Vecinos de Rucatayo denuncian grave impacto de faenas forestales
La comunidad de Rucatayo, tanto Bajo como Alto, ha manifestado su profunda preocupación y molestia por el intensivo y constante tránsito de camiones de alto tonelaje de Forestal Arauco, que, según los vecinos, ha provocado un deterioro significativo en la calidad de vida de los habitantes y la destrucción de la infraestructura vial. Jaqueline Almonacid, residente del sector de Rucatayo Bajo, expuso el sentir de la comunidad, enfatizando el trabajo incesante de la empresa, incluso durante la noche, sin respetar el descanso de las familias. La situación afecta a la ruta que se extiende desde Rucatayo hasta Río Bueno, impactando directamente a una gran cantidad de familias en ambos sectores de Rucatayo y, presumiblemente, también a vecinos de Champulli.
La problemática con Forestal Arauco no es reciente para los vecinos de Rucatayo. Jaqueline Almonacid, una vecina de su comunidad, relata que la situación se ha arrastrado por un tiempo considerable, pero que en los últimos meses la intensidad de las faenas forestales ha escalado a niveles insostenibles. "Desde hace tanto tiempo es una situación que tenemos con la forestal Arauco, y que en este último tiempo han intensificado sus trabajos, cosa que va en desmedro de nuestra comunidad", señaló Almonacid .
El principal punto de conflicto, y el más evidente, es el estado calamitoso del camino. Los constantes viajes de camiones de alto tonelaje han dejado la vía "destruida", una situación que, según Almonacid, es ampliamente conocida y abarca desde Champulli hasta Río Bueno. La infraestructura vial, vital para la conectividad y el día a día de los residentes, se encuentra en un estado deplorable, dificultando el tránsito de vehículos particulares y aumentando los riesgos de accidentes.
A esta problemática se suma una preocupación aún mayor: el trabajo nocturno ininterrumpido de los camiones de la forestal. "Últimamente llevan cuantos meses trabajando de noche, y eso nos afecta directamente en nuestro día a día de vida, en nuestra calidad de vida, porque como ellos pasan toda la noche sin ninguna medida, nosotros nos despertamos a diario varias veces en la noche", expresó Almonacid . Esta falta de consideración por el descanso de los vecinos ha generado un ambiente de constante perturbación, afectando especialmente a grupos vulnerables como adultos mayores. En el caso particular de Jaqueline Almonacid, sus padres, ambos adultos mayores de 85 años, han visto severamente comprometida su capacidad de conciliar el sueño, lo que a su vez repercute en la salud y el bienestar de toda la familia.
La interacción con los conductores de los camiones también ha sido motivo de quejas. Los vecinos reportan que en ocasiones los camiones se niegan a permitir el adelantamiento, generando situaciones de peligro y frustración. Almonacid recordó un incidente en el que la Consejera Catalina Hott, quien habría visitado la zona para una reunión y se esperaba su apoyo, experimentó en primera persona esta situación, al verse impedida de adelantar a un camión de la forestal. Pese a las expectativas de ayuda y envío de cartas, la situación no ha cambiado.
La comunidad ha intentado en múltiples ocasiones establecer un diálogo y buscar soluciones a través de reuniones con la forestal y con diversas autoridades. Jaqueline Almonacid ha participado en encuentros organizados por la Junta de Vecinos de El Arrayán y por el APR, e incluso en una reunión con Vialidad el año pasado. Sin embargo, los acuerdos alcanzados en estas instancias, como la promesa de detener el tránsito nocturno o durante el invierno en Rucatayo Alto, no han sido respetados por la empresa.
La frustración de los vecinos se acentúa ante la falta de respuestas y soluciones por parte de las autoridades locales. Almonacid relató un encuentro reciente con el alcalde en una reunión del APR, donde este habría indicado que la situación "estaba sobre su accionar" y que "era poco y nada lo que ellos podían hacer". Esta respuesta ha dejado a la comunidad en un estado de desamparo, sin saber a quién más recurrir. "Si ni una Vialidad puede hacer algo, ni una municipalidad puede hacer algo. ¿A quién nos puede ayudar? Yo no sé por dónde podemos abordar estos temas", manifestó la vecina.
Ante la falta de soluciones por las vías tradicionales, la comunidad de Rucatayo ha decidido hacer pública su situación, buscando la visibilización a través de los medios de comunicación. "No sé cómo se puede llegar a una empresa tan grande si no es a través de los medios de comunicación, porque claramente, conversando con las diferentes autoridades, no hemos sacado nada. Ninguna solución", afirmó Almonacid, haciendo un llamado desesperado a que la empresa y las autoridades tomen conciencia del impacto de sus operaciones en la vida de las personas. El llamado público de los vecinos es a que Forestal Arauco "busque ellos la manera de que podamos convivir, porque si bien ellos son nuestros vecinos hace muchos años, pero ahora no se ponen en el lugar de la comunidad. Solo les interesa trabajar, parece".
El problema se extiende más allá de Rucatayo Bajo. Según Almonacid, los camiones de la forestal salen desde Rucatayo Alto, a la altura de la Hacienda de San Pablo, afectando a la totalidad de Rucatayo Bajo y a los vecinos de Rucatayo Alto que tienen caminos de ripio en pésimas condiciones debido al tránsito constante. "Fácil, hoy día estoy aquí cocinando, mirando por la ventana, creo que en una hora he contado como 20 camiones, y ese mismo transitar es de noche", ejemplificó Almonacid , graficando la magnitud del problema que enfrenta la comunidad.
Fuente información: Christian Peschke
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La problemática con Forestal Arauco no es reciente para los vecinos de Rucatayo. Jaqueline Almonacid, una vecina de su comunidad, relata que la situación se ha arrastrado por un tiempo considerable, pero que en los últimos meses la intensidad de las faenas forestales ha escalado a niveles insostenibles. "Desde hace tanto tiempo es una situación que tenemos con la forestal Arauco, y que en este último tiempo han intensificado sus trabajos, cosa que va en desmedro de nuestra comunidad", señaló Almonacid .
El principal punto de conflicto, y el más evidente, es el estado calamitoso del camino. Los constantes viajes de camiones de alto tonelaje han dejado la vía "destruida", una situación que, según Almonacid, es ampliamente conocida y abarca desde Champulli hasta Río Bueno. La infraestructura vial, vital para la conectividad y el día a día de los residentes, se encuentra en un estado deplorable, dificultando el tránsito de vehículos particulares y aumentando los riesgos de accidentes.
A esta problemática se suma una preocupación aún mayor: el trabajo nocturno ininterrumpido de los camiones de la forestal. "Últimamente llevan cuantos meses trabajando de noche, y eso nos afecta directamente en nuestro día a día de vida, en nuestra calidad de vida, porque como ellos pasan toda la noche sin ninguna medida, nosotros nos despertamos a diario varias veces en la noche", expresó Almonacid . Esta falta de consideración por el descanso de los vecinos ha generado un ambiente de constante perturbación, afectando especialmente a grupos vulnerables como adultos mayores. En el caso particular de Jaqueline Almonacid, sus padres, ambos adultos mayores de 85 años, han visto severamente comprometida su capacidad de conciliar el sueño, lo que a su vez repercute en la salud y el bienestar de toda la familia.
La interacción con los conductores de los camiones también ha sido motivo de quejas. Los vecinos reportan que en ocasiones los camiones se niegan a permitir el adelantamiento, generando situaciones de peligro y frustración. Almonacid recordó un incidente en el que la Consejera Catalina Hott, quien habría visitado la zona para una reunión y se esperaba su apoyo, experimentó en primera persona esta situación, al verse impedida de adelantar a un camión de la forestal. Pese a las expectativas de ayuda y envío de cartas, la situación no ha cambiado.
La comunidad ha intentado en múltiples ocasiones establecer un diálogo y buscar soluciones a través de reuniones con la forestal y con diversas autoridades. Jaqueline Almonacid ha participado en encuentros organizados por la Junta de Vecinos de El Arrayán y por el APR, e incluso en una reunión con Vialidad el año pasado. Sin embargo, los acuerdos alcanzados en estas instancias, como la promesa de detener el tránsito nocturno o durante el invierno en Rucatayo Alto, no han sido respetados por la empresa.
La frustración de los vecinos se acentúa ante la falta de respuestas y soluciones por parte de las autoridades locales. Almonacid relató un encuentro reciente con el alcalde en una reunión del APR, donde este habría indicado que la situación "estaba sobre su accionar" y que "era poco y nada lo que ellos podían hacer". Esta respuesta ha dejado a la comunidad en un estado de desamparo, sin saber a quién más recurrir. "Si ni una Vialidad puede hacer algo, ni una municipalidad puede hacer algo. ¿A quién nos puede ayudar? Yo no sé por dónde podemos abordar estos temas", manifestó la vecina.
Ante la falta de soluciones por las vías tradicionales, la comunidad de Rucatayo ha decidido hacer pública su situación, buscando la visibilización a través de los medios de comunicación. "No sé cómo se puede llegar a una empresa tan grande si no es a través de los medios de comunicación, porque claramente, conversando con las diferentes autoridades, no hemos sacado nada. Ninguna solución", afirmó Almonacid, haciendo un llamado desesperado a que la empresa y las autoridades tomen conciencia del impacto de sus operaciones en la vida de las personas. El llamado público de los vecinos es a que Forestal Arauco "busque ellos la manera de que podamos convivir, porque si bien ellos son nuestros vecinos hace muchos años, pero ahora no se ponen en el lugar de la comunidad. Solo les interesa trabajar, parece".
El problema se extiende más allá de Rucatayo Bajo. Según Almonacid, los camiones de la forestal salen desde Rucatayo Alto, a la altura de la Hacienda de San Pablo, afectando a la totalidad de Rucatayo Bajo y a los vecinos de Rucatayo Alto que tienen caminos de ripio en pésimas condiciones debido al tránsito constante. "Fácil, hoy día estoy aquí cocinando, mirando por la ventana, creo que en una hora he contado como 20 camiones, y ese mismo transitar es de noche", ejemplificó Almonacid , graficando la magnitud del problema que enfrenta la comunidad.
Fuente información: Christian Peschke
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