Los insospechados beneficios de… leer antes de dormir

Los insospechados beneficios de… leer antes de dormir
Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)

“Hay solo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro” (Ray Bradbury, escritor norteamericano del género fantástico, premiado con la Medalla a la Contribución Distinguida a las Letras Americanas).



El portal especializado en psicología, filosofía y reflexiones acerca de la vida: “La mente es maravillosa”, asegura que más que un hábito o una costumbre, “la lectura representa un verdadero placer para el cerebro”. El acto de leer antes de dormir libera a las personas de un día lleno de presiones y preocupaciones y se convierte en un instante privado, donde el hecho de sumergirnos en un mar de letras, en un mundo que ofrece innumerables posibilidades y realidades, nos conduce de la mano y de la mente hacia diferentes y emocionantes escenarios de nuestro universo.

Este hábito, sería uno “de los preferidos de nuestro cerebro porque le encanta ser nutrido, estimulado, seducido cada noche”, reforzando nuestras redes neuronales y favoreciendo la neurogénesis, es decir, la generación de células pluripotenciales y nuevas neuronas.

Cuando se analizan las fórmulas que usan algunas personas antes de acostarse y dormir, advertimos que algunas de ellas se repiten. Revisemos algunos ejemplos: (a) hay quienes apagan la luz de su velador al terminar el último capítulo del libro que tienen en sus manos y lo hacen con esa placidez embriagadora cuando notan el peso del sueño en sus párpados y la calma de una mente que ya transita en el mundo de los sueños, (b) hay otras personas que apagan la luz a altas horas de la madrugada, luego de haber visto algunos capítulos de su serie favorita, (c) hay otros, en cambio, que se dejan caer en su almohada luego de estar varias horas revisando sus redes sociales, correos y grupos de whatsapp.

No cabe duda, que es preciso respetar el hábito, costumbre y/o estilo de vida que tiene cada persona. No obstante lo anterior –lo queramos aceptar o no– esas rutinas previas a la hora del descanso nocturno, en muchos casos, determinan “nuestra calidad de vida”. Si el acto de leer antes de dormir –incluso a los niños– representaba tiempo atrás una costumbre habitual, en los últimos tiempos este hábito está “en peligro de extinción” y esa realidad constituye una auténtica pena y desperdicio para nuestro cerebro, ya que la falta de lectura es una forma voluntaria y negligente de descuidar a nuestra salud y la de nuestro maravilloso cerebro, ya que de acuerdo con diversos estudios, leer antes de dormir tiene insospechados beneficios para las personas.

El hábito de irnos a la cama con un libro en las manos es algo simple, económico y gratificante y puede, incluso, cambiarnos de manera favorable la vida en muchos sentidos. Llegados a este punto, más de alguien podría pensar que lo que se ha planteado más arriba es una mera exageración, sin embargo, sólo basta informarnos acerca de lo que dice la ciencia y las investigaciones al respecto de este tema para ser sorprendidos de verdad, aparte del hecho que leer antes de dormir es una forma sencilla de felicidad a la que las personas no deberían renunciar de manera voluntaria. Revisemos, entonces, lo que ha descubierto la ciencia:
  1. Leer antes de dormir representa una manera muy efectiva de relajación: una investigación realizada por el Consejo Asesor de Inglaterra (The Sleep Council) sacó a la luz una importante conclusión, a saber, que leer entre media a una hora justo antes de acostarnos reduce de manera notable y significativa los niveles de estrés, a raíz de que: (a) la mente se distrae y se libera de las presiones y tensiones cotidianas, (b) se ha demostrado que los músculos se relajan, nuestra respiración se ralentiza y se vuelve más rítmica, (c) se convierte en la mejor alternativa frente a la televisión o los dispositivos electrónicos, por cuanto, estos últimos engañan al cerebro haciéndole pensar que aún es de día, debido a la luz azul que emiten y que reduce la producción de melatonina, una hormona que regula el ciclo diurno-nocturno relacionado con el sueño.
  2. Mejora nuestra capacidad y resistencia cognitiva: no obstante que en la actualidad no existe una cura definitiva para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, existe la posibilidad de entrenar a nuestro cerebro con la finalidad de hacerlo más resistente y más fuerte ante el declive cognitivo y un modo de lograr este objetivo es a través de la lectura que retrasa en varios años la posibilidad de desarrollar esta enfermedad. Si además adquirimos el hábito de leer justo antes de dormir, estaremos en condiciones de: (a) optimizar aún más nuestros procesos cerebrales, (b) gestionar de mejor forma el estrés, (c) estimular la memoria, la agilidad mental y la imaginación, (d) y, finalmente, poder dormir mejor.
  3. Estimula nuestra creatividad: cuando el cerebro está relajado esta condición impulsa y estimula a la mente creativa. La razón es muy simple de comprender: una persona que noche tras noche se alimenta de historias diversas, de nuevos aprendizajes, de relatos y nuevos descubrimientos, lo que hace es estimular su capacidad de inventiva, su originalidad y posibilidad de creación. Tanto es así, que el experto en psicología de la lectura Keith E. Stanovich de la Universidad de Toronto, Canadá, destaca que pocas rutinas pueden ser más beneficiosas para los niños que desarrollar el hábito de la lectura, ya que no sólo permite mejorar su nivel de cultura general, ampliar su vocabulario, mejorar la comprensión de lectura y habilidades expresivas, sino que además se desarrolla su pensamiento abstracto.
  4. Mejora la empatía de las personas: el Dr. Raymond Mar, psicólogo de la Universidad de York, Canadá, es uno de los investigadores que más estudios y trabajos ha aportado para defender la siguiente premisa: “la lectura colabora para que las personas sean más empáticas”. ¿Cómo se explica esta aseveración? Muy simple: las novelas, historias y narraciones que leemos, nos ofrecen una gran oportunidad para desarrollar esta extraordinaria capacidad que es parte importante de la Inteligencia Emocional de las personas, a raíz que tendemos a identificarnos con los personajes de las historias: reímos, lloramos y sufrimos con ellos. Esto va dejando una marca en la gente y nos invita a mejorar nuestra capacidad empática al centrarnos en captar las emociones que experimentamos durante las lecturas y hacerlas más vívidas en nuestro cerebro.
Digamos, finalmente, que pocas cosas pueden ser más negativas para nuestra salud física y mental que irnos a la cama de mal humor, ya sea, porque hemos tenido un día de trabajo pesado y complicado, porque hemos tenido una pelea con la pareja, porque hemos quedado preocupados por lo que nos pasó el día anterior o por lo que nos espera al día siguiente, por causa de las noticias negativas que acabamos de escuchar, etc. En este sentido, una forma de romper con el ciclo de la preocupación es por intermedio de un libro, por cuanto, leer antes de dormir es como un pasaje directo hacia un remanso de paz, es permitirnos ser alguien diferente, ya que durante media hora o una hora estaremos conectados con el universo paralelo que nos entrega la lectura y nos olvidaremos de la realidad.

Cuando las personas se regalan esos instantes de paz y tranquilidad, están entrenando a su cerebro en el arte de la calma y la relajación. No hay que dudar, entonces, en practicar este ejercicio de manera regular cada noche, ya que vale la pena y representa una inversión de tiempo en salud. Tome, entonces, un libro de papel en sus manos –no uno electrónico– y déjese llevar allí donde el libro que ha seleccionado lo conduzca.

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