Marina Mercante se opone a nuevo reglamento de buceo que permite ejercicio a extranjeros
En una reciente declaración pública, las principales federaciones que agrupan a los trabajadores de la Marina Mercante Nacional de Cabotaje han manifestado su rotundo rechazo a la modificación del decreto supremo N°752 del Ministerio de Defensa Nacional, que regula el buceo profesional y deportivo en Chile. Entre las organizaciones que suscriben la declaración se encuentran la Federación de Sindicatos Marítimos (FESIMAR) y la Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales Naves Mercantes y Especiales de Chile (FENASIOMECHI).
El motivo de la controversia radica en que la nueva normativa elimina la exigencia de nacionalidad chilena para obtener la matrícula de buzo profesional. Esta medida, firmada por el Presidente Gabriel Boric, la Ministra de Defensa, Maya Fernández y el Subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein Silber, responde a un dictamen de la Contraloría General de la República (N°018436 de 2017), que consideraba que tal exigencia era "contraria a derecho".
Las organizaciones marítimas consideran que esta modificación afectará gravemente a los trabajadores chilenos del sector, al abrir las puertas a que personas de otras nacionalidades ejerzan profesionalmente en esta área. En su declaración, sostienen que esta medida "desmantela los tradicionales y centenarios derechos de la gente de mar", dejando en una situación de precariedad laboral a miles de chilenos, particularmente a las comunidades de buzos profesionales que han heredado esta actividad de generación en generación en zonas como Chiloé, Aysén y Punta Arenas.
Además, los sindicatos denuncian que la normativa no tiene precedentes en otros países de la región, donde se exige que las actividades en aguas territoriales sean realizadas exclusivamente por connacionales, en resguardo de la seguridad nacional. Argumentan que los recursos extraídos de las aguas territoriales pertenecen al Estado de Chile y, por ende, es fundamental que los propios chilenos sean quienes se beneficien de estas actividades.
Asimismo, recalcan que la legislación chilena reconoce y obliga a todo trabajador marítimo como integrante de la Reserva Naval de Chile, una carga que no existe para otros trabajadores del país. Esto refuerza, según las organizaciones, la injusticia de permitir que buzos extranjeros puedan acceder a estas matrículas.
El rechazo de los sindicatos no solo se centra en la eliminación del requisito de nacionalidad, sino también en la forma en que se ha tramitado el reglamento, sin que se hayan planteado objeciones claras desde las autoridades marítimas. Ante este escenario, las federaciones hacen un llamado urgente a las autoridades para revertir el reglamento y proteger los derechos de los buzos profesionales y artesanales chilenos.
En concreto, los sindicatos destacan que los afectados directos por esta modificación son más de 58 mil pescadores y mariscadores, además de casi 240 mil trabajadores matriculados e independientes de ribera. Exigen que cualquier modificación a las normativas que afecten a la gente de mar se ajuste a los estándares de seguridad internacional, sin menoscabar los derechos laborales de los trabajadores nacionales.
Las federaciones reiteran su compromiso con el sector marítimo chileno y se ponen a disposición del mundo artesanal y de los buzos chilenos para apoyarlos en su lucha contra esta normativa que consideran perjudicial e injusta.
Fuente información: Federación de Sindicatos Marítimos (FESIMAR) y Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales de Chile (FENASIOMECHI) jlemuy.galo@gmail.com
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El motivo de la controversia radica en que la nueva normativa elimina la exigencia de nacionalidad chilena para obtener la matrícula de buzo profesional. Esta medida, firmada por el Presidente Gabriel Boric, la Ministra de Defensa, Maya Fernández y el Subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein Silber, responde a un dictamen de la Contraloría General de la República (N°018436 de 2017), que consideraba que tal exigencia era "contraria a derecho".
Las organizaciones marítimas consideran que esta modificación afectará gravemente a los trabajadores chilenos del sector, al abrir las puertas a que personas de otras nacionalidades ejerzan profesionalmente en esta área. En su declaración, sostienen que esta medida "desmantela los tradicionales y centenarios derechos de la gente de mar", dejando en una situación de precariedad laboral a miles de chilenos, particularmente a las comunidades de buzos profesionales que han heredado esta actividad de generación en generación en zonas como Chiloé, Aysén y Punta Arenas.
Además, los sindicatos denuncian que la normativa no tiene precedentes en otros países de la región, donde se exige que las actividades en aguas territoriales sean realizadas exclusivamente por connacionales, en resguardo de la seguridad nacional. Argumentan que los recursos extraídos de las aguas territoriales pertenecen al Estado de Chile y, por ende, es fundamental que los propios chilenos sean quienes se beneficien de estas actividades.
Asimismo, recalcan que la legislación chilena reconoce y obliga a todo trabajador marítimo como integrante de la Reserva Naval de Chile, una carga que no existe para otros trabajadores del país. Esto refuerza, según las organizaciones, la injusticia de permitir que buzos extranjeros puedan acceder a estas matrículas.
El rechazo de los sindicatos no solo se centra en la eliminación del requisito de nacionalidad, sino también en la forma en que se ha tramitado el reglamento, sin que se hayan planteado objeciones claras desde las autoridades marítimas. Ante este escenario, las federaciones hacen un llamado urgente a las autoridades para revertir el reglamento y proteger los derechos de los buzos profesionales y artesanales chilenos.
En concreto, los sindicatos destacan que los afectados directos por esta modificación son más de 58 mil pescadores y mariscadores, además de casi 240 mil trabajadores matriculados e independientes de ribera. Exigen que cualquier modificación a las normativas que afecten a la gente de mar se ajuste a los estándares de seguridad internacional, sin menoscabar los derechos laborales de los trabajadores nacionales.
Las federaciones reiteran su compromiso con el sector marítimo chileno y se ponen a disposición del mundo artesanal y de los buzos chilenos para apoyarlos en su lucha contra esta normativa que consideran perjudicial e injusta.
Fuente información: Federación de Sindicatos Marítimos (FESIMAR) y Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales de Chile (FENASIOMECHI) jlemuy.galo@gmail.com
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