Chile en la encrucijada: Entre el desencanto y la esperanza de un nuevo liderazgo

Señor Director:

El actual gobierno enfrenta un desafío monumental: queda menos de un año para concluir su mandato, y la realidad es innegable. Las promesas de cambio y progreso han quedado sepultadas bajo una montaña de errores, improvisaciones y una desconexión alarmante con las verdaderas prioridades de la ciudadanía. El sueño de un país más justo, prometido desde el atril presidencial, ha cedido ante la frustración y el descontento social. Hoy, Chile no avanza; apenas sobrevive.

Es evidente que el gobierno del presidente Gabriel Boric está atrapado en una crisis de credibilidad. Desde escándalos políticos hasta decisiones económicas ineficaces, su administración ha desperdiciado el capital político con el que inició, dejando un sabor amargo en una ciudadanía que se siente traicionada. La constante improvisación en políticas públicas, la incapacidad de responder al aumento de la delincuencia y el estancamiento económico han minado las bases de confianza que los chilenos depositaron en el proyecto progresista.

Pero no se trata solo de fallas administrativas. Existe un problema de fondo: la desconexión entre la ideología y la realidad. Un 30% del país sigue creyendo en los ideales socialistas, pero incluso ese porcentaje está perdiendo la fe. Los discursos vacíos no llenan los bolsillos, no mejoran la seguridad y no garantizan calidad de vida. Es aquí donde el socialismo actual ha fracasado: en entender que la teoría no basta si la práctica no genera resultados tangibles.

En este escenario de desilusión, surge una alternativa clara y viable: Chilevamos bajo el liderazgo de Evelyn Matthei. Su figura representa la antítesis de lo que hemos vivido en estos años. Matthei no solo tiene experiencia y un historial probado de gestión eficiente, sino también una visión clara y pragmática de lo que Chile necesita para recuperar la senda del crecimiento y la estabilidad.

Su capacidad para enfrentar desafíos con decisión y carácter ya ha quedado demostrada. En tiempos donde la política se percibe como un circo de egos y promesas vacías, Matthei ofrece algo que hoy es revolucionario: sentido común. Su énfasis en la seguridad, la reactivación económica y la protección de las libertades individuales resuena con una ciudadanía que está cansada de discursos ideológicos y busca soluciones reales.

Chile no necesita más experimentos fallidos ni consignas vacías. Necesita un liderazgo que entienda que gobernar es, ante todo, responder a las necesidades de la gente. Recuperar la confianza perdida es un camino difícil, pero no imposible, y Matthei está posicionada para liderar esa cruzada. Mientras el actual gobierno se desgasta en excusas y rectificaciones tardías, Chilevamos emerge como la alternativa capaz de devolverle al país el rumbo que merece.

La hora del cambio se acerca. Es momento de dejar atrás las falsas promesas y abrazar un proyecto político que privilegie a las personas por sobre las ideologías. Evelyn Matthei encarna esa oportunidad de reconstrucción. Si el gobierno actual ha elegido pasar sin pena ni gloria, Chile no tiene por qué hacer lo mismo. Al diablo con el desencanto; el futuro está en la vereda de quienes ofrecen liderazgo, claridad y compromiso.

Héctor Zúñiga G. 
Vicepresidente de Evópoli Los Lagos



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