 15 y 16 de mayo. Más que rostros sonrientes, se requiere acción, gestión, representación y Diálogo Directo para superar brechas y hacernos cargo de la realidad, al otro lado del puente.

Comunicado de Prensa / Fuente: Oficina Comunicaciones D. Angulo.
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