Relación Chile-Israel y la reacción de EE.UU. tras dicho presidencial sobre Gaza
Tras los recientes anuncios del Presidente Gabriel Boric en su Cuenta Pública, que generaron repercusiones internacionales, especialmente en Estados Unidos respecto a la postura chilena sobre Israel y el conflicto en la Franja de Gaza, el director del Centro de Estudios de Políticas Internacionales (CEPI) de la Universidad Central, Edgardo Riveros, ofrece un análisis detallado. Riveros aborda la normalidad de las comunicaciones diplomáticas, la calificación de las acciones en Gaza como violaciones al derecho internacional humanitario y las implicancias de la decisión chilena de retirar las agregadurías militares, enfatizando que no se trata de una ruptura de relaciones diplomáticas.
La reciente Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric ha desencadenado una serie de reacciones a nivel internacional, particularmente en Estados Unidos, en relación con las declaraciones sobre Israel y el conflicto en la Franja de Gaza. Para desglosar la complejidad de este escenario, Edgardo Riveros, director del Centro de Estudios de Políticas Internacionales (CEPI) de la Universidad Central, fue consultado sobre las implicaciones diplomáticas y estratégicas de la postura chilena.
Riveros abordó la trascendencia de las comunicaciones entre el canciller de Estados Unidos, Marco Rubio, y el Presidente Boric, señalando que, si bien no es frecuente, es "posible" que un canciller se contacte con jefes de gobierno o ministros de Relaciones Exteriores en el marco de relaciones diplomáticas normales. Descartó conjeturas sobre los pormenores de la conversación, enfatizando que todo se ha desarrollado en un "marco de diálogo, de normalidad". El experto indicó que el Presidente Boric se encontraba abocado a la preparación de su mensaje presidencial, y que la interacción se derivó al canciller chileno, Alberto Van Klaveren, lo cual es un procedimiento habitual.
Uno de los puntos de mayor interés fue la preocupación de Estados Unidos sobre una posible ruptura de relaciones de Chile con Israel, lo cual, según Riveros, no ocurrió en el anuncio presidencial del 1 de junio. No obstante, el Presidente Boric sí hizo comentarios relevantes sobre el armamento de guerra y la no adquisición de bienes provenientes de "territorio ocupado ilegalmente", en línea con lo expresado por el presidente de la Comisión Internacional del Senado de EE.UU., Jim Risch.
Riveros subrayó las "visiones y posiciones distintas" que existen a nivel internacional sobre lo que acontece en Medio Oriente, especialmente en la Franja de Gaza. Calificó la situación en Gaza como una "violación abierta del derecho internacional humanitario", evidenciada por más de 50 mil personas muertas, incluyendo "muchos niños, muchas mujeres", así como la destrucción de infraestructura crítica como "colegios, hospitales e infraestructura sanitaria en general".
El director del CEPI argumentó que la reacción de Israel es una "represalia, no de legítima defensa", frente a la "acción de Jamás" que costó la vida a 1.200 personas y dejó más de 200 rehenes. Si bien condenó el "acto terrorista" de Hamás como "abominable" y "absolutamente rechazable", insistió en que la respuesta israelí "escapa a los parámetros de legítima defensa y cae en actos de represalia".
En este contexto, Riveros destacó que la Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto procesos contra Netanyahu por posibles crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, lo que demuestra la gravedad de la situación a la luz del derecho internacional. Asimismo, mencionó la denuncia de Sudáfrica ante la Convención sobre el Genocidio.
Respecto a la respuesta del Presidente Boric, Riveros manifestó que el mandatario ha fundamentado su actuación en principios permanentes, como el "respeto al derecho humanitario y a los derechos humanos". En cuanto al retiro de las agregadurías militares chilenas en Israel, Riveros lo enmarcó en el contexto de la operación militar en Gaza, pero enfatizó que "no puede ser estimado como un eslabón que llega a la ruptura de relaciones diplomáticas". A su juicio, las rupturas diplomáticas "no son aconsejables" porque el diálogo y las gestiones oficiales son siempre "necesarios" para la asistencia a las personas y para mantener la comunicación. Además, recordó la importante presencia de colonias israelí y palestina en Chile, siendo esta última una de las más numerosas fuera de los países árabes.
Riveros también mencionó que Israel había anunciado previamente el retiro de su agregado militar en el contexto de la exclusión de empresas israelíes de la FIDAE, lo que tampoco fue interpretado como una escalada hacia la ruptura diplomática. Aclaró que el movimiento de agregados militares es una "mutación" habitual en las misiones diplomáticas, y no un hecho "extraordinariamente inédito".
En el ámbito económico, el experto minimizó el impacto de una eventual prohibición de importar productos de Cisjordania ocupada, dado que las exportaciones de Israel a Chile representan solo un 0,13% del total. Sin embargo, reconoció su "elemento simbólico", ya que la ocupación de Cisjordania desde 1967 es considerada ilegal por las Naciones Unidas. Respecto a la importación de armamento, Riveros indicó que estos son "contrato de mediano y largo plazo" que operan en "circuitos especiales" y "escapan a los circuitos propiamente diplomático y político".
Riveros también analizó la declaración del Presidente Boric de alinearse con la postura de España en cuanto a no comprar armamento de guerra de Israel, destacando que España es un "activo integrante de la Unión Europea". Subrayó que el conflicto en Gaza está "sumando actores críticos", incluso desde Alemania.
El especialista diferenció entre el pueblo israelí y la "conducción que está dando Netanyahu a este conflicto", al que calificó de "persona que tiene una posición muy polarizada, muy radical". Consideró que el liderazgo de Netanyahu, al igual que el de Hamás, es un "obstáculo" para la solución de dos estados con "fronteras seguras y reconocidas internacionalmente", una política histórica y transversal de Chile.
Finalmente, al trazar paralelismos con la decisión del Presidente Ricardo Lagos de no apoyar la guerra preventiva de Estados Unidos en Irak en 2003, Riveros resaltó que la postura de Chile en ambos casos se ha apegado a principios, como el "respeto estricto a la aplicación de las normas de derecho internacional". En 2003, Chile, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, rechazó la tesis de la guerra preventiva por no tener un respaldo directo en el derecho internacional, incluso cuando se negociaba un Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Riveros enfatizó que esta fue una "demostración clara de que en materia internacional debiera actuarse siempre de acuerdo al principio y no dejarse llevar por las pulsiones del momento o de coyuntura". Concluyó que las interpelaciones de Estados Unidos deben tomarse como una "opinión, pero no como una presión", ya que las conductas de Chile deben obedecer al "interés nacional" y a los "principios permanentes" a los que adhiere, como lo ha hecho también en el conflicto de Ucrania, donde la invasión rusa ha sido objeto de una "clara y severa crítica" chilena.
Fuente información: Rocío Gambra
La reciente Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric ha desencadenado una serie de reacciones a nivel internacional, particularmente en Estados Unidos, en relación con las declaraciones sobre Israel y el conflicto en la Franja de Gaza. Para desglosar la complejidad de este escenario, Edgardo Riveros, director del Centro de Estudios de Políticas Internacionales (CEPI) de la Universidad Central, fue consultado sobre las implicaciones diplomáticas y estratégicas de la postura chilena.
Riveros abordó la trascendencia de las comunicaciones entre el canciller de Estados Unidos, Marco Rubio, y el Presidente Boric, señalando que, si bien no es frecuente, es "posible" que un canciller se contacte con jefes de gobierno o ministros de Relaciones Exteriores en el marco de relaciones diplomáticas normales. Descartó conjeturas sobre los pormenores de la conversación, enfatizando que todo se ha desarrollado en un "marco de diálogo, de normalidad". El experto indicó que el Presidente Boric se encontraba abocado a la preparación de su mensaje presidencial, y que la interacción se derivó al canciller chileno, Alberto Van Klaveren, lo cual es un procedimiento habitual.
Uno de los puntos de mayor interés fue la preocupación de Estados Unidos sobre una posible ruptura de relaciones de Chile con Israel, lo cual, según Riveros, no ocurrió en el anuncio presidencial del 1 de junio. No obstante, el Presidente Boric sí hizo comentarios relevantes sobre el armamento de guerra y la no adquisición de bienes provenientes de "territorio ocupado ilegalmente", en línea con lo expresado por el presidente de la Comisión Internacional del Senado de EE.UU., Jim Risch.
Riveros subrayó las "visiones y posiciones distintas" que existen a nivel internacional sobre lo que acontece en Medio Oriente, especialmente en la Franja de Gaza. Calificó la situación en Gaza como una "violación abierta del derecho internacional humanitario", evidenciada por más de 50 mil personas muertas, incluyendo "muchos niños, muchas mujeres", así como la destrucción de infraestructura crítica como "colegios, hospitales e infraestructura sanitaria en general".
El director del CEPI argumentó que la reacción de Israel es una "represalia, no de legítima defensa", frente a la "acción de Jamás" que costó la vida a 1.200 personas y dejó más de 200 rehenes. Si bien condenó el "acto terrorista" de Hamás como "abominable" y "absolutamente rechazable", insistió en que la respuesta israelí "escapa a los parámetros de legítima defensa y cae en actos de represalia".
En este contexto, Riveros destacó que la Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto procesos contra Netanyahu por posibles crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, lo que demuestra la gravedad de la situación a la luz del derecho internacional. Asimismo, mencionó la denuncia de Sudáfrica ante la Convención sobre el Genocidio.
Respecto a la respuesta del Presidente Boric, Riveros manifestó que el mandatario ha fundamentado su actuación en principios permanentes, como el "respeto al derecho humanitario y a los derechos humanos". En cuanto al retiro de las agregadurías militares chilenas en Israel, Riveros lo enmarcó en el contexto de la operación militar en Gaza, pero enfatizó que "no puede ser estimado como un eslabón que llega a la ruptura de relaciones diplomáticas". A su juicio, las rupturas diplomáticas "no son aconsejables" porque el diálogo y las gestiones oficiales son siempre "necesarios" para la asistencia a las personas y para mantener la comunicación. Además, recordó la importante presencia de colonias israelí y palestina en Chile, siendo esta última una de las más numerosas fuera de los países árabes.
Riveros también mencionó que Israel había anunciado previamente el retiro de su agregado militar en el contexto de la exclusión de empresas israelíes de la FIDAE, lo que tampoco fue interpretado como una escalada hacia la ruptura diplomática. Aclaró que el movimiento de agregados militares es una "mutación" habitual en las misiones diplomáticas, y no un hecho "extraordinariamente inédito".
En el ámbito económico, el experto minimizó el impacto de una eventual prohibición de importar productos de Cisjordania ocupada, dado que las exportaciones de Israel a Chile representan solo un 0,13% del total. Sin embargo, reconoció su "elemento simbólico", ya que la ocupación de Cisjordania desde 1967 es considerada ilegal por las Naciones Unidas. Respecto a la importación de armamento, Riveros indicó que estos son "contrato de mediano y largo plazo" que operan en "circuitos especiales" y "escapan a los circuitos propiamente diplomático y político".
Riveros también analizó la declaración del Presidente Boric de alinearse con la postura de España en cuanto a no comprar armamento de guerra de Israel, destacando que España es un "activo integrante de la Unión Europea". Subrayó que el conflicto en Gaza está "sumando actores críticos", incluso desde Alemania.
El especialista diferenció entre el pueblo israelí y la "conducción que está dando Netanyahu a este conflicto", al que calificó de "persona que tiene una posición muy polarizada, muy radical". Consideró que el liderazgo de Netanyahu, al igual que el de Hamás, es un "obstáculo" para la solución de dos estados con "fronteras seguras y reconocidas internacionalmente", una política histórica y transversal de Chile.
Finalmente, al trazar paralelismos con la decisión del Presidente Ricardo Lagos de no apoyar la guerra preventiva de Estados Unidos en Irak en 2003, Riveros resaltó que la postura de Chile en ambos casos se ha apegado a principios, como el "respeto estricto a la aplicación de las normas de derecho internacional". En 2003, Chile, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, rechazó la tesis de la guerra preventiva por no tener un respaldo directo en el derecho internacional, incluso cuando se negociaba un Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Riveros enfatizó que esta fue una "demostración clara de que en materia internacional debiera actuarse siempre de acuerdo al principio y no dejarse llevar por las pulsiones del momento o de coyuntura". Concluyó que las interpelaciones de Estados Unidos deben tomarse como una "opinión, pero no como una presión", ya que las conductas de Chile deben obedecer al "interés nacional" y a los "principios permanentes" a los que adhiere, como lo ha hecho también en el conflicto de Ucrania, donde la invasión rusa ha sido objeto de una "clara y severa crítica" chilena.
Fuente información: Rocío Gambra