Operativo municipal impide trabajar a más de 130 comerciantes en Osorno

Operativo municipal impide trabajar a más de 130 comerciantes en Osorno
Un sorpresivo operativo coordinado por la Municipalidad de Osorno, con apoyo de Carabineros y Seguridad Ciudadana, impidió este sábado 21 de junio que más de 138 comerciantes informales se instalaran en la Plaza Pedro Aguirre Cerda. Los afectados, agrupados en la asociación "Sol y Lluvia", denunciaron el incumplimiento de un acuerdo previo con el administrador municipal, Carlos Peña, quien se habría comprometido hace tres meses a buscar una solución para regularizar su actividad. Ahora, los vendedores exigen una audiencia directa con el alcalde Jaime Bertín para evitar que la situación se repita y encontrar una salida formal que les permita trabajar.

Con sorpresa e indignación reaccionaron decenas de comerciantes que, como cada sábado, llegaron de madrugada a la Plaza Pedro Aguirre Cerda para instalar sus puestos de venta. Sin embargo, este 21 de junio se encontraron con un escenario inesperado: un despliegue de funcionarios municipales, inspectores y personal de Seguridad Ciudadana, quienes les prohibieron ejercer su actividad comercial.

El operativo, que según testigos comenzó cerca de las 5:30 de la mañana, incluyó la presencia de al menos cinco vehículos municipales y una veintena de funcionarios que acordonaron el área verde. "Llegamos a las 5:30 de la mañana y ya estaban instalados. A los que alcanzamos a armar algo, nos sacaron. Nos dijeron que no podíamos estar por ordenanza municipal, pero sin presentar ningún documento. Fue una orden verbal", relató uno de los vendedores que llegó temprano al lugar.

La medida afecta directamente a la agrupación "Sol y Lluvia", constituida hace cinco meses y que representa a más de 138 familias que dependen de estas ventas de fin de semana para su sustento. Carolina Alarcón, vocera del grupo, recordó una reunión sostenida hace aproximadamente tres meses con el administrador municipal, Carlos Peña. "Él se había comprometido con nosotros en que iba a venir acá a la feria, iba a conocer la realidad de las personas que trabajan acá. Se comprometió a que, el día que se diera la orden de sacar a la gente, iba a ser con previo aviso y tratar de tener otra reunión para organizarnos, cosa que no sucedió", afirmó Alarcón.

La frustración de los comerciantes es evidente, ya que aseguran haber cumplido su parte del trato. "Nos hemos preocupado de que la feria quede limpia, de que no haya peleas. Hemos estado trabajando en eso, esperando noticias de ellos", agregó la vocera.

El anhelo de la regularización


Lejos de querer ocupar el espacio público de manera gratuita y desregulada, la principal demanda de la agrupación es formalizar su trabajo. Brigitte Flores, otra de las dirigentas, fue enfática al señalar que su objetivo no es permanecer en la ilegalidad. "Nosotros no queremos estar gratis acá. Lo que pedimos es poder pagar un permiso, ya sea acá en la plazuela o en la calle lateral, pero necesitamos trabajar", declaró.

Este sentimiento es compartido por los miembros de la agrupación, muchos de los cuales son adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o con discapacidad. Es el caso de Mariela Garcés, quien con la venta de ropa usada complementa sus ingresos para pagar el arriendo de su vivienda. "El gobierno me da una plata porque tengo un carné de discapacidad, pero a mí no me alcanza. Pago mi arriendo, mi luz y agua, y para comer, ¿qué es lo que hago? Por eso vengo a vender aquí", explicó con evidente preocupación.

Los vendedores recalcan que la feria, que funciona solo los sábados, es un sustento vital para muchas familias de la comuna y que, con el tiempo, se ha convertido en un espacio tradicional para la comunidad. "Esto ya es como un patrimonio, porque esta feria está muchos años aquí. La gente viene a comprar con tranquilidad, con confianza", comentó otra de las presentes.

De la promesa de campaña a la "traición"


La acción del municipio ha generado un profundo sentimiento de decepción y abandono entre los comerciantes, quienes recuerdan las promesas de la máxima autoridad comunal. "Estuvimos viendo unos TikTok que el alcalde en su campaña recorrió todas las ferias y dijo que eran un potencial, que tenían que seguir apoyando a las ferias porque era el sustento de muchas familias. ¿Y qué hace ahora? Nos engañó prácticamente por un voto. Esa es la sensación que tenemos, de traición", manifestó una vendedora.

Debido al quiebre de confianza con la administración, la agrupación ha decidido escalar su petición y solicitar una reunión directamente con el jefe comunal. "Ya no queremos hablar con la Administración Municipal, queremos hablar directamente con el alcalde. Con don Carlos Peña no solucionamos absolutamente nada, nos dio, como se dice, 'dulces, caramelos', y para nosotros eso no nos sirve. Queremos que el alcalde nos dé una audiencia", sentenció Brigitte Flores.

Proyección del conflicto


Soraya Proboste, presidenta de la agrupación "Sol y Lluvia", anunció que este lunes iniciará las gestiones formales para solicitar la audiencia con el alcalde Jaime Bertín. El objetivo es encontrar una solución definitiva durante la semana, considerando que el próximo sábado coincide con el inicio de las vacaciones de invierno, una fecha clave para sus ventas.

"Nosotros vamos a luchar por nuestro derecho como osorninos. Queremos cumplir con todos los reglamentos y protocolos que el municipio nos diga, pero para eso necesitamos que nos escuchen. Si tenemos permiso, sacamos iniciación de actividades, pagamos nuestro permiso y es un fondo también para la municipalidad. Solo pedimos trabajar el día sábado, nada más que eso", concluyó Proboste. La comunidad y los comerciantes quedarán a la espera de la respuesta del municipio para resolver un conflicto que mezcla la necesidad social, el uso de los espacios públicos y la confianza en la palabra de las autoridades.




Fuente información: Álvaro Torres Riobó
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