Estudio revela que el 46% de pacientes oncológicos en Chile fallecen con dolor
Un reciente estudio publicado en el diario La Tercera ha revelado una alarmante realidad: el 46% de los pacientes oncológicos en Chile fallecen con dolor. Este hallazgo pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar los cuidados paliativos en el país, a pesar de contar con políticas que garantizan su acceso desde el año 2005.
El Dr. Javier Quilodrán, Jefe de Cuidados Paliativos de la Clínica Alemana de Santiago, en una entrevista, explicó que aunque la mayoría de los pacientes con cáncer en Chile pueden acceder a cuidados paliativos, la calidad y consistencia de estos servicios aún requieren mejoras significativas. El programa de garantías explícitas en salud (GES), que incluye cuidados paliativos desde sus inicios, ha sido fundamental para asegurar el acceso, pero no siempre se traduce en una experiencia libre de dolor para los pacientes.
Uno de los aspectos críticos señalados por el estudio es la frecuencia de las visitas a los pacientes en su último mes de vida. Estas visitas, que pueden ser tanto ambulatorias como domiciliarias, no siempre se realizan con la periodicidad necesaria, lo que afecta la efectividad del tratamiento paliativo. El Dr. Quilodrán destacó la importancia de aumentar la frecuencia de estas visitas y mejorar la coordinación de los equipos multidisciplinarios que participan en el cuidado de los pacientes.
La implementación de los cuidados paliativos enfrenta varios desafíos. Existe una disparidad notable entre los sistemas de salud público y privado, especialmente en el acceso a medicamentos para el dolor, como la morfina y la metadona. Mientras que los hospitales públicos pueden proporcionar estos fármacos de manera más accesible, los pacientes en el sistema privado a menudo tienen dificultades para adquirirlos.
El dolor experimentado por los pacientes oncológicos no siempre es solo físico. El Dr. Quilodrán subrayó que el dolor tiene múltiples dimensiones, incluyendo aspectos emocionales, espirituales, sociales y económicos. Por esta razón, un enfoque holístico es esencial para el tratamiento efectivo del dolor. Las intervenciones deben considerar todos estos factores para aliviar el sufrimiento de los pacientes de manera integral.
El estudio también resalta la percepción del dolor y el sufrimiento por parte de las familias de los pacientes. Muchas veces, el sufrimiento emocional y espiritual de los pacientes impacta significativamente a sus seres queridos. Es crucial que los cuidados paliativos también incluyan apoyo para las familias, tanto durante la enfermedad como en el proceso de duelo después del fallecimiento del paciente.
El Dr. Quilodrán identificó varias áreas prioritarias para mejorar los cuidados paliativos. Una de ellas es la categorización adecuada de los pacientes y sus familias, reconociendo que no todos tienen las mismas necesidades. Por ejemplo, las mujeres y las matriarcas de las familias suelen requerir más apoyo debido a sus roles tradicionales de cuidado. Asimismo, es fundamental aumentar los recursos humanos y financieros disponibles para los cuidados paliativos y asegurar una mejor distribución de estos recursos.
Fuente información: Rocío Gambra
El Dr. Javier Quilodrán, Jefe de Cuidados Paliativos de la Clínica Alemana de Santiago, en una entrevista, explicó que aunque la mayoría de los pacientes con cáncer en Chile pueden acceder a cuidados paliativos, la calidad y consistencia de estos servicios aún requieren mejoras significativas. El programa de garantías explícitas en salud (GES), que incluye cuidados paliativos desde sus inicios, ha sido fundamental para asegurar el acceso, pero no siempre se traduce en una experiencia libre de dolor para los pacientes.
Uno de los aspectos críticos señalados por el estudio es la frecuencia de las visitas a los pacientes en su último mes de vida. Estas visitas, que pueden ser tanto ambulatorias como domiciliarias, no siempre se realizan con la periodicidad necesaria, lo que afecta la efectividad del tratamiento paliativo. El Dr. Quilodrán destacó la importancia de aumentar la frecuencia de estas visitas y mejorar la coordinación de los equipos multidisciplinarios que participan en el cuidado de los pacientes.
La implementación de los cuidados paliativos enfrenta varios desafíos. Existe una disparidad notable entre los sistemas de salud público y privado, especialmente en el acceso a medicamentos para el dolor, como la morfina y la metadona. Mientras que los hospitales públicos pueden proporcionar estos fármacos de manera más accesible, los pacientes en el sistema privado a menudo tienen dificultades para adquirirlos.
El dolor experimentado por los pacientes oncológicos no siempre es solo físico. El Dr. Quilodrán subrayó que el dolor tiene múltiples dimensiones, incluyendo aspectos emocionales, espirituales, sociales y económicos. Por esta razón, un enfoque holístico es esencial para el tratamiento efectivo del dolor. Las intervenciones deben considerar todos estos factores para aliviar el sufrimiento de los pacientes de manera integral.
El estudio también resalta la percepción del dolor y el sufrimiento por parte de las familias de los pacientes. Muchas veces, el sufrimiento emocional y espiritual de los pacientes impacta significativamente a sus seres queridos. Es crucial que los cuidados paliativos también incluyan apoyo para las familias, tanto durante la enfermedad como en el proceso de duelo después del fallecimiento del paciente.
El Dr. Quilodrán identificó varias áreas prioritarias para mejorar los cuidados paliativos. Una de ellas es la categorización adecuada de los pacientes y sus familias, reconociendo que no todos tienen las mismas necesidades. Por ejemplo, las mujeres y las matriarcas de las familias suelen requerir más apoyo debido a sus roles tradicionales de cuidado. Asimismo, es fundamental aumentar los recursos humanos y financieros disponibles para los cuidados paliativos y asegurar una mejor distribución de estos recursos.
Fuente información: Rocío Gambra