​El misterio del hedor de Ovejería Bajo: un caso sin resolver

Columna de opinión de Yinki Lobo.

En el sector de Ovejería Bajo, Osorno, cada verano nos encontramos con un misterio olfativo que desafía cualquier explicación. Un "perfume" característico inunda el aire: un hedor persistente y molesto que nadie parece poder erradicar. Pasan los años, las empresas toman medidas, las autoridades intervienen, pero el mal olor sigue ahí, inmutable, como si fuera parte del ADN del lugar.

A pocos pasos de este epicentro de misterio están el Parque Bellavista del Río Rahue, un hermoso rincón natural, y el Nuevo Parque Hott, un espacio con todo el potencial para convertirse en el corazón recreativo de las familias osorninas. Pero intentar disfrutar de estos lugares implica enfrentarse a una experiencia sensorial cuestionable. El aire, cargado de este aroma inexplicable, desanima incluso al más entusiasta.

Es curioso cómo este fenómeno escapa a cualquier solución definitiva. ¿Será que no estamos viendo algo? ¿O quizás los que percibimos este problema somos simplemente los osorninos equivocados, condenados a ser los únicos que levantan la voz mientras todo sigue igual? Porque herramientas existen: denuncias, fiscalizaciones, estudios, y un sinfín de intervenciones que nunca parecen dar en el clavo.

Mientras tanto, el "perfume" sigue ahí, acompañándonos como una banda sonora de dudoso gusto para nuestros veranos. Tal vez sea hora de resignarnos y aceptarlo como parte del paisaje. O quizás no. 

Por ahora, este texto es solo una nueva nota en el expediente de un caso sin resolver. ¿Será que hay algo más que podamos hacer o simplemente nos toca seguir flotando en esta nube de misterio?


Fuente información: Yinki Lobo M.
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