Experto detalla los riesgos de la Criptosporidiosis en terneros y las claves para su control
La criptosporidiosis, una enfermedad parasitaria causada por el protozoo Cryptosporidium parvum, se ha convertido en una preocupación central para la ganadería nacional, especialmente durante la época de partos. Gonzalo Ojeda, Product Manager de Salud en Ganadería de Veterquímica, en una reciente entrevista en el Podcast "Booster", advirtió sobre el severo impacto económico de esta patología, que afecta principalmente a terneros neonatos en sus primeras semanas de vida, comprometiendo su desarrollo y potencial productivo futuro. El especialista subrayó la importancia de un diagnóstico temprano, medidas de bioseguridad y tratamientos específicos para enfrentar esta "enfermedad silenciosa".
La criptosporidiosis se erige como uno de los principales desafíos sanitarios en las explotaciones ganaderas chilenas, generando diarreas neonatales que pueden tener consecuencias devastadoras para la viabilidad económica de los predios. Según Gonzalo Ojeda, experto de Veterquímica, "un ternero que tuvo diarrea en las etapas iniciales de su crianza es un ternero macho o hembra que no va a ser capaz de expresar todo su potencial productivo". Este impacto se traduce en mermas significativas, ya que la enfermedad ataca precisamente en las primeras fases del desarrollo del animal.
La enfermedad suele manifestarse con diarreas en terneros durante sus primeros treinta días de vida, con una incidencia particularmente alta entre la primera y la segunda semana postparto. "Ahí ya tenemos un punto que nos permite identificar y de cierta forma circunscribir esa diarrea a ciertos patógenos específicos. Y la criptosporidiosis es una de ellas", señaló Ojeda.
Para un manejo eficaz, el diagnóstico preciso es fundamental. El experto de Veterquímica destacó la existencia de diversas herramientas diagnósticas. "Se puede enviar un material fecal, enviarlos al laboratorio y poder identificar los ooquistes del criptosporidosis", explicó. Además, existen "test de ELISA también y también existen pruebas de campo que permiten tomar una muestra ahí inmediatamente del ternero y poder diagnosticar de manera precisa con alta sensibilidad y especificidad si es criptosporidiosis". Estas pruebas de campo son especialmente valiosas por su rapidez, arrojando resultados en aproximadamente "diez minutos, cinco minutos", lo que permite una intervención temprana. La sensibilidad y especificidad de estos test superan el 96-97%, minimizando el margen de error diagnóstico.
La alta contagiosidad de la criptosporidiosis representa uno de los mayores retos. "El ooquiste, que es la forma contagiosa se requiere una cantidad muy pequeña para lograr infectar. Para que te hagas una idea, se necesitan diez ooquistes para ya generar un contagio", detalló Ojeda. Alarmantemente, "en cien gramos de fecas pueden haber hasta catorce billones de ooquistes".
El contagio ocurre principalmente por vía fecal-oral. "El ternero se contagia durante el momento del parto. En el canal de parto hay mucha contaminación fecal, producto de la madre", indicó el especialista. Posteriormente, la transmisión puede ocurrir entre terneros o incluso a través de personal y utensilios contaminados, que actúan como vectores. Las vacas adultas, aunque no muestren signos clínicos, pueden ser portadoras asintomáticas del parásito.
La erradicación del parásito del ambiente es extremadamente compleja. "El ooquiste tiene ciertas características que dificultan y que hacen que sea muy difícil de erradicar. Permanece mucho tiempo en el ambiente, resiste altas temperaturas, resiste bajas temperaturas", afirmó Ojeda. Además, "hay muy pocos productos desinfectantes que hoy día sean abiertamente eficaces contra el ooquiste".
Ante la dificultad de erradicación, las estrategias se centran en la prevención y el control. Un adecuado manejo del calostro es fundamental para asegurar una buena inmunidad en el ternero. "Hay que trabajar mucho para que esos elementos que son tan claves [tiempo y calidad del calostro] se hagan de buena forma y impacten de manera positiva", enfatizó el experto.
La bioseguridad y la higiene son pilares, aunque Ojeda reconoció que en ganadería extensiva es más complejo que en otras producciones animales como cerdos o aves. No obstante, "rutinas de limpieza, de desinfección, no solo van a impactar de manera positiva en disminuir no solo la criptosporidiosis, sino en general todas las patologías". En sistemas con partos estacionales, existe la oportunidad de vaciar las ternereras para realizar limpiezas profundas, una ventaja no siempre disponible en sistemas con partos durante todo el año, como ocurre en parte del sur de Chile.
En cuanto al tratamiento, el especialista destacó la escasez de moléculas realmente efectivas. Mencionó a Parofor, un producto a base de paromomicina, como una herramienta terapéutica eficaz. "Parofor ha demostrado ser tal vez de las pocas herramientas eficaces para la prevención y control y tratamiento de la criptosporidiosis". El tratamiento recomendado es oral y dura siete días, observándose mejoras clínicas a partir del segundo día en muchos casos. "Un ternero que no sufrió o que se disminuyeron los efectos de la criptosporidiosis al inicio, obviamente fue un ternero que se logró alimentar mejor, que tuvo mejor consumo de alimento y por lo tanto también tuvo mayor desarrollo", explicó Ojeda, refiriéndose a las mejoras en ganancia de peso observadas en ensayos.
Aunque la criptosporidiosis es una zoonosis, su transmisión a humanos es rara y se da principalmente en individuos inmunosuprimidos.
La criptosporidiosis es una enfermedad endémica en muchos sistemas ganaderos, por lo que la vigilancia constante y la adopción de medidas de manejo integrales son cruciales. Gonzalo Ojeda concluyó recalcando que "la criptosporidiosis hay que reconocer que es un patógeno muy importante en la crianza" y que "es difícil de erradicar, y por lo tanto necesito herramientas eficaces para tratarlo". La combinación de un buen manejo del calostro, bioseguridad, diagnóstico oportuno y el uso de tratamientos efectivos como Parofor, son esenciales para proteger la salud de los terneros y la rentabilidad de las explotaciones ganaderas chilenas. Se espera que la concienciación y la aplicación de estas estrategias continúen siendo un foco para el sector veterinario y productivo en los próximos años.
Fuente información: Rocío Gambra
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La criptosporidiosis se erige como uno de los principales desafíos sanitarios en las explotaciones ganaderas chilenas, generando diarreas neonatales que pueden tener consecuencias devastadoras para la viabilidad económica de los predios. Según Gonzalo Ojeda, experto de Veterquímica, "un ternero que tuvo diarrea en las etapas iniciales de su crianza es un ternero macho o hembra que no va a ser capaz de expresar todo su potencial productivo". Este impacto se traduce en mermas significativas, ya que la enfermedad ataca precisamente en las primeras fases del desarrollo del animal.
La enfermedad suele manifestarse con diarreas en terneros durante sus primeros treinta días de vida, con una incidencia particularmente alta entre la primera y la segunda semana postparto. "Ahí ya tenemos un punto que nos permite identificar y de cierta forma circunscribir esa diarrea a ciertos patógenos específicos. Y la criptosporidiosis es una de ellas", señaló Ojeda.
Diagnóstico rápido y preciso: Una herramienta clave
Para un manejo eficaz, el diagnóstico preciso es fundamental. El experto de Veterquímica destacó la existencia de diversas herramientas diagnósticas. "Se puede enviar un material fecal, enviarlos al laboratorio y poder identificar los ooquistes del criptosporidosis", explicó. Además, existen "test de ELISA también y también existen pruebas de campo que permiten tomar una muestra ahí inmediatamente del ternero y poder diagnosticar de manera precisa con alta sensibilidad y especificidad si es criptosporidiosis". Estas pruebas de campo son especialmente valiosas por su rapidez, arrojando resultados en aproximadamente "diez minutos, cinco minutos", lo que permite una intervención temprana. La sensibilidad y especificidad de estos test superan el 96-97%, minimizando el margen de error diagnóstico.
Un contagio difícil de controlar
La alta contagiosidad de la criptosporidiosis representa uno de los mayores retos. "El ooquiste, que es la forma contagiosa se requiere una cantidad muy pequeña para lograr infectar. Para que te hagas una idea, se necesitan diez ooquistes para ya generar un contagio", detalló Ojeda. Alarmantemente, "en cien gramos de fecas pueden haber hasta catorce billones de ooquistes".
El contagio ocurre principalmente por vía fecal-oral. "El ternero se contagia durante el momento del parto. En el canal de parto hay mucha contaminación fecal, producto de la madre", indicó el especialista. Posteriormente, la transmisión puede ocurrir entre terneros o incluso a través de personal y utensilios contaminados, que actúan como vectores. Las vacas adultas, aunque no muestren signos clínicos, pueden ser portadoras asintomáticas del parásito.
La erradicación del parásito del ambiente es extremadamente compleja. "El ooquiste tiene ciertas características que dificultan y que hacen que sea muy difícil de erradicar. Permanece mucho tiempo en el ambiente, resiste altas temperaturas, resiste bajas temperaturas", afirmó Ojeda. Además, "hay muy pocos productos desinfectantes que hoy día sean abiertamente eficaces contra el ooquiste".
Estrategias de prevención y tratamiento
Ante la dificultad de erradicación, las estrategias se centran en la prevención y el control. Un adecuado manejo del calostro es fundamental para asegurar una buena inmunidad en el ternero. "Hay que trabajar mucho para que esos elementos que son tan claves [tiempo y calidad del calostro] se hagan de buena forma y impacten de manera positiva", enfatizó el experto.
La bioseguridad y la higiene son pilares, aunque Ojeda reconoció que en ganadería extensiva es más complejo que en otras producciones animales como cerdos o aves. No obstante, "rutinas de limpieza, de desinfección, no solo van a impactar de manera positiva en disminuir no solo la criptosporidiosis, sino en general todas las patologías". En sistemas con partos estacionales, existe la oportunidad de vaciar las ternereras para realizar limpiezas profundas, una ventaja no siempre disponible en sistemas con partos durante todo el año, como ocurre en parte del sur de Chile.
En cuanto al tratamiento, el especialista destacó la escasez de moléculas realmente efectivas. Mencionó a Parofor, un producto a base de paromomicina, como una herramienta terapéutica eficaz. "Parofor ha demostrado ser tal vez de las pocas herramientas eficaces para la prevención y control y tratamiento de la criptosporidiosis". El tratamiento recomendado es oral y dura siete días, observándose mejoras clínicas a partir del segundo día en muchos casos. "Un ternero que no sufrió o que se disminuyeron los efectos de la criptosporidiosis al inicio, obviamente fue un ternero que se logró alimentar mejor, que tuvo mejor consumo de alimento y por lo tanto también tuvo mayor desarrollo", explicó Ojeda, refiriéndose a las mejoras en ganancia de peso observadas en ensayos.
Aunque la criptosporidiosis es una zoonosis, su transmisión a humanos es rara y se da principalmente en individuos inmunosuprimidos.
Proyección y recomendaciones finales
La criptosporidiosis es una enfermedad endémica en muchos sistemas ganaderos, por lo que la vigilancia constante y la adopción de medidas de manejo integrales son cruciales. Gonzalo Ojeda concluyó recalcando que "la criptosporidiosis hay que reconocer que es un patógeno muy importante en la crianza" y que "es difícil de erradicar, y por lo tanto necesito herramientas eficaces para tratarlo". La combinación de un buen manejo del calostro, bioseguridad, diagnóstico oportuno y el uso de tratamientos efectivos como Parofor, son esenciales para proteger la salud de los terneros y la rentabilidad de las explotaciones ganaderas chilenas. Se espera que la concienciación y la aplicación de estas estrategias continúen siendo un foco para el sector veterinario y productivo en los próximos años.
Para entender mejor
- Criptosporidiosis: Enfermedad parasitaria intestinal causada por un protozoo del género Cryptosporidium. Afecta principalmente a animales jóvenes, causando diarrea.
- Protozoo: Organismo microscópico unicelular. En este caso, Cryptosporidium parvum es el agente causal.
- Ooquiste: Forma de resistencia y de transmisión del parásito Cryptosporidium. Es la estructura que se elimina en las heces y puede sobrevivir en el ambiente por largos periodos, siendo infecciosa.
- ELISA (Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas): Técnica de laboratorio utilizada para detectar la presencia de antígenos (como partes del parásito) o anticuerpos (respuesta inmune del animal) en una muestra.
- Zoonosis: Enfermedad que puede transmitirse de animales a seres humanos y viceversa.
- Bioseguridad: Conjunto de medidas y prácticas destinadas a prevenir la entrada y propagación de agentes infecciosos en una explotación ganadera o población animal.
- Calostro: Primera leche producida por la madre después del parto, rica en anticuerpos y nutrientes esenciales para la inmunidad y supervivencia del recién nacido.
- Veterquímica: Empresa mencionada como fuente de la información, especializada en salud y nutrición animal.
Fuente información: Rocío Gambra
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