Escándalo en el K-pop: Famosos implicados en crímenes y explotación en Corea del Sur
Un reciente video de investigación ha sacado a la luz un escándalo mayor en la industria del K-pop, involucrando a estrellas de la música en actividades criminales y la explotación de mujeres. La noticia, que ha conmocionado a millones de fans alrededor del mundo, revela un lado oscuro de algunos ídolos del pop coreano, quienes participaron en la creación y distribución de videos que mostraban a mujeres drogadas, violadas y humilladas.
El escándalo emergió tras la filtración de mensajes secretos entre las estrellas implicadas. Chung, un conocido cantante de baladas, fue acusado de ofensas sexuales por su novia en 2016, caso que no fue investigado a fondo por la policía en su momento. Sin embargo, en 2019, datos filtrados de su teléfono expusieron su involucramiento y el de otros famosos en actividades criminales.
El periodista Kang, que recibió las filtraciones, descubrió videos y mensajes que incriminaban a varios artistas, incluyendo a Choi Jong-hoon, guitarrista de la banda FT Island, y a Seungri, un megaestrella del grupo Big Bang. Los mensajes revelaron que Seungri organizaba prostitutas para inversores y la participación de Choi y Jung en asaltos sexuales.
El caso también arrojó luz sobre el escándalo del club Burning Sun, inaugurado por Seungri en el distrito de Gangnam, que se hizo infame por diversas actividades criminales. Los incidentes incluían grabaciones secretas (molka), el drogar a mujeres, y el uso de conexiones para evitar repercusiones legales. El club cerró tras una severa reacción pública y un video viral que mostraba violencia por parte del personal del club.
En cuanto a las consecuencias legales, Jung fue sentenciado a cinco años por violación grupal y distribución de molka, mientras que Choi recibió dos años y medio por su participación en los hechos. Seungri fue sentenciado a un año y medio de prisión por ofrecer prostitutas, malversación de fondos, entre otros cargos.
La reacción pública ante estos hechos ha generado un debate sobre género en Corea del Sur, con protestas exigiendo una mejor protección para las mujeres. A pesar de las condenas, algunos ex empleados creen que poco ha cambiado, y algunos crímenes relacionados nunca llegaron a los tribunales.
Este escándalo ha sacudido la imagen del K-pop y ha puesto en cuestión la integridad y la ética de una industria que mueve millones de dólares y es seguida fervientemente en todo el mundo.
Fuente información: BBC
El escándalo emergió tras la filtración de mensajes secretos entre las estrellas implicadas. Chung, un conocido cantante de baladas, fue acusado de ofensas sexuales por su novia en 2016, caso que no fue investigado a fondo por la policía en su momento. Sin embargo, en 2019, datos filtrados de su teléfono expusieron su involucramiento y el de otros famosos en actividades criminales.
El periodista Kang, que recibió las filtraciones, descubrió videos y mensajes que incriminaban a varios artistas, incluyendo a Choi Jong-hoon, guitarrista de la banda FT Island, y a Seungri, un megaestrella del grupo Big Bang. Los mensajes revelaron que Seungri organizaba prostitutas para inversores y la participación de Choi y Jung en asaltos sexuales.
El caso también arrojó luz sobre el escándalo del club Burning Sun, inaugurado por Seungri en el distrito de Gangnam, que se hizo infame por diversas actividades criminales. Los incidentes incluían grabaciones secretas (molka), el drogar a mujeres, y el uso de conexiones para evitar repercusiones legales. El club cerró tras una severa reacción pública y un video viral que mostraba violencia por parte del personal del club.
En cuanto a las consecuencias legales, Jung fue sentenciado a cinco años por violación grupal y distribución de molka, mientras que Choi recibió dos años y medio por su participación en los hechos. Seungri fue sentenciado a un año y medio de prisión por ofrecer prostitutas, malversación de fondos, entre otros cargos.
La reacción pública ante estos hechos ha generado un debate sobre género en Corea del Sur, con protestas exigiendo una mejor protección para las mujeres. A pesar de las condenas, algunos ex empleados creen que poco ha cambiado, y algunos crímenes relacionados nunca llegaron a los tribunales.
Este escándalo ha sacudido la imagen del K-pop y ha puesto en cuestión la integridad y la ética de una industria que mueve millones de dólares y es seguida fervientemente en todo el mundo.
Fuente información: BBC
