Una sala de lactancia: dignidad para maternar
Por Danitza Ortiz Viveros, Seremi de Gobierno de Los Lagos.
Este 8 de marzo participé en la inauguración de la nueva sala de lactancia del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Remehue. En la ocasión, las y los funcionarios reflexionaron sobre lo necesario de dotar con este tipo de infraestructura los espacios en donde hay mujeres trabajadoras en edad fértil, precisamente para facilitar el equilibrio entre el desarrollo laboral y las tareas propias de maternar.
Sin embargo, la realidad de las mujeres trabajadoras por muchos años ha sido otra completamente distinta, deben dar de amamantar o extraerse leche para sus hijos e hijas en espacios no habilitados, como bodegas, baños o a escondidas en sus propios puestos de trabajo.
Erradicar estas situaciones es fundamental, en primer lugar, para resguardar y proteger el derecho de niñas y niños a recibir la lactancia materna, en segundo lugar, para asegurar condiciones básicas de higiene y salud pública y, en tercer lugar, para dejar de ignorar una práctica ancestral y fundamental para la crianza y el bienestar.
Este tipo de iniciativas son ejemplares para explicar y visibilizar cómo es posible materializar el enfoque de género en los espacios laborales y en las instituciones, reconociendo las necesidades de las mujeres trabajadoras y entendiendo que una sala de lactancia es mucho más que un simple espacio, es dignidad para maternar.
Fuente: rodrigo.cosimo@msgg.gob.cl
Este 8 de marzo participé en la inauguración de la nueva sala de lactancia del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Remehue. En la ocasión, las y los funcionarios reflexionaron sobre lo necesario de dotar con este tipo de infraestructura los espacios en donde hay mujeres trabajadoras en edad fértil, precisamente para facilitar el equilibrio entre el desarrollo laboral y las tareas propias de maternar.
Sin embargo, la realidad de las mujeres trabajadoras por muchos años ha sido otra completamente distinta, deben dar de amamantar o extraerse leche para sus hijos e hijas en espacios no habilitados, como bodegas, baños o a escondidas en sus propios puestos de trabajo.
Erradicar estas situaciones es fundamental, en primer lugar, para resguardar y proteger el derecho de niñas y niños a recibir la lactancia materna, en segundo lugar, para asegurar condiciones básicas de higiene y salud pública y, en tercer lugar, para dejar de ignorar una práctica ancestral y fundamental para la crianza y el bienestar.
Este tipo de iniciativas son ejemplares para explicar y visibilizar cómo es posible materializar el enfoque de género en los espacios laborales y en las instituciones, reconociendo las necesidades de las mujeres trabajadoras y entendiendo que una sala de lactancia es mucho más que un simple espacio, es dignidad para maternar.
Fuente: rodrigo.cosimo@msgg.gob.cl