No más de lo mismo
Por Jorge García M., Candidato a Diputado Distrito 25, Partido Nacional Ciudadano.
Ya no nos llama la atención que los mismos de siempre se postulen al parlamento en las próximas elecciones. Ex parlamentarios, ex seremis, algunos dejaron sus cargos el mismo día de la elección, ex gobernadores, en fin, todos vinculados a la clase política que tanto daño le ha hecho al país en estos últimos 30 años.
Es claro que no han entendido nada, que no han escuchado a la gente, que su desconexión con la realidad es abismante. Siguen usando sus mermadas influencias, la mediatez de sus cargos, los recursos del estado que todos pagamos para financiar costosas campañas políticas. No es extraño verlos en sus redes sociales colgados de todos los actos de las diferentes reparticiones de gobierno, en un claro afán nuevamente de engañar al electorado, apropiándose de lo que nunca han hecho y muchos de ellos de lo que nunca hicieron cuando ostentaron alguno de estos cargos.
Esta trampa electoral no se diferencia mucho de quienes, para llegar a un cargo, se han valido de un montaje publicitario, inventando sufrir de una enfermedad terminal, que la salud pública es incapaz de abordar.
Esta maquinación política electoral, ya normalizada, ha sido usada por todos los gobiernos de turno para apoyar a sus candidatos, en forma absolutamente ilegal, usando los recursos del Estado que son propiedad de todos los Chilenos. ¡¡¡Hasta cuándo!!!
Hasta que todos los que ejercemos el derecho a votar tengamos claridad y no les volvamos a dar la oportunidad de seguir haciendo lo mismo, de seguir aprovechándose de todos y cada uno de los Chilenos, de cada peso que el Estado recauda que viene de los impuestos que todos pagamos.
No más de lo mismo y nunca más los mismos. Esa es la consigna.
Chile habló fuerte y claro y exigió un cambio real, una nueva forma de hacer política y con nuevos representantes que emerjan de la ciudadanía, que representen al ciudadano de a pie, al común y corriente, al que temprano se levanta en la mañana para trabajar y forjarse un futuro mejor, para que él y su familia, producto de su esfuerzo y dedicación, logren un futuro mejor.
¡Vamos que se puede!
Ya no nos llama la atención que los mismos de siempre se postulen al parlamento en las próximas elecciones. Ex parlamentarios, ex seremis, algunos dejaron sus cargos el mismo día de la elección, ex gobernadores, en fin, todos vinculados a la clase política que tanto daño le ha hecho al país en estos últimos 30 años.
Es claro que no han entendido nada, que no han escuchado a la gente, que su desconexión con la realidad es abismante. Siguen usando sus mermadas influencias, la mediatez de sus cargos, los recursos del estado que todos pagamos para financiar costosas campañas políticas. No es extraño verlos en sus redes sociales colgados de todos los actos de las diferentes reparticiones de gobierno, en un claro afán nuevamente de engañar al electorado, apropiándose de lo que nunca han hecho y muchos de ellos de lo que nunca hicieron cuando ostentaron alguno de estos cargos.
Esta trampa electoral no se diferencia mucho de quienes, para llegar a un cargo, se han valido de un montaje publicitario, inventando sufrir de una enfermedad terminal, que la salud pública es incapaz de abordar.
Esta maquinación política electoral, ya normalizada, ha sido usada por todos los gobiernos de turno para apoyar a sus candidatos, en forma absolutamente ilegal, usando los recursos del Estado que son propiedad de todos los Chilenos. ¡¡¡Hasta cuándo!!!
Hasta que todos los que ejercemos el derecho a votar tengamos claridad y no les volvamos a dar la oportunidad de seguir haciendo lo mismo, de seguir aprovechándose de todos y cada uno de los Chilenos, de cada peso que el Estado recauda que viene de los impuestos que todos pagamos.
No más de lo mismo y nunca más los mismos. Esa es la consigna.
Chile habló fuerte y claro y exigió un cambio real, una nueva forma de hacer política y con nuevos representantes que emerjan de la ciudadanía, que representen al ciudadano de a pie, al común y corriente, al que temprano se levanta en la mañana para trabajar y forjarse un futuro mejor, para que él y su familia, producto de su esfuerzo y dedicación, logren un futuro mejor.
¡Vamos que se puede!
