Conflicto en Osorno: Feriantes de Plazuela PAC acusan “portazo” del municipio y anuncian movilizaciones
Dirigentes de los comerciantes que se instalan cada sábado en la Plazuela Pedro Aguirre Cerda de Osorno,sostuvieron una infructuosa reunión con el administrador municipal, Carlos Peña. La autoridad les confirmó la prohibición de instalarse en el lugar a contar del próximo fin de semana, argumentando la necesidad de resguardar las áreas verdes. Los feriantes, que agrupan a adultos mayores, estudiantes y familias, denuncian que la medida es arbitraria, no ofrece alternativas y desconoce promesas de campaña, por lo que solicitarán una audiencia urgente con el alcalde y asistirán al Concejo Municipal para exponer su caso.
Una tensa jornada se vivió durante este lunes en las afueras del Edificio Consistorial de Osorno. Pasado el mediodía, un grupo de dirigentes y comerciantes de la feria libre que opera los sábados en la Plazuela Pedro Aguirre Cerda llegó hasta la Plaza de Armas para comunicar el resultado de una esperada reunión con autoridades municipales, la cual calificaron como un "portazo" a sus demandas de seguir trabajando.
El encuentro, sostenido con el administrador municipal, Carlos Peña, tenía como objetivo buscar una solución a la orden que les impide instalar sus puestos en dicho espacio público. Sin embargo, la respuesta fue categórica: la prohibición se mantiene firme. "El tema es que no se va a permitir gente en la plaza, sí o sí, dijeron no más gente, porque son áreas verdes. Esa es la única solución que nos dieron", explicó una de las dirigentas a los medios presentes.
Según los feriantes, la medida se aplicará desde el próximo sábado y será fiscalizada por inspectores municipales y personal de seguridad pública. Esta decisión, que de acuerdo a los afectados es una "orden directa del municipio" y no una ordenanza discutida, amenaza con extenderse a otras ferias de la ciudad que también utilizan plazas y parques, como las de Francke y Rahue. "Esto va para todos. Ya hay conversaciones para hacer algo más grande, porque hoy en día tenemos que unirnos todos los feriantes", advirtió otra de las voceras.
Los comerciantes argumentan que la medida no considera la compleja realidad social de quienes dependen de esta fuente de ingresos. "Tenemos adultos mayores que pagan arriendo, que no alcanzan a vivir con la pensión que tienen. Personas con carnet de discapacidad, estudiantes que sustentan sus estudios. A ellos no les importó nada", relató una de las afectadas tras la reunión.
Cristina Caillouan, una comerciante histórica con permiso municipal vigente, relató su larga trayectoria y las dificultades que enfrenta. "Llevo ocho años esperando en la municipalidad para la feria rotativa y hace un año tengo mi permiso. Somos una familia de feriantes por años y ahora nos pillamos con esto. Hay que mantener una familia, tenemos personas que son cuidadores de adultos mayores", señaló con evidente preocupación.
Además, los feriantes defienden su rol en la recuperación y mantención del espacio. Aseguran que gracias a su presencia, el lugar dejó de ser un foco de delincuencia e incivilidades. "Antes se llenaba de borrachos, había gente hasta con carpas. Nosotros hemos recuperado ese espacio. Nos preocupamos de que el lugar quede limpio. Si ustedes van, la plaza está intacta, está bonito el pasto, no hay árboles rotos", afirmó un dirigente.
Para evidenciar este punto, los propios comerciantes exhibieron videos de campaña donde la actual autoridad comunal recorría las ferias comprometiéndose a apoyar su labor.
Ante la falta de soluciones, los feriantes ya definieron una hoja de ruta. Ingresaron una carta formal solicitando una audiencia con el alcalde Jaime Bertin antes del miércoles, día en que esperan tener una respuesta definitiva. De forma paralela, confirmaron su asistencia a la sesión del Concejo Municipal de este martes, donde esperan que algunos concejales que ya conocen la situación planteen el tema formalmente ante el pleno. "Mañana vamos a estar aquí si Dios lo permite y vamos a estar luchando por nuestros derechos como ciudadanos osorninos", concluyó una de las dirigentas, sin descartar medidas de presión más drásticas, como cortes de tránsito, si no son escuchados.
El conflicto, por ahora, se mantiene en un punto muerto, con un municipio firme en su decisión de proteger el ornato de la ciudad y un grupo de más de un centenar de familias que ve en riesgo su único sustento económico, a la espera de un diálogo directo con la máxima autoridad comunal que pueda destrabar la situación en las próximas horas.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Una tensa jornada se vivió durante este lunes en las afueras del Edificio Consistorial de Osorno. Pasado el mediodía, un grupo de dirigentes y comerciantes de la feria libre que opera los sábados en la Plazuela Pedro Aguirre Cerda llegó hasta la Plaza de Armas para comunicar el resultado de una esperada reunión con autoridades municipales, la cual calificaron como un "portazo" a sus demandas de seguir trabajando.
El encuentro, sostenido con el administrador municipal, Carlos Peña, tenía como objetivo buscar una solución a la orden que les impide instalar sus puestos en dicho espacio público. Sin embargo, la respuesta fue categórica: la prohibición se mantiene firme. "El tema es que no se va a permitir gente en la plaza, sí o sí, dijeron no más gente, porque son áreas verdes. Esa es la única solución que nos dieron", explicó una de las dirigentas a los medios presentes.
Según los feriantes, la medida se aplicará desde el próximo sábado y será fiscalizada por inspectores municipales y personal de seguridad pública. Esta decisión, que de acuerdo a los afectados es una "orden directa del municipio" y no una ordenanza discutida, amenaza con extenderse a otras ferias de la ciudad que también utilizan plazas y parques, como las de Francke y Rahue. "Esto va para todos. Ya hay conversaciones para hacer algo más grande, porque hoy en día tenemos que unirnos todos los feriantes", advirtió otra de las voceras.
El drama social y la defensa del espacio público
Los comerciantes argumentan que la medida no considera la compleja realidad social de quienes dependen de esta fuente de ingresos. "Tenemos adultos mayores que pagan arriendo, que no alcanzan a vivir con la pensión que tienen. Personas con carnet de discapacidad, estudiantes que sustentan sus estudios. A ellos no les importó nada", relató una de las afectadas tras la reunión.
Cristina Caillouan, una comerciante histórica con permiso municipal vigente, relató su larga trayectoria y las dificultades que enfrenta. "Llevo ocho años esperando en la municipalidad para la feria rotativa y hace un año tengo mi permiso. Somos una familia de feriantes por años y ahora nos pillamos con esto. Hay que mantener una familia, tenemos personas que son cuidadores de adultos mayores", señaló con evidente preocupación.
Además, los feriantes defienden su rol en la recuperación y mantención del espacio. Aseguran que gracias a su presencia, el lugar dejó de ser un foco de delincuencia e incivilidades. "Antes se llenaba de borrachos, había gente hasta con carpas. Nosotros hemos recuperado ese espacio. Nos preocupamos de que el lugar quede limpio. Si ustedes van, la plaza está intacta, está bonito el pasto, no hay árboles rotos", afirmó un dirigente.
Promesas incumplidas y próximos pasos
El sentimiento generalizado entre los manifestantes es de "engaño" y "decepción", especialmente al recordar las promesas realizadas durante la campaña electoral por la actual administración. "Cuando él estaba candidateándose, le preguntamos qué iba a pasar con nosotros. Nos dijeron que teníamos que darle una solución. No cumplió nada y ahora nos manda a sacar de la noche a la mañana", declaró María Elena Alinco, feriante y madre de cuatro hijos.Para evidenciar este punto, los propios comerciantes exhibieron videos de campaña donde la actual autoridad comunal recorría las ferias comprometiéndose a apoyar su labor.
Ante la falta de soluciones, los feriantes ya definieron una hoja de ruta. Ingresaron una carta formal solicitando una audiencia con el alcalde Jaime Bertin antes del miércoles, día en que esperan tener una respuesta definitiva. De forma paralela, confirmaron su asistencia a la sesión del Concejo Municipal de este martes, donde esperan que algunos concejales que ya conocen la situación planteen el tema formalmente ante el pleno. "Mañana vamos a estar aquí si Dios lo permite y vamos a estar luchando por nuestros derechos como ciudadanos osorninos", concluyó una de las dirigentas, sin descartar medidas de presión más drásticas, como cortes de tránsito, si no son escuchados.
El conflicto, por ahora, se mantiene en un punto muerto, con un municipio firme en su decisión de proteger el ornato de la ciudad y un grupo de más de un centenar de familias que ve en riesgo su único sustento económico, a la espera de un diálogo directo con la máxima autoridad comunal que pueda destrabar la situación en las próximas horas.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó