Marcela Cubillos y el financiamiento universitario en Política Podcast
En un nuevo episodio de Política Podcast, Rocío Gambra y Juan Carlos Claret abordaron temas de gran relevancia para el contexto político y educativo del país, incluyendo el polémico salario de Marcela Cubillos como académica en la Universidad San Sebastián y el rol de las universidades en la política chilena. Este episodio, transmitido por Radio Mía, Radio Viva, Despierta FM y Canal Crónica Sur, invitó a la reflexión sobre el uso de recursos públicos y la transparencia en las universidades privadas que reciben aportes del Estado.
El salario de Marcela Cubillos, ex ministra y actual académica de la Universidad San Sebastián, fue el centro del análisis. Rocío Gambra introdujo el tema mencionando los 17 millones de pesos que Cubillos recibe como sueldo, un monto que ha generado controversia por estar aparentemente muy por encima del valor de mercado para la mayoría de los profesores universitarios. Este monto se considera especialmente problemático considerando que la universidad recibe recursos fiscales y, según Gambra, "se pierde la proporcionalidad frente a lo que ganan otros profesores".
Juan Carlos Claret, por su parte, opinó que el problema no radica exclusivamente en el monto del salario, sino en el contexto en el que se otorga. Aclaró que el escándalo no es la cifra per se, sino el privilegio y el trato diferenciado que recibe Cubillos en comparación con otros docentes. "Lo que la universidad sí estaba pagando, creo yo, es una forma de influir en la toma de decisiones", comentó Claret, sugiriendo que el sueldo elevado de Cubillos podría responder más a su capacidad de generar influencia política que a su mérito académico.
Claret también recordó la época en la que participó en el Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Educación durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, cuando se discutía la legislación sobre el fin al lucro en la educación. En ese contexto, se determinó que cualquier excedente en las universidades debía ser reinvertido, no retirado por los controladores. Desde esa perspectiva, mencionó que no debería escandalizar que una universidad pudiera pagar sueldos altos, siempre y cuando el financiamiento se utilice para mejorar la institución.
Otro tema relevante fue el rol de las universidades como plataformas políticas. Rocío Gambra y Juan Carlos Claret discutieron cómo varias figuras políticas, al finalizar sus cargos, suelen ingresar a universidades, lo que plantea preguntas sobre la objetividad y el uso de estas instituciones. Claret señaló que esto no es exclusivo de la Universidad San Sebastián y recordó ejemplos como Analía Uriarte, que pasó de la política a hacer clases de medio ambiente en la Universidad de Chile, dejando en evidencia que muchas universidades funcionan también como un "refugio" para políticos que no encuentran lugar en el sector público.
Además, se mencionaron casos como el del académico Fernando Atria, quien también enfrentó críticas por su sueldo cuando regresó a la Universidad de Chile. Sin embargo, Claret defendió a Atria, señalando que su mérito académico justificaba el salario recibido, en contraposición a Cubillos, de quien cuestionó su contribución real al ámbito académico.
Otro aspecto abordado fue el financiamiento de la educación superior, particularmente en el contexto de la gratuidad universitaria. Gambra planteó dudas sobre cómo se fijan los aranceles y cómo el sistema de gratuidad ha impactado las finanzas de las universidades. Claret respondió que, bajo la gratuidad, las universidades que se adscriben a este sistema están obligadas a cobrar el arancel que fija el Estado. Sin embargo, el desafío radica en que este arancel suele ser insuficiente para cubrir los costos reales, especialmente en universidades que pagan altos salarios a profesores, como en el caso de Cubillos.
La falta de transparencia en el uso de los fondos universitarios y la aparente disparidad entre los sueldos de los profesores "de planta" frente a los sueldos ofrecidos a ciertas figuras políticas también fue un tema de discusión. "Marcela Cubillos no tiene publicaciones académicas, ni citas reconocidas en el ámbito académico, lo cual es un criterio fundamental para ascender en una universidad", destacó Claret, comparando el perfil académico de Cubillos con otros académicos con más trayectoria en investigación.
Finalmente, Rocío Gambra señaló que parte de la molestia hacia Cubillos no es solo por el salario, sino por la superioridad moral que proyecta y que es similar a la crítica que se ha hecho a figuras como Giorgio Jackson. "Este sueldo tan alto, sin que vaya asociado a un trabajo concreto o a méritos académicos claros, es lo que genera rechazo", opinó Gambra, sugiriendo que Cubillos representa un modelo de privilegio dentro del sistema académico que contrasta fuertemente con la situación de la mayoría de los docentes.
Este episodio del Política Podcast resaltó la necesidad de una mayor transparencia y coherencia en la relación entre la política y la academia. Gambra y Claret coincidieron en que es fundamental cuestionar no solo a las "manzanas podridas", sino al sistema en su conjunto, para asegurar que las universidades realmente cumplan su rol de promover el conocimiento y no se conviertan en plataformas de poder político.
La conversación concluyó con la reflexión sobre la necesidad de garantizar una educación superior que sea accesible, de calidad y con una estructura de financiamiento justa, que no permita la existencia de privilegios sin sustento en el mérito académico. Asimismo, ambos panelistas coincidieron en que la desafección ciudadana hacia la política también se nutre de estos ejemplos de privilegios y desigualdades, que siguen alejando a la ciudadanía del compromiso con las instituciones democráticas.
Fuente información: Rocío Gambra
El controversial salario de Marcela Cubillos: ¿Merecido o escandaloso?
El salario de Marcela Cubillos, ex ministra y actual académica de la Universidad San Sebastián, fue el centro del análisis. Rocío Gambra introdujo el tema mencionando los 17 millones de pesos que Cubillos recibe como sueldo, un monto que ha generado controversia por estar aparentemente muy por encima del valor de mercado para la mayoría de los profesores universitarios. Este monto se considera especialmente problemático considerando que la universidad recibe recursos fiscales y, según Gambra, "se pierde la proporcionalidad frente a lo que ganan otros profesores".
Juan Carlos Claret, por su parte, opinó que el problema no radica exclusivamente en el monto del salario, sino en el contexto en el que se otorga. Aclaró que el escándalo no es la cifra per se, sino el privilegio y el trato diferenciado que recibe Cubillos en comparación con otros docentes. "Lo que la universidad sí estaba pagando, creo yo, es una forma de influir en la toma de decisiones", comentó Claret, sugiriendo que el sueldo elevado de Cubillos podría responder más a su capacidad de generar influencia política que a su mérito académico.
Claret también recordó la época en la que participó en el Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Educación durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, cuando se discutía la legislación sobre el fin al lucro en la educación. En ese contexto, se determinó que cualquier excedente en las universidades debía ser reinvertido, no retirado por los controladores. Desde esa perspectiva, mencionó que no debería escandalizar que una universidad pudiera pagar sueldos altos, siempre y cuando el financiamiento se utilice para mejorar la institución.
Universidades y el traspaso entre política y academia
Otro tema relevante fue el rol de las universidades como plataformas políticas. Rocío Gambra y Juan Carlos Claret discutieron cómo varias figuras políticas, al finalizar sus cargos, suelen ingresar a universidades, lo que plantea preguntas sobre la objetividad y el uso de estas instituciones. Claret señaló que esto no es exclusivo de la Universidad San Sebastián y recordó ejemplos como Analía Uriarte, que pasó de la política a hacer clases de medio ambiente en la Universidad de Chile, dejando en evidencia que muchas universidades funcionan también como un "refugio" para políticos que no encuentran lugar en el sector público.
Además, se mencionaron casos como el del académico Fernando Atria, quien también enfrentó críticas por su sueldo cuando regresó a la Universidad de Chile. Sin embargo, Claret defendió a Atria, señalando que su mérito académico justificaba el salario recibido, en contraposición a Cubillos, de quien cuestionó su contribución real al ámbito académico.
Transparencia y aranceles en la Educación Superior
Otro aspecto abordado fue el financiamiento de la educación superior, particularmente en el contexto de la gratuidad universitaria. Gambra planteó dudas sobre cómo se fijan los aranceles y cómo el sistema de gratuidad ha impactado las finanzas de las universidades. Claret respondió que, bajo la gratuidad, las universidades que se adscriben a este sistema están obligadas a cobrar el arancel que fija el Estado. Sin embargo, el desafío radica en que este arancel suele ser insuficiente para cubrir los costos reales, especialmente en universidades que pagan altos salarios a profesores, como en el caso de Cubillos.
La falta de transparencia en el uso de los fondos universitarios y la aparente disparidad entre los sueldos de los profesores "de planta" frente a los sueldos ofrecidos a ciertas figuras políticas también fue un tema de discusión. "Marcela Cubillos no tiene publicaciones académicas, ni citas reconocidas en el ámbito académico, lo cual es un criterio fundamental para ascender en una universidad", destacó Claret, comparando el perfil académico de Cubillos con otros académicos con más trayectoria en investigación.
La superioridad moral y la percepción pública
Finalmente, Rocío Gambra señaló que parte de la molestia hacia Cubillos no es solo por el salario, sino por la superioridad moral que proyecta y que es similar a la crítica que se ha hecho a figuras como Giorgio Jackson. "Este sueldo tan alto, sin que vaya asociado a un trabajo concreto o a méritos académicos claros, es lo que genera rechazo", opinó Gambra, sugiriendo que Cubillos representa un modelo de privilegio dentro del sistema académico que contrasta fuertemente con la situación de la mayoría de los docentes.
Reflexión sobre el futuro de la Educación y la Política
Este episodio del Política Podcast resaltó la necesidad de una mayor transparencia y coherencia en la relación entre la política y la academia. Gambra y Claret coincidieron en que es fundamental cuestionar no solo a las "manzanas podridas", sino al sistema en su conjunto, para asegurar que las universidades realmente cumplan su rol de promover el conocimiento y no se conviertan en plataformas de poder político.
La conversación concluyó con la reflexión sobre la necesidad de garantizar una educación superior que sea accesible, de calidad y con una estructura de financiamiento justa, que no permita la existencia de privilegios sin sustento en el mérito académico. Asimismo, ambos panelistas coincidieron en que la desafección ciudadana hacia la política también se nutre de estos ejemplos de privilegios y desigualdades, que siguen alejando a la ciudadanía del compromiso con las instituciones democráticas.
Fuente información: Rocío Gambra