La Osornina Monserrat Peñafiel: De los Sueños Olímpicos a Voluntaria en París 2024
Monserrat Peñafiel, una joven de Osorno de 20 años, está viviendo una experiencia única como voluntaria en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con una historia marcada por su amor al deporte, Monserrat ha encontrado una manera distinta de cumplir su sueño olímpico.
Desde pequeña, Monserrat ha sido una apasionada del deporte. "Soy una sureña de Osorno de toda la vida. Tengo 20 años y vengo de una familia que es amante del deporte. Todos amamos todos los deportes", comenta. Su dedicación comenzó a los seis años cuando empezó a practicar atletismo, inspirada por su hermano. A los 11 años, Monserrat ya estaba compitiendo a nivel de alto rendimiento y soñaba con llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Sin embargo, debido a problemas de salud y una complicada relación con su entrenador, Monserrat tuvo que dejar el deporte que amaba. "La relación con mi coach hizo que realmente no pudiera seguir con el deporte y con eso se fue un poco por la borda todo este sueño que tenía", explica.
El 2023 trajo una nueva oportunidad para Monserrat. Aunque no pudo ser voluntaria en los Juegos Panamericanos de Santiago debido a sus clases, decidió postular para los Juegos Olímpicos de París. "Postulé sin esperar nada, postulé a todos los deportes porque simplemente quería ir", relata. Un año más tarde, recibió la confirmación de que había sido seleccionada.
Durante los Juegos Olímpicos, Monserrat ha trabajado en el centro de tiro de Chateaubriand, en el equipo de protocolo. "Nos encargábamos de recibir a los jefes de Estado, a los primeros ministros, a los ministros del deporte de distintos países y a cualquier persona que fuera parte del comité olímpico de los países o de las federaciones deportivas de todo el mundo", describe.
Su dominio del español, inglés y francés le permitió desempeñar un papel crucial en las traducciones y en asegurar que todo estuviera listo para las ceremonias. "Nosotros también estábamos ahí para ayudar a cualquier espectador o alguien que necesitara ayuda en general", añade.
Monserrat tuvo la oportunidad de presenciar un hecho histórico para el deporte chileno: la victoria de Francisca Crovetto, quien se convirtió en la primera mujer chilena en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. "La Pancha Crovetto es enorme, gigante. Yo desde el primer día que la vi competir dije, esta mujer tiene unos nervios y una concentración de acero", expresa Monserrat emocionada.
La experiencia de ver a Crovetto ganar el oro fue inolvidable para Monserrat. "Estaba su familia, vino un amigo de ella que es Lucas Nervi, campeón panamericano de jabalina, y todos los que tuve la oportunidad de ayudar y de saludar. A mí no me paraban las lágrimas. Es histórica, hizo algo que nadie nunca había hecho", comenta.
Para Monserrat, ser voluntaria en París 2024 ha sido un cierre de ciclo muy significativo. "El voluntariado fue una experiencia para mí para cumplir este sueño, como para decir que los sueños se cumplen", señala. Además, invita a todos a perseguir sus sueños, aunque los caminos puedan cambiar. "Si hay alguien por ahí que tenga un sueño, que se puede lograr", concluye.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Desde pequeña, Monserrat ha sido una apasionada del deporte. "Soy una sureña de Osorno de toda la vida. Tengo 20 años y vengo de una familia que es amante del deporte. Todos amamos todos los deportes", comenta. Su dedicación comenzó a los seis años cuando empezó a practicar atletismo, inspirada por su hermano. A los 11 años, Monserrat ya estaba compitiendo a nivel de alto rendimiento y soñaba con llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Sin embargo, debido a problemas de salud y una complicada relación con su entrenador, Monserrat tuvo que dejar el deporte que amaba. "La relación con mi coach hizo que realmente no pudiera seguir con el deporte y con eso se fue un poco por la borda todo este sueño que tenía", explica.
El 2023 trajo una nueva oportunidad para Monserrat. Aunque no pudo ser voluntaria en los Juegos Panamericanos de Santiago debido a sus clases, decidió postular para los Juegos Olímpicos de París. "Postulé sin esperar nada, postulé a todos los deportes porque simplemente quería ir", relata. Un año más tarde, recibió la confirmación de que había sido seleccionada.
Durante los Juegos Olímpicos, Monserrat ha trabajado en el centro de tiro de Chateaubriand, en el equipo de protocolo. "Nos encargábamos de recibir a los jefes de Estado, a los primeros ministros, a los ministros del deporte de distintos países y a cualquier persona que fuera parte del comité olímpico de los países o de las federaciones deportivas de todo el mundo", describe.
Su dominio del español, inglés y francés le permitió desempeñar un papel crucial en las traducciones y en asegurar que todo estuviera listo para las ceremonias. "Nosotros también estábamos ahí para ayudar a cualquier espectador o alguien que necesitara ayuda en general", añade.
Monserrat tuvo la oportunidad de presenciar un hecho histórico para el deporte chileno: la victoria de Francisca Crovetto, quien se convirtió en la primera mujer chilena en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. "La Pancha Crovetto es enorme, gigante. Yo desde el primer día que la vi competir dije, esta mujer tiene unos nervios y una concentración de acero", expresa Monserrat emocionada.
La experiencia de ver a Crovetto ganar el oro fue inolvidable para Monserrat. "Estaba su familia, vino un amigo de ella que es Lucas Nervi, campeón panamericano de jabalina, y todos los que tuve la oportunidad de ayudar y de saludar. A mí no me paraban las lágrimas. Es histórica, hizo algo que nadie nunca había hecho", comenta.
Para Monserrat, ser voluntaria en París 2024 ha sido un cierre de ciclo muy significativo. "El voluntariado fue una experiencia para mí para cumplir este sueño, como para decir que los sueños se cumplen", señala. Además, invita a todos a perseguir sus sueños, aunque los caminos puedan cambiar. "Si hay alguien por ahí que tenga un sueño, que se puede lograr", concluye.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
