Irán ataca bases estadounidenses en Catar e Irak en represalia por bombardeos
En la noche del lunes, Irán lanzó una ofensiva con misiles contra bases militares de Estados Unidos en Catar e Irak, en respuesta directa al reciente bombardeo estadounidense sobre instalaciones nucleares iraníes, según confirmaron fuentes oficiales de ambos países y organismos internacionales.
La Guardia Revolucionaria de Irán anunció el inicio de la operación denominada “Bendición de Fatah”, dirigida principalmente contra la base aérea de Al Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Próximo, situada a unos 25 kilómetros de Doha. Según reportes oficiales, los misiles iraníes también tuvieron como objetivo la base de Ain al-Assad en el oeste de Irak, donde se encuentran desplegadas tropas estadounidenses.
El Ministerio de Defensa de Catar confirmó que sus sistemas antiaéreos lograron interceptar los misiles lanzados contra Al Udeid y que no se registraron víctimas ni daños significativos. En un comunicado, Doha calificó el ataque como una “flagrante violación de la soberanía y el espacio aéreo catarí”, y advirtió que se reserva el derecho a responder conforme al derecho internacional.
Por su parte, funcionarios estadounidenses indicaron que no hubo bajas entre su personal militar y que la situación está siendo monitoreada de cerca por la Casa Blanca y el Departamento de Defensa, quienes convocaron a reuniones de emergencia para evaluar la escalada del conflicto.
El ataque iraní se produce como represalia tras la ofensiva estadounidense del pasado fin de semana contra tres instalaciones nucleares clave en Irán, una acción que marcó una nueva fase en la creciente tensión entre ambos países y que ha involucrado a otros actores regionales, como Israel.
Irán justificó su respuesta asegurando que el número de misiles lanzados correspondía al de bombas empleadas por Estados Unidos en su ataque previo, sugiriendo una intención de calibrar la represalia para evitar una escalada mayor. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, afirmó en redes sociales que “no buscamos la guerra, pero no dejaremos sin respuesta una agresión contra la gran Irán”.
Tras el ataque, Catar y varios países del Golfo, como Bahréin y Kuwait, cerraron temporalmente sus espacios aéreos como medida de precaución. Las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y China en la región emitieron alertas a sus ciudadanos para que permanezcan en resguardo.
La base de Al Udeid, que alberga a más de 10.000 efectivos y sirve como cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos, es estratégica para las operaciones militares en Oriente Próximo y Asia Central.
Aunque Irán reivindicó el ataque sobre la base en Catar, no asumió la autoría del ataque en Irak, lo que abre la posibilidad de que milicias aliadas hayan participado en la acción2. Analistas internacionales advierten que la magnitud de la respuesta estadounidense determinará si el conflicto escala a una confrontación regional más amplia o si se mantienen los esfuerzos diplomáticos para contener la crisis.
La situación sigue en desarrollo, con los principales actores regionales y globales en alerta máxima ante una posible escalada militar en Oriente Próximo.
Fuente información: BBC, CNN, El País, Le Monde, Axios
La Guardia Revolucionaria de Irán anunció el inicio de la operación denominada “Bendición de Fatah”, dirigida principalmente contra la base aérea de Al Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Próximo, situada a unos 25 kilómetros de Doha. Según reportes oficiales, los misiles iraníes también tuvieron como objetivo la base de Ain al-Assad en el oeste de Irak, donde se encuentran desplegadas tropas estadounidenses.
El Ministerio de Defensa de Catar confirmó que sus sistemas antiaéreos lograron interceptar los misiles lanzados contra Al Udeid y que no se registraron víctimas ni daños significativos. En un comunicado, Doha calificó el ataque como una “flagrante violación de la soberanía y el espacio aéreo catarí”, y advirtió que se reserva el derecho a responder conforme al derecho internacional.
Por su parte, funcionarios estadounidenses indicaron que no hubo bajas entre su personal militar y que la situación está siendo monitoreada de cerca por la Casa Blanca y el Departamento de Defensa, quienes convocaron a reuniones de emergencia para evaluar la escalada del conflicto.
El ataque iraní se produce como represalia tras la ofensiva estadounidense del pasado fin de semana contra tres instalaciones nucleares clave en Irán, una acción que marcó una nueva fase en la creciente tensión entre ambos países y que ha involucrado a otros actores regionales, como Israel.
Irán justificó su respuesta asegurando que el número de misiles lanzados correspondía al de bombas empleadas por Estados Unidos en su ataque previo, sugiriendo una intención de calibrar la represalia para evitar una escalada mayor. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, afirmó en redes sociales que “no buscamos la guerra, pero no dejaremos sin respuesta una agresión contra la gran Irán”.
Tras el ataque, Catar y varios países del Golfo, como Bahréin y Kuwait, cerraron temporalmente sus espacios aéreos como medida de precaución. Las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y China en la región emitieron alertas a sus ciudadanos para que permanezcan en resguardo.
La base de Al Udeid, que alberga a más de 10.000 efectivos y sirve como cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos, es estratégica para las operaciones militares en Oriente Próximo y Asia Central.
Aunque Irán reivindicó el ataque sobre la base en Catar, no asumió la autoría del ataque en Irak, lo que abre la posibilidad de que milicias aliadas hayan participado en la acción2. Analistas internacionales advierten que la magnitud de la respuesta estadounidense determinará si el conflicto escala a una confrontación regional más amplia o si se mantienen los esfuerzos diplomáticos para contener la crisis.
La situación sigue en desarrollo, con los principales actores regionales y globales en alerta máxima ante una posible escalada militar en Oriente Próximo.
Fuente información: BBC, CNN, El País, Le Monde, Axios
