Fuga de casi 43.000 salmones: Fiscalía investiga presunto sabotaje
Un masivo escape de salmones, cifrado por la autoridad en aproximadamente 43.000 ejemplares, se registró en el centro de cultivo San Antonio de la empresa Marine Farm, en la comuna de Calbuco. Mientras la compañía denunció un presunto acto de sabotaje que ya es investigado por la Fiscalía, las autoridades locales y sanitarias han activado las alarmas por la venta ilegal de estos peces, que no son aptos para el consumo humano, y el bajo índice de recaptura que anticipa un potencial daño ambiental.
Una severa contingencia ambiental y sanitaria afecta a la comuna de Calbuco, en la Región de Los Lagos, tras confirmarse la fuga de una cifra cercana a los 43.000 salmones desde el centro de cultivo San Antonio, operado por la empresa Marine Farm. La magnitud del evento fue precisada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), organismo que duplicó la estimación inicial que superaba los 20.000 ejemplares.
El incidente ha escalado al ámbito judicial, luego de que Marine Farm interpusiera una denuncia formal ante la Fiscalía, la Armada y el propio Sernapesca, atribuyendo el escape a un acto de sabotaje. La empresa sostiene que la liberación de los peces fue causada por la acción deliberada de terceros, una tesis que se ve reforzada por el reporte de robo de elementos de buceo en el área días antes del suceso. Esta arista penal está siendo indagada por el Ministerio Público para determinar eventuales responsabilidades delictuales.
Paralelamente, se ha desatado una grave preocupación por el riesgo a la salud pública. El alcalde de Calbuco, Marcos Silva, ha liderado las advertencias sobre la comercialización ilegal de los salmones fugados, los cuales han perdido su trazabilidad y, por tanto, no son aptos para el consumo. Se ha reportado que los pescados son vendidos en el comercio informal a precios que oscilan entre los $3.500 y $5.000 por kilo, generando además focos de contaminación en las playas por el manejo inadecuado y desecho de vísceras.
Desde el punto de vista ambiental, la situación es crítica. A la fecha, los esfuerzos de recaptura coordinados por la empresa con el apoyo de pescadores locales han logrado recuperar cerca de 2.000 ejemplares. Esta cifra representa un porcentaje muy inferior al 10% del total escapado, umbral mínimo que exige la Ley General de Pesca y Acuicultura para evitar la presunción de daño ambiental.
Si Marine Farm no logra alcanzar dicha meta, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) iniciará de oficio un proceso sancionatorio por el daño que puede ocasionar una especie exótica y tratada con fármacos en el ecosistema marino nativo, al competir por alimento y hábitat, y potencialmente transmitir enfermedades. Sernapesca, por su parte, se encuentra fiscalizando en terreno el cumplimiento de los planes de contingencia y recaptura, cuyo informe final será clave para las acciones de la SMA.
Fuente información: https://www.sernapesca.cl/noticias/sernapesca-actualiza-informacion-sobre-escape-de-salmones-registrado-en-centro-cercano-a-calbuco/
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Una severa contingencia ambiental y sanitaria afecta a la comuna de Calbuco, en la Región de Los Lagos, tras confirmarse la fuga de una cifra cercana a los 43.000 salmones desde el centro de cultivo San Antonio, operado por la empresa Marine Farm. La magnitud del evento fue precisada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), organismo que duplicó la estimación inicial que superaba los 20.000 ejemplares.
El incidente ha escalado al ámbito judicial, luego de que Marine Farm interpusiera una denuncia formal ante la Fiscalía, la Armada y el propio Sernapesca, atribuyendo el escape a un acto de sabotaje. La empresa sostiene que la liberación de los peces fue causada por la acción deliberada de terceros, una tesis que se ve reforzada por el reporte de robo de elementos de buceo en el área días antes del suceso. Esta arista penal está siendo indagada por el Ministerio Público para determinar eventuales responsabilidades delictuales.
Paralelamente, se ha desatado una grave preocupación por el riesgo a la salud pública. El alcalde de Calbuco, Marcos Silva, ha liderado las advertencias sobre la comercialización ilegal de los salmones fugados, los cuales han perdido su trazabilidad y, por tanto, no son aptos para el consumo. Se ha reportado que los pescados son vendidos en el comercio informal a precios que oscilan entre los $3.500 y $5.000 por kilo, generando además focos de contaminación en las playas por el manejo inadecuado y desecho de vísceras.
Desde el punto de vista ambiental, la situación es crítica. A la fecha, los esfuerzos de recaptura coordinados por la empresa con el apoyo de pescadores locales han logrado recuperar cerca de 2.000 ejemplares. Esta cifra representa un porcentaje muy inferior al 10% del total escapado, umbral mínimo que exige la Ley General de Pesca y Acuicultura para evitar la presunción de daño ambiental.
Si Marine Farm no logra alcanzar dicha meta, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) iniciará de oficio un proceso sancionatorio por el daño que puede ocasionar una especie exótica y tratada con fármacos en el ecosistema marino nativo, al competir por alimento y hábitat, y potencialmente transmitir enfermedades. Sernapesca, por su parte, se encuentra fiscalizando en terreno el cumplimiento de los planes de contingencia y recaptura, cuyo informe final será clave para las acciones de la SMA.
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