El Corazón del Estado en el Mensaje Presidencial

Francisco Reyes Castro
Por Francisco Reyes Castro, Consejero Regional Los Lagos

El reciente Mensaje Presidencial del 1 de junio puso el foco y el tono en la trascendental importancia del rol y el cuidado de la institucionalidad pública y la acción del Estado. Este enfoque fue más allá de los habituales anuncios y recuentos de logros y desafíos, abordando una cuestión fundamental para la cohesión y el progreso del país.

En un contexto marcado por el bullado caso "Licencias", el Presidente Boric no esquivó el debate. Por el contrario, reforzó con urgencia dos principios que, a menudo, parecen quedar en el olvido: primero, que el ingreso al aparato público debe ser para "servir" y no para "servirse"; y segundo, que el rol de lo público, que nos pertenece a todos, debe ser cuidado y no destruido por conveniencias mezquinas.

En la hora final de su discurso, el mandatario enfatizó: "Contrario a lo que algunos esgrimen como pretexto para retroceder en derechos y jibarizar al Estado, la institucionalidad pública es robusta comparada a nivel internacional y también tenemos que valorarla, mejorarla sin dudas, ser duro contra quienes vulneran los principios de la ética, de la responsabilidad de la transparencia, pero no destruirla". Este llamado a no quedarse en la crítica, sino a "dar soluciones reales, que defendamos estos principios con acciones y no sólo con palabras", resuena con particular fuerza en un momento donde la confianza en las instituciones se ve constantemente sacada al pizarrón.

En tiempos donde las Cuentas Públicas suelen centrarse en cifras económicas y presupuestos siempre limitados, el hecho de que el Presidente abordara la agenda con un mensaje claro, con tono y visión de Estado, es digno de reconocimiento. Mientras que para los anuncios y debates existen múltiples espacios públicos y políticos en lo nacional y regional, y para las discusiones y el real avance legislativo está el Congreso, la defensa y el llamado al fortalecimiento de la institucionalidad son voces y minutos que suelen escasear. Esto es aún más relevante en una era en que el quehacer público se ha convertido en blanco de mensajes masivos y estandarizados que buscan, precisamente, su destrucción.

La contundencia de este mensaje presidencial subraya la necesidad imperiosa de resguardar lo que nos une y nos permite avanzar como sociedad. Es un recordatorio de que el Estado, con sus instituciones, es un pilar fundamental que merece ser valorado, protegido y mejorado, con la responsabilidad conjunta y el control permanente.

Fuente información: vecinoreyes@gmail.com
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