¿Más de 2 millones de vacunas COVID-19 desperdiciadas en Chile?
En un descubrimiento preocupante, Gracia Rodrigo, periodista de El Libero, informa que más de dos millones de vacunas COVID-19 han sido desaprovechadas en Chile, según datos del Ministerio de Salud obtenidos a través de una solicitud de Transparencia. Este hecho pone en evidencia serias fallas en la gestión de los recursos sanitarios y plantea interrogantes sobre la transparencia gubernamental en medio de la pandemia.
Según el informe, 1.850.362 vacunas COVID-19 caducaron a nivel central desde marzo de 2022 hasta agosto de 2023, sin ser distribuidas a las regiones. Además, información de 11 secretarías regionales ministeriales (Seremís) indica que 692.813 dosis adicionales fueron desechadas por diferentes razones, elevando el total de dosis no utilizadas a más de dos millones.
Este desperdicio ocurre en un contexto donde ninguna región chilena ha superado el 29% de vacunación bivalente en su población prioritaria, según datos del Departamento de Estadísticas e Información en salud (Deis). La campaña de vacunación bivalente comenzó en abril, pero aparentemente ha tenido un alcance limitado.
La distribución de las vacunas vencidas revela que Moderna y AstraZeneca son las marcas más afectadas, con un 51,7% y 41% del total de dosis caducadas, respectivamente. Además, datos regionales muestran cifras significativas de dosis desechadas en varias regiones, incluyendo la Región Metropolitana con 433.486 dosis.
El ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, critica esta situación, señalando tres aspectos preocupantes: el derroche de bienes públicos, la falta de una campaña de vacunación efectiva para prevenir la circulación de variantes como la Pirola y la creación de una población susceptible a enfermedades por la falta de inmunidad. Mañalich cuestiona la ausencia de una comunicación efectiva en la campaña de vacunación durante los períodos críticos de otoño e invierno.
Por otro lado, el diputado UDI, Daniel Lilayú y la diputada Paula Labra (IND-RN) han expresado su preocupación y han realizado oficios solicitando más información sobre el manejo de las vacunas y las pérdidas económicas resultantes. Sin embargo, no han recibido respuestas satisfactorias.
La situación se complica aún más por la falta de transparencia y la negativa del Ministerio de Salud a revelar el costo de las vacunas vencidas o eliminadas, argumentando que dicha información podría afectar el interés nacional y las negociaciones futuras con los laboratorios.
Según el informe, 1.850.362 vacunas COVID-19 caducaron a nivel central desde marzo de 2022 hasta agosto de 2023, sin ser distribuidas a las regiones. Además, información de 11 secretarías regionales ministeriales (Seremís) indica que 692.813 dosis adicionales fueron desechadas por diferentes razones, elevando el total de dosis no utilizadas a más de dos millones.
Este desperdicio ocurre en un contexto donde ninguna región chilena ha superado el 29% de vacunación bivalente en su población prioritaria, según datos del Departamento de Estadísticas e Información en salud (Deis). La campaña de vacunación bivalente comenzó en abril, pero aparentemente ha tenido un alcance limitado.
La distribución de las vacunas vencidas revela que Moderna y AstraZeneca son las marcas más afectadas, con un 51,7% y 41% del total de dosis caducadas, respectivamente. Además, datos regionales muestran cifras significativas de dosis desechadas en varias regiones, incluyendo la Región Metropolitana con 433.486 dosis.
El ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, critica esta situación, señalando tres aspectos preocupantes: el derroche de bienes públicos, la falta de una campaña de vacunación efectiva para prevenir la circulación de variantes como la Pirola y la creación de una población susceptible a enfermedades por la falta de inmunidad. Mañalich cuestiona la ausencia de una comunicación efectiva en la campaña de vacunación durante los períodos críticos de otoño e invierno.
Por otro lado, el diputado UDI, Daniel Lilayú y la diputada Paula Labra (IND-RN) han expresado su preocupación y han realizado oficios solicitando más información sobre el manejo de las vacunas y las pérdidas económicas resultantes. Sin embargo, no han recibido respuestas satisfactorias.
La situación se complica aún más por la falta de transparencia y la negativa del Ministerio de Salud a revelar el costo de las vacunas vencidas o eliminadas, argumentando que dicha información podría afectar el interés nacional y las negociaciones futuras con los laboratorios.
En total, durante la administración actual (marzo de 2022 a noviembre de 2023), Chile adquirió 24.292.880 dosis de vacunas, con un costo estimado que oscila entre US$ 4 y US$ 30 por dosis. La falta de un sistema unificado y la descentralización de los registros en las seremis han dificultado la consolidación de datos a nivel nacional.
El reporte sugiere una falta de eficiencia y coordinación en el manejo de las vacunas COVID-19, lo que ha llevado a un desperdicio considerable de recursos y una cobertura de vacunación insuficiente. Esta situación plantea serias preguntas sobre la gestión de la salud pública en Chile, especialmente en lo que respecta a la transparencia y la rendición de cuentas.
Fuente:https://ellibero.cl/actualidad/mas-de-dos-millones-de-vacunas-contra-el-covid-19-se-desecharon-durante-este-gobierno/
